Tuesday, May 31, 2011

May | 31 | Fe – el campo de batalla de antaño y el bozal del león

RUGIR

Amós 1:2
“Ruge el Señor desde Sión; truena su voz desde Jerusalén. Los pastizales de los pastores quedan asolados, y se seca la cumbre del Carmelo.”

Fe – el campo de batalla de antaño y el bozal del león

Un día como hoy en 2008, el ex Primer Ministro Británico, Tony Blair, fue presentado por el ex Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, a la prensa que aguardaba y a las comunidades de diversos credos que se habían reunido en Nueva York, lugar en el que había anunciado su nueva “Fundación de la Nueva Fe” de Tony Blair. Al estilo de Cliff Richard, declaró que los extremistas de cualquier religión no deberían salirse con la suya y prosiguió diciendo que “la fe es el nuevo campo de batalla”.

En 2008, la junta directiva del consejo de la Fundación de la Nueva Fe estaba constituida por el dúo dinámico del Evangelicalismo, representado en Rick Warren y Nicky Gumble, quienes juntos a su vez ensalzaron tanto al hombre como a la iniciativa con guirnaldas superlativas tales como “asombroso, único, necesario y preparado”. Allanando el camino y también alabando esta nueva iniciativa interdenominacional, junto con estos notables evangélicos de comienzos del siglo XXI también había notables y aclamados académicos anglicanos, budistas, musulmanes, judíos e hindúes. De hecho, el anterior Primer Ministro Blair se convirtió en uno de los nuevos profesores de un curso de la Universidad de Yale sobre fe y globalización, y adicionalmente a esto, la nueva Fundación Blair Nueva Fe, con la orientación académica de la Universidad de Cambridge, también apoyó la Fundación Coexist en el establecimiento de un centro de clase mundial para la educación sobre el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. La Casa de Abraham, en el centro de Londres, se convirtió en un lugar donde los miembros de los tres credos Abrahámicos “se reunían en igualdad de términos, para encontrar sus tradiciones, explorar sus raíces, descubrir lo que compartían y abordar sus diferencias”. Interesantemente, en la misma semana, la secretaría de facultades del Reino Unido hizo un seguimiento de una invocación de un sindicato de maestros, para permitir que los Imanes islámicos y líderes de otros credos ingresaran a los salones de clase para enseñar a nuestros hijos sobre su propia fe.

No hay duda de que deberíamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para trabajar juntos con personas que tengan una mentalidad humanitaria semejante, con el fin de aliviar los sufrimientos de los pobres, incluso trabajar juntos en el genocidio general de los mosquitos. Amén, que así sea, hagámoslo. Sin embargo, bajo la manta de semejante necesidad humanitaria tan vasta y que grita, bajo la aparente paz, sutil pero liberal, de una corrección política virulenta, estaríamos ciegos y seríamos unos tontos si no entendiéramos que la fe no es el nuevo campo de batalla, sino que de hecho es el campo de antaño, en realidad ¡el único! Porque el mensaje del Evangelio es igualmente incluyente para todos los hombres que lo escuchan y lo creen y a la vez absolutamente excluyente para todos los que no. El mensaje de Jesús para todos los hombres, sean gentiles, judíos, musulmanes, paganos, hindúes, budistas u otra cosa, es: “Sigan en la perdición, o crean y sean salvos”. ¿Ven las implicaciones de esto?

Así que mientras le agradecemos a Dios por cada trozo de bondad que encontramos en todas las personas y todas las cosas, sí, mientras deseamos fomentar y aumentar esto, donde sea que lo encontremos, y hacerlo para el beneficio de todos los pueblos, no obstante, este mensaje cristiano del “Un Camino, El único Camino” debe ser clasificado nada más y nada menos que como un mensaje extremista, porque este mensaje no puede hacer más que condenar todos los sistemas principales de creencias de otros credos, como engañosos y vilmente destructivos para el bien último y eterno de la humanidad.

