Aug | 13 | Que Dios marque tu territorio

Palabra para meditar – MARCA

Cantares 2:15
“Atrapen a las zorras, a esas zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor.”

Que Dios marque tu territorio

Ahora, sin importar qué piensen acerca de los espíritus territoriales, yo sí creo, a partir de las Escrituras y de mi propia experiencia, que existen. Al igual que al zorro, difícilmente los verán y sólo serán conscientes de su presencia por signos secundarios. En el caso del zorro, las bolsas de la basura rasgadas, los excrementos olorosos o los huesos y plumas abandonados en el césped. Si a pesar de eso ustedes empiezan a usurpar o a avanzar en su territorio de alguna manera que tenga que ver con la conquista, el sometimiento o la expulsión, entonces les digo que como banshees salvajes, los astutos zorros comenzarán a marchar en los límites de su territorio y a reclamarlo ruidosamente como su posesión. Ah, ¡y te morderán!

La mayoría de nosotros los cristianos a menudo estamos plagados, sin darnos cuenta, de zorros semejantes. Desde el homicidio misterioso de los pequeños sueños, cuyos restos descansan informalmente sobre el rocío resplandeciente de nuestros prados matinales, hasta la devastación genocida de todos nuestros pollos de providencia, la evidencia secundaria de zorros espirituales, no obstante, abunda. Cuando esto sucede, debemos ir a cazar zorros, y cuando los encontremos, debemos despiadadamente deshacernos de la infestación de tales alimañas depredadoras. ¡Por supuesto no estoy hablando de zorros de verdad!

Entonces, hablando a nivel espiritual, deshacerse de estos pequeños zorros es turbulento y requiere de mucho tiempo, e incluso aunque tengamos éxito, incluso entonces no hay garantía de que no vayan a regresar. No obstante, hay dos cosas inmensamente prácticas que podemos hacer para deshacernos de estos zorros y para mantenerlos por siempre lejos. Esas dos cosas prácticas tienen que ver con la producción de música y la señalización de nuestro territorio.

Primero, entonces, necesitamos marcar nuestros propios límites, nuestras posesiones, con la fiera proclamación del dueño victorioso. Necesitamos marchar alrededor de nuestro ser, alrededor de nuestras familias, de nuestros ministerios, de nuestras iglesias, de nuestros trabajos, nuestras vocaciones, nuestros dones y nuestros llamados, ¡cantando Salmos y cánticos espirituales de declaración y afirmación agresiva de nuestra posesión! En el nombre de nuestro Dios, necesitamos marchar y orar proclamando la guerra, y declarando poderosamente que esta tierra es nuestra y que la poseeremos con cada gramo de energía de nuestro ser. Necesitamos ser muy decididos y muy fieros en esto.

Segundo, ¡necesitamos tener algo de excrementos de león! Sí señores... una de las mejores maneras para enfrentarse a los zorros de verdad, para sacarlos y mantenerlos lejos, es ir al zoológico local y ¡conseguir una bolsa de excrementos de león! Consíganlos y espárzanlos en su propia tierra. Una vez que los zorros se den cuenta, incluso por medio de esos ‘indicadores secundarios’ y crean que en realidad hay un depredador superior y más fiero en su territorio, abandonarán el lugar con todo y sus cachorros. Invitemos entonces a nuestro gran Rey, el León de la tribu de Judá, para que marque nuestro territorio con Su mismísima presencia. ¿No saben que incluso los indicadores secundarios de la presencia del Rey, provocarán la partida de los ‘zorros’? Entonces inviten a Dios en esta noche, para que venga y haga de ustedes Su posesión plena y marque así todos los límites de su territorio, con la proclamación poderosa de Su fuerza. Ahora, si se atreven, ¡esa será una oración muy interesante para hacer esta noche!

Medita: “Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice: "Volveré a la casa de donde salí." Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado postrero de aquella persona resulta peor que el primero. Así le pasará también a esta generación malvada.” Mateo 12:43-45

Ora: Señor, cuando nos hayas purificado, ayúdanos siempre con fuerza y poder, esperanza y victoria, gracia y verdad, misericordia y tenacidad, a llenar nuestros hogares de luz y amor. Mientras tanto Señor, Gran León, te invitamos a venir y a marcarnos con señales de Tu posesión. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.