Wednesday, May 21, 2014

May | 21 | Una vida de oración como resultado de haber tenido una visión del cielo y un atisbo del infierno

PELEA

Una vida de oración como resultado de haber tenido una visión del cielo y un atisbo del infierno

Romanos 9:1-3
Digo la verdad en Cristo; no miento. Mi conciencia me lo confirma en el Espíritu Santo. Me invade una gran tristeza y me embarga un continuo dolor. Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propia raza, NVI


“Pobre de ti”, le dijo ella al ministro, “Seguramente oras y ayunas constantemente por tu niño”. Pero no era así, ¿por qué no?

 La vida del cristiano cuando éste tiene los ojos bien abiertos (hay una imitación confusa y opaca amada por muchos) es una vida de pruebas. Mientras la iglesia moderna continúa vendiendo la poción milagrosa de ‘Coronas sin sufrimientos’ y también ofrece el tibio ponche del gozo navideño sin haber incorporado a la mezcla ninguno de los condimentos de aflicción, la Biblia nos enseña con toda claridad sobre las cuestiones prácticas y hasta sobre la ‘necesidad’ de participar del sufrimiento de Cristo, incluso de llevar las aflicciones por las que el Señor no pasó. Seguramente y hasta cierto punto, esto significa sufrir dolor y pesar por aquellas cosas que significan dolor y pesar para Él. Piensa en ello.

 Aunque en el caso de Pablo, aquí él declara que sentía gran dolor y continuo pesar por la condición perdida de su nación: los judíos. Lo que estimulaba su corazón, lo golpearía una y otra vez en lo que pareciera ser una crueldad constante, porque ¿qué otra cosa es el dolor y el continuo pesar sino una doble indignidad infligida al alma? Cuando dicho exceso se ejerce sobre nosotros, generalmente solo deseamos la muerte porque con ella imaginamos una transición hacia los lugares celestiales de paz, gozo y perdón eterno. No obstante, aún hoy veo a los mártires bajo el altar, recordando sus crueles muertes y rogando por el tiempo de la venganza del Señor. Seguramente algunas de las primeras vistas del reino celestial nos sorprenderán.

 Pablo no deseaba la muerte como escape, sino como un sacrificio y sustitución que sirviera de expiación para su pueblo. En una hipérbola de fanatismo, deseó para sí la maldición de Cristo si de esa forma podía redimir a su pueblo. Pablo no sufría del complejo de Mesías, meramente era empujado hacia la angustia, la oración y el ayuno por una pasión fanática hacia ese pueblo. Encuentro que algunas de las pasiones nacionales, la manía del fútbol y el beisbol, por ejemplo, que veo en algunos cristianos sigue cautivada por estos juegos y estos imperios pasajeros. ¡Oh, si algo de esta pasión se trasladase a sus vidas yermas y de oración desapasionada, incluso por sus familias que ahora se mueven en contra de la voluntad de Dios y transitan en camino al infierno! Pero aun así, esa pasión no está ahí. ¿Por qué?

Existen cuatro razones principales:

En primer lugar, cuando la respuesta del Señor se tarda en llegar, puede hacer que nuestras cargas se sientan tan pesadas que ya no podamos llevarlas. Confiamos nuestras situaciones extremas al Señor, y a Él se las dejamos, sin embargo, ¿es esto fe o es la imposibilidad de correr con los lacayos de la adversidad y el temor a los caballos? Cualquiera que fuera la razón para interrumpir la oración, ¡es incorrecta!

En Segundo lugar, creemos que Dios, aun sin nuestras oraciones y porque nos ha salvado, finalmente los salvará a ellos también. Es cuestión de cuándo sucederá, no si sucederá, porque ¿cómo podríamos gozar del cielo si nuestros seres queridos no se encuentran allí con nosotros? Aun así, les digo, habrá muchas hijas en el cielo sin sus padres terrenales, muchos padres sin sus hijos y muchas esposas sin sus esposos. ¿Cuánto de tu “descanso en el Señor” es suposición más que seguridad?

En tercer lugar, no creemos en el sufrimiento sin fin ni en el infierno eterno. No realmente. En algún lugar de nuestras mentes y nuestro corazón hemos tratado de justificar nuestra falta de oración diciendo: “Mira, realmente no lo entiendo pero creo que Dios, de alguna manera, ¡terminará con el sufrimiento de los condenados, o redimirá a los perdidos, a los ángeles caídos y al mismo diablo! No sé cómo lo hará, pero creo que sí lo hará porque Dios es amor. Si no lo hiciera, ¿cómo podría vivir consigo mismo?” Y así, nos hemos unidos a muchos otros, para construir un palacio de ensueño lleno de las suposiciones de nuestros propios deseos y doctrinas completamente desviadas.

La última, es porque no caminamos cerca de Dios y, por lo tanto, no pensamos como Cristo.

Cada uno de nosotros debe averiguar cuál de estas cuatro cosas se aplica a nosotros. Esta noche les dejo solamente el desafío de Pablo, ese fanático apasionado.

“Pobre de ti”, le dijo ella al ministro, “Seguramente oras y ayunas constantemente por tu niño”. Pero no era así, ¿por qué no?

Reflexiona:- “Si los que corren a pie han hecho que te canses, ¿cómo competirás con los caballos? Si te sientes confiado en una tierra tranquila, ¿qué harás en la espesura del Jordán?” Jeremías 12:5 NVI

Ora: -  Padre, he perdido mi pasión por la oración, incluso mi deseo. ¡Persuádeme a volver a hacerlo! Señor mi Dios, pruébame pero al mismo tiempo dame esperanza y un gozo indecible y glorioso. Dame visiones del cielo y hasta un atisbo del infierno, para que una vez más vuelva mi vida a la oración por aquellos que amo. Amén y que así sea.

If this Everyday Bible Insight has helped you - then do please share it! 
Also, why not go to your devices iTunes store (or other) and write us a great review - 5 Stars if course!




Did you know that we are preaching from each of the 66 Books of the Holy Bible in the 66 Most Influential Cities of the 250 Nations of the World? That's 16,500 cities which will hear a solid prophetic message from each book of the Bible over the next 25 years! Do you want to be part of this? Then please go to www.66Cities.TV to find out how.





  

No comments:

Post a Comment