Recuerden que aunque nosotros los que proclamamos este mensaje del Camino, no entregamos el Evangelio de Dios por debajo del cañón de un ArmaLite, ni lo empacamos en un chaleco bomba de destrucción... sí, aunque no enviamos volando este mensaje en las alas de un cohete, ni lo predicamos desde los flancos de un tanque en movimiento, aun así, la proclamación misma de este mensaje será vista como irrespetuosa, destructiva y extremista, y ese extremismo será empaquetado con los asesinos y terroristas, y será tratado de la misma manera.
Me pregunto si un día como hoy en 2008 la fundación por un credo mundial fue consolidada o si en realidad la antigua batalla por la fe fue simplemente la que comenzó a trabajar con más fuerza que antes.

Los supuestos amor, tolerancia y respecto que ahogan y matan la pacífica proclamación del Evangelio, son simplemente un bozal del León que ruge la abrasadora verdad desde la terrorífica cima del Carmelo, atravesando los pastos y pastores de todas las religiones que en la actualidad rodean Jerusalén.

Medita: “‘Ven, y te mostraré el castigo de la gran prostituta que está sentada sobre muchas aguas.2 Con ella cometieron adulterio los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su inmoralidad.’ Luego el ángel me llevó en el Espíritu a un desierto. Allí vi a una mujer montada en una bestia escarlata. La bestia estaba cubierta de nombres blasfemos contra Dios, y tenía siete cabezas y diez cuernos. La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de abominaciones y de la inmundicia de sus adulterios. En la frente llevaba escrito un nombre misterioso: La gran babilonia, madre de las prostitutas y de las abominables idolatrías de la tierra. Vi que la mujer se había emborrachado con la sangre de los santos y de los mártires de Jesús.” Apocalipsis 17:1-6

Ora: Señor, revístenos de paz, discernimiento, gracia, claridad, certeza, fortaleza, verdad y coraje. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Monday, May 30, 2011

May | 30 | Sobre la espalda ancha y emplumada

Palabra para meditar – ORAR

1 Reyes 2:20
“‘Quiero pedirte un pequeño favor,’ dijo ella, ‘Te ruego que no me lo nieges.’ ‘Dime de que se trata, madre mía. A ti no puedo negarte nada.’”

Sobre la espalda ancha y emplumada


Recuerdo que el recital final de mi hija para su grado en música consistía en dos hermosas canciones, ambas relacionadas con las madres. La primera era la canción de Claude Debussy, “Years pursues empty year”, y la otra era la canción de Henry Purcell “Tell me some pitying angel”. La primera de estas canciones cuenta el dolor sincero de una madre por su hijo pródigo, lamentándose en su corazón inconsolable por la pérdida de su hijo amado; la segunda, el pánico y terror violentamente abrumador de la virgen María al darse cuenta de la pérdida de su hijo Jesús en Jerusalén.

Yo, una vez por las hijas de Judá acariciada
Llamada entre las madres la más bendecida
Ahora por un cambio fatal la más afligida

El camino de la paternidad en estos días tan rebeldes, en estos días lúgubres, aparentemente desprovistos de la bendición abundante de Dios, es de lo más arriesgado. Son pocos los que parecen ahora navegar ese pasaje sin que sus corazones reciban una paliza en su pecho adolorido. No importa si el barco es bueno o no, cada familia de hoy en día se bambolea en estas aguas turbulentas y muchos hijos han caído por la borda, al parecer para no ser rescatados nunca. En ocasiones, parecería, para no ser vistos otra vez.

Dios, en relación con la humanidad, se revela como Santo Creador. Dios, en relación con Su familia adoptada, se revela como Padre. De hecho, Jesús vino a revelar al Padre. Siendo yo mismo padre, me identifico con el padre que anhela y busca a su hijo pródigo, quien noche tras noche explora el horizonte de la colina, esperando la llegada a casa de su hijo, esperando que la fiesta empiece, listo con el vestido y el anillo para cantar unas canciones rítmicas de karaoke, acompañadas de unos cuantos tragos y de un plato humeante de curry aromático, justo antes de que el DJ le dé inicio al baile animado. Es una fiesta de proporciones tan vastas y extravagantes que podría saciar el corazón más reseco de un padre que siempre está en oración, podría finalmente cerrar la cicatriz sangrante de un hijo extraviado. Sí, el padre reirá en este punto, incluso al salir a rogarle con brazos extendidos y labios conmovidos, a su otro hijo cuenta alubias, que está mirando con incredulidad por la ventana, reacio a entrar. ¡Ah!.Pero la madre... Sí, he visto a la madre, la he visto muchas, muchas veces y les cuento que la madre, como una bola plateada de pinball, estaría rebotando por las paredes, pasando de la risa al llanto, a las cosquillas y a las caricias, para llorar otra vez y luego abrazar, regañar, cruzar sus brazos y contemplar con anhelo su amor perdido, ahora encontrado, y cuando el niño, (porque a sus ojos ellos siempre serán sus niños), cuando el niño vaya a la cama, será ella quien los lleve hasta la habitación y se tome otra eternidad para contemplar con anhelo, mientras cierra la puerta de su hijo perdido ahora en casa.

En esta noche tal vez seas una madre que ha sufrido el silencio de los ángeles compasivos, que se han rehusado a decirte donde puede estar tu dulce pequeño. Tal vez en esta noche seas una madre destrozada por dentro, porque la fe y la duda han dividido de manera devastadora tu alma cansada. Tal vez en esta noche seas una madre descontenta con sus hijos, cuya ausencia persistente y sobre todo silenciosa ha embarcado las naves de la tristeza cargadas de pena, que cruzan tus años dolorosos que se van. Sí, tal vez en esta noche seas una madre, una madre en profunda angustia.

A todas las madres les digo: el Padre conoce tu dolor y escucha la oración que haces por el fruto de tu vientre. ¿Acaso no has sido en Él y por Él una dadora de vida? ¿Acaso se te ha quitado ese honor? Yo creo que no. Sí, todavía eres quien les ha dado la vida a esos hijos que amas. Y te digo que el cielo está lleno de hijos que por aire han llegado al Salvador, transportados en la espalda ancha y emplumada de las oraciones desplegadas como águilas de muchas madres confundidas. Madre, aún puedes darles vida a tus hijos. Sigue orando por ellos y no te detengas.

Medita: “El hombre llamó Eva a su mujer, porque ella sería la madre de todo viviente.” Génesis 3:20

Ora: Ahora mismo mi Señor, ten piedad de mis hijos; que de mí pueda brotar vida para ellos. Como habitas en mí, así también habita en ellos. Amén y Amén.

Sunday, May 29, 2011

May | 29 | El deleite turco de meditar en la obediencia

OBEDECER

Salmos 1:1-2
“Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.”

El deleite turco de meditar en la obediencia

Nuestro versículo de esta noche habla del deleite. El deleite de una persona devota yace en la ley de Dios. Al ver por primera vez estas palabras, pareciera que al acercarnos a la lectura de la Palabra de Dios debiéramos estar siempre como con una expectativa inocente de Navidad. Cada vez que nos acercamos a ella, nos frotamos las manos con una sonrisa jubilosa y decimos: “Oh, papi, ¿es un regalo?”. O una vez que abrimos la piel de ternera negra, pasamos saliva porque sabemos que se transformará en una caja de deleite turco, brillante, cubierto de chocolate, rosado y fragante.

Desafortunadamente, no es el caso. ¡No! La mayoría de nosotros evitamos la Biblia como si fuera una plaga. De hecho, el tiempo que pasamos contemplando el flujo constantemente maloliente de aguas residuales morales que caen al suelo de nuestra sala provenientes de la cloaca abierta de nuestra televisión, es en comparación al menos cien veces más atractivo y consume cien veces más nuestro tiempo.

La Biblia no espera que nos acerquemos a ella con esa clase de deleite. Dios conoce nuestra volubilidad, nuestra maldad, nuestra tendencia a despistarnos fácilmente. No, el deleite que debemos tener en esta palabra, es que al acercarnos a ella, cuando finalmente lo hagamos, lo hagamos para devorarla en obediencia. El deleite aquí se entiende mejor como un deseo determinado por poner en práctica eso que se lee, se absorbe y se come. La leemos para obedecerla. Ese es nuestro deleite.

Así que la persona devota lee la Biblia para obedecerla. Sin embargo si lo único que quieres es reunir información, tal vez es que eres un estudiante, un profesor, un cínico, un buscador o incluso un comprador secreto, alguien que examina con detenimiento los estantes del supermercado de Dios, pero lo único grande que no serás, sí, lo único importante en lo que nunca te convertirás, es en una persona devota con todos los beneficios adicionales descritos en este Salmo. Entonces, para aquel que ama a Dios: leemos la Biblia para obedecerla, y obedecer a Dios es nuestro único y supremo deleite. Dime, ¿es así para ti en esta noche?

Medita: “Samuel respondió, ¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros.” 1ª. Samuel 15:22

Ora: Señor, concédeme esta clase de actitud decidida y deliciosa: comer Tu Palabra para así estar listo para hacer Tu voluntad, oh Dios. Amén.


Saturday, May 28, 2011

May | 28 | “En la enfermedad, el ánimo levanta al enfermo; ¿pero quién podrá levantar al abatido?”

Palabra para meditar – ESPERANZA

Proverbios 18:14

“En la enfermedad, el ánimo levanta al enfermo; ¿pero quién podrá levantar al abatido?”

Sanación para el síndrome de la fatiga espiritual crónica
Los síntomas del síndrome de la fatiga espiritual crónica son:
Un agotamiento espiritual persistente y que reaparece con rapidez.
Una incapacidad de creer eternamente.
Total falta de esperanza.
Un sentimiento persistente de un destino funesto inminente.
Temor – de ser avergonzados
Temor – de quebrantarse
Temor – a la muerte.
Enojo – usualmente reprimido o no expresado.
Cinismo.
Silencio ante situaciones contínuas y crónicas.
Patrones de sueño irregulares.
Un sueño que no repara.
Un distanciamiento de Dios perceptible.
Un sentimiento de muerte hacia Dios.
Un cuestionamiento de prácticamente toda la fe que se tiene.
Una incapacidad para orar.
Todas llevan a otras manifestaciones espirituales, emocionales y físicas igual de mórbidas, de gran alcance, expresadas dentro de la mayor y más variada gama.
¡Oh! Y también existe otro síntoma asociado con esta condición, que es una incapacidad para creer en la bondad de Dios, o un cuestionamiento frente a la preocupación y bondad del Padre; en otras palabras: el pecado.

El tratamiento para esta condición tan debilitante es la aplicación combinada de las siguientes cinco terapias y enfoques:

Primero, un reconocimiento de la falta de sosiego del hombre interior tanto en su alma como en su espíritu. Sin un diagnóstico honesto y una explicación de la salud deteriorada, del desasosiego del hombre interior, el daño auto infligido, las heridas provocadas por otras personas ignorantes y la exposición a situaciones perjudiciales contínuas, sólo exacerbará el problema. Si ante todo estás enfermo del alma y del cuerpo, reconócelo.

Segundo, una terapia a un ritmo adaptable. Utiliza de manera correcta la energía espiritual que te quede para corresponder a los deberes o a la oración y la fe, lo que dará como resultado la culminación y el éxito. En otras palabras, cree y ora lo que puedas y cuando puedas, y combina esto con descanso y recuperación.

Tercero, una terapia de ejercicio graduado. En otras palabras, bajo la dirección de un mentor espiritual, de un amigo, un director, un consejero, un entrenador personal, o sí… de Dios Espíritu Santo, comienza con lentitud, firmeza y seguridad a expandir los límites de tu ejercicio de creer. Con lentitud, firmeza y seguridad.

Cuarto y más importante (de hecho esta terapia apoya y envuelve las otras tres terapias), participar diariamente, incluso constantemente, desde la mañana, al mediodía y hasta la noche, en una Terapia de Comportamiento Cognitivo. Con todo el vigor que puedas, ataca conscientemente tu sistema de creencias herido y pervertido, con la más concienzuda lectura de la Biblia y la meditación proclamada. Empieza a leer las Escrituras, no a manera de obtener información, sino a manera de una declaración personal y nacida del alma. Deja que Dios te hable. Espera que Dios te hable y cuando finalmente escuches Su susurro en tu alma, atrápalo, guárdalo y, de la forma que te resulte apropiada, proclámalo a tu espíritu. Puedes escribir ese susurro en tarjetas, o tal vez en la palma de tu mano utilizando un bolígrafo; pero sea lo que sea que hagas, asegúrate de proclamarte persistente y repetidamente, esa verdad que has recibido. Mi amigo, sencillamente estás quitando de tu cerebro todas las mentiras agotadoras y ruines que has terminado creyendo. En este ambiente entonces, ayúdale al proceso rodeándote de todo lo que sea positivo y sano.

Finalmente, con la aplicación de estas terapias llegará la luz, y con la luz llegará la convicción; con la convicción vendrá la confesión, y con una verdadera confesión llegará el perdón real; con el perdón real vendrá la alabanza sincera, ¡y con la alabanza sincera llegará un gozo indescriptible y lleno de gloria!

Esta no es una cura automática para el síndrome de la fatiga espiritual crónica, por supuesto, pero es la mejor que he descubierto hasta ahora. Entonces, que Dios te bendiga y sé bueno contigo mismo en esta noche y cada nuevo amanecer.

Medita: “Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.” Filipenses 4:8-9

Ora: Tengo que creer que Tú ves mis tinieblas. Tengo que creer que Tú conoces mi dolor. Tengo que levantar mis manos en adoración y adorar Tu nombre. Tengo que declarar que Tú eres mi refugio. Tengo que negar la idea de que estoy solo. Tengo que alzar mis ojos a los montes, porque de ellos es que vendrá mi ayuda. Porque dijiste que Tu fidelidad es eterna. Dijiste que eres siempre verdadero. Dijiste que puedes mover las montañas, entonces si Tú puedes mover las montañas, también puedes mover las mías. Ayúdame a ponerme en pie cuando el viento sople sobre mí; ayúdame a estar firme cuando esté débil y temeroso; ayúdame a aferrarme de las vestiduras de adoración. Sí, ayúdame a cantar alabanzas cuando llegue la medianoche, y luego ven a soltar estas cadenas que atan mi alma. Mi pecado y mi vergüenza, oh Dios, mi pecado y mi vergüenza has perdonado y ahora me has curado. Gracias Señor, gracias mi Jesús. Amén. (Adaptado de “I have to Believe” – por Rita Springer)

Friday, May 27, 2011

May | 27 | El problema de Prometeo y la preparación para la muerte

FUEGO

Eclesiastés 7:2
“Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran tenerlo presente.”

El problema de Prometeo y la preparación para la muerte

“Los pastores que imitan la predicación y las acciones morales de los profetas, sin imitar también su profunda oración y adoración, tan evidente en los Salmos, son una vergüenza para la fe y un estorbo para la iglesia” (Eugene Peterson – Working The Angles: The Shape of Pastoral Integrity)

Yo no quiero ser ni una vergüenza ni un estorbo, pero me temo que mi tendencia natural es a serlo, porque he visto lo que el fuego Prometeico y su actividad resultante, producto de la adrenalina, pueden hacer, al aumentar las llamas azules de las esperanzas construidas por los hombres. Ambas cosas se desarrollan y destellan en libros como “tu mejor vida ahora”. Sí, he visto lo que esas llamas de acción profética pueden conseguir, lo que pueden lograr y ¡sí que necesitamos conseguir esas cosas! Porque cuando miro alrededor... amigos, cuando miro alrededor, ¡hay tanto por hacer! Y francamente tanto que podemos hacer ahora. Sin embargo… ¡tenemos tan poco tiempo para hacerlo! Las necesidades son tan grandes y tenemos en la actualidad tantas posibilidades de satisfacerlas, que sólo quiero salir y comprarme esa excavadora, ¡sí! Atizar ese fuego y agarrar esa máquina amarilla JCB que sacude la tierra y poner de revés esa montaña; construir ese túnel, vadear ese arroyo, hacerme un camino a través de ese río poderoso, porque como dice una canción tengo “esperanzas elevadas, altas como el cielo” de que podremos mover ese árbol de caucho. ¡Sí señorrrr! Movamos esa máquina donde se nos antoje. ¡Podemos hacerlo! Sacudámoslo… ¡sí! Démosle forma a esa cosa llamada nuestro destino, a esa cosa llamada nuestras posibilidades, ¡sí! ¡vamos arriba, abajo, despabilémonos, y hagámoslo, nenes, porque estamos preparando personas para la vida! Estamos preparando personas para el cambio, para que sean mejores, para que mejoren la sociedad y las naciones del mundo. ¡Aleluya y a la caaaaarga! ¿No has oído que “¡podemos hacerlo!”?

Peterson (en el libro que mencioné anteriormente) señala cómo la generación actual de la iglesia (creo que la Iglesia Laodicea) ha acogido incondicionalmente y de tal manera el mito Prometeico, que “nos hemos permitido ser nombrados en la lucha contra los límites, comprometidos a elevar el estándar de vida: máquinas más grandes, pollo más barato… utilizando sin sentido crítico los medios que el mundo ofrece… tan aplaudidos sin sentido crítico y tan inmediatamente disponibles… nos hemos unido a la lucha por mejorar la vida para todos con cualquier medio disponible… el problema es que Prometeo no ora, hay mucho por hacer y muy poco tiempo para ello”. ¿Lo entendieron? ¡Prometeo no ora!

Recuerden que en la leyenda Prometeo redimió a la humanidad de la tiranía de la mortalidad, haciendo que los mortales dejaran de prever su destino personal, sembrando en ellos esperanzas ciegas y, al final, robando fuego de los dioses para dárselo a la humanidad para su propio placer, beneficio y progreso contínuo y tecnológico!

Peterson tiene razón en su afirmación respecto a los profetas y su falta de oración, porque si hay dos cosas que caracterizan tanto al pastorado presente como a la comunidad postmodernista de los santos son, primero que todo, una falta evidente de oración, y en segundo lugar, una falta de preparación para una buena muerte. En menos de un siglo, más de 6000 millones de personas morirán en este planeta. Ciertamente que esto es algo para lo que deberíamos prepararnos, y al hacerlo, esa preparación para la muerte convertiría nuestras cortas vidas en viajes bautizados en el río cálido, húmedo y siempre vivo de la oración. ¡Esto no es un pensamiento lamentable, sino que es el pensamiento bíblico! Hay tanto por hacer y tan poco tiempo para ello, que realmente debemos orar y mucho, mucho más. Sin embargo la obra, la obra hecha por el hombre ciego, nos ha exprimido toda nuestra oración.

Díganme, ¿tienen un fuego Prometeico en su caldera personal esta noche? Después de todo, ¿de dónde están obteniendo su calefacción central? ¿Qué está incrementando la fuerza de su vapor personal, del vapor de su iglesia y de su misión? ¿Han contado sus días? ¿Han pensado y piensan en su mortalidad, y viven la vida según su sombra eterna de perpetuación? Si descubren que la idea de la última pregunta resulta derrotista o incluso repugnante, entonces puedo prácticamente garantizarles, pastores, hermanos, hermanas, amigos y compañeros, que tienen algún tipo de fuego Prometeico en sus calderas, y les digo que tienen que apagarlo. Porque si no lo hacen, con toda certeza los quemará. Señalen las palabras que les digo. Señálenlas.

Sí, las mejores dos cosas y además las más bíblicas que pueden hacer, son orar y prepararse para su deceso final. Piensen en eso esta noche.

Medita: “Pero Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario y, poniendo en ellos fuego e incienso, ofrecieron ante el Señor un fuego que no tenían por qué ofrecer, pues él no se lo había mandado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió, y murieron ante él.” Leviticus 10:1-2

Ora: Señor, enséñame a orar. Señor, enséñame a contar mis días. Porque Señor, amo este extraño poder Prometeico. ¡Simplemente lo amo! No deseo ser un ludita, Señor, pero sí te pido que apagues el fuego falso y que luego, mi Señor, envíes el fuego Santo de Tu trono. Te lo pido en nombre de Jesús. Amén.

 

Thursday, May 26, 2011

May | 26 | UDejen que el jugo… ¡suelte! Sírvanlo como el sushi

Palabra para meditar – RESPETABLE

Marcos 12:37b
“La muchedumbre lo escuchaba con agrado.”

Dejen que el jugo… ¡suelte! Sírvanlo como el sushi


Recuerdo cuando declamé algunas poesías en la ciudad de Brighton delante de unos cuarenta tipos sin hogar, somnolientos y muy, muy rudos. Fueron sorprendentemente bien recibidas. Después de eso, un hombre con apariencia de Einstein, aparentemente culto y de rostro grisáceo, se me acercó y me dijo: “Sólo quería decirle lo mucho que aprecio su poesía y especialmente su forma de declamarla en público. Por supuesto sabe que está siguiéndole los pasos al gran inglés, Chaucer, quien igualmente se comunicaba muy bien en la lengua vernácula de su tiempo”. Realmente me sentí muy bien con sus comentarios, y por eso, cuando llegué a casa, lo primero que hice fue compartir la gran comparación que habían hecho de mí, con la orgullosa aguafiestas de mi hogar, mi esposa, quien sencillamente dijo “Hmmm, sí, Chaucer. Él también era crudo”. Típico. ¿De todas formas ella qué sabe?

Desafortunadamente hemos disminuido cada vez más el poder que tiene la Biblia, al hacerla sólo digna de un palacio en vez de digna del pavimento; al hacerla un libro para los estudiosos en vez de un libro para la acera. La gente común escuchaba a Jesús gustosamente, y puedo garantizarles que Él no usaba el lenguaje majestuoso de la versión Reina-Valera. La gente común: esa era la que lo escuchaba, esa fue la que lo recibió... ¡con gusto! No estoy hablando tampoco aquí de reducir el nivel intelectual, sino más bien de equiparnos con las palabras de hoy en día.

Necesitamos ganar otra vez algo de credibilidad en las calles cuando hablamos de las Escrituras. No obstante, antes de que eso suceda, necesitamos aflojar las poderosas fauces del león, y permitirle que ruja una vez más. Me pregunto si es que la Palabra de Dios escondida y diluida que estamos pregonando ahora, que durante los años también hemos disfrazado tan ajustadamente como un pequeño poodle blanco con rosado, vistoso y remilgado, es francamente demasiado vergonzosa como para sacarla a las calles. Porque nuestro uso incorrecto de ella en este sentido (y eso es lo que supone la dilución de la Palabra de Dios: un total uso incorrecto) le ha robado su poder asombroso y la ha avergonzado por completo. ¡Dios, ayúdanos por favor! Porque esta Palabra en su forma no diluida, es el mismísimo jugo dador de vida que cae de las hojas del árbol de la vida cuando se le exprime. Así que ¡sí señores! Necesitamos dejar que el jugo suelte incluso si ocasiona “que un disgustado de Tunbridge Wells” escriba muchas cartas. ¡Dejen que el jugo suelte!

Sin embargo, antes de que soltemos una vez más este jugo, me pregunto si necesitamos soltar a la mayoría de cristianos que leen ese libro jugoso, y especialmente a esa gentecita asustada que hemos enviado al consultorio dentista del seminario, en donde les han extraído todos sus dientes, y en donde los atuendos rústicos y listos del profeta han sido reemplazados por una respetabilidad bien arreglada y casual. ¡Señor Dios! (y esa es una oración de invocación), odio la respetabilidad. ¡De verdad! Es que verán… reconozco que esos cristianitos agradables que hablan educadamente le han hecho más daño al Reino de Dios que todo el daño que el diablo pudo haber causado jamás.

Tengo dos cosas con las cuales dejarlos en esta noche.

Primera una ecuación, y francamente tal vez soy sólo yo, pero en verdad encuentro que en mi vida, cuanto más virtuoso me hago en la experiencia y la práctica, menos pretenciosamente respetable parezco y actúo en lo externo. ¿Qué sentido está cobrando tu vida en términos de respetabilidad de la clase media, de la Inglaterra tradicionalista y conservadora en esta noche?
Segunda, que cuando un halcón con ojos de lince, pico afilado y garras planea, así sólo sea sigilosamente, por el lado de los nidos asentados de las colonias de estorninos, los pajaritos lo atacan. Profeta. Jesús el predicador de las calles. Presta atención a los pequeños y dulces estorninos porque no son tan dulces como puedes pensar, y te digo, no quieren que su lindo nidito se altere mucho, especialmente si su religión está en condiciones agitadas.
Incluso así y no obstante, recuerda beber la Biblia en su forma no diluida. Sí, recuerda sencillamente dejar que el jugo suelte; y siempre, predicador, insisto, siempre, sírvelo como el sushi: ¡crudo!

Medita: “Instigaron a unos hombres a decir, ‘Hemos oído a Esteban blasfemar contra Moisés y contra Dios.” Hechos 6:11

Ora: Líbranos oh Dios de todos los dulces y veloces estorninos y de todos los “Disgustados de Tunbridge Wells”; sí, líbranos de todos los cobardes de los púlpitos, plantados en macetas de cementerio y colocados pulcramente en viejos púlpitos barnizados, que odian ser perturbados y detestan perturbar a otros. No nos des rellenos de oro, Señor. ¡No! Puedes quedarte con toda esa basura inútil Señor, pero en su lugar, por favor haz crecer en nosotros un par nuevo de caninos afilados y concédenos ese rugido bien gutural y lleno de testosterona que tenían los profetas de antaño. Señor, deja que el jugo suelte y danos algo de “credibilidad popular” una vez más. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Wednesday, May 25, 2011

May | 25 | ¿Les dije que estuve en prisión?

Palabra para meditar – RETORCER

Filemón 8,9
“Por eso, aunque en Cristo tengo la franqueza suficiente para ordenarte lo que debes hacer, prefiero rogártelo en nombre del amor. Yo, Pablo, ya anciano y ahora, además, prisionero de Cristo Jesús.”

¿Les dije que estuve en prisión?

A continuación les presento mi versión interlineal de la carta de Pablo a Filemón. Por favor no se ofendan por este intento por decir las palabras que me parece subyacen en las líneas de esta carta. He, sin duda, posiblemente e incorrectamente atribuído al gran apóstol, pensamientos que tal vez nunca siquiera entraron en su cabeza...¿podrá ser? En cualquier caso, sí espero que esto les dé una idea de las prácticas eclesiásticas de este gran Apóstol de los Gentiles, y que les ayude a encontrar el humanismo de esta carta inspirada de Filemón, que siempre resulta deliciosa de leer. Es una de mis epístolas favoritas del Nuevo Testamento y siempre me hace sonreír. Bueno, aquí vamos…

“Esta pequeña nota es de Pablo, (y a propósito, estoy en prisión por servir a Cristo y a los demás, de la forma en que los serví a ustedes, ¡sí, a ustedes! Un esclavista libre) y Timoteo (quien también, sólo para que lo sepan, está editando esta carta personal y conoce su contenido).

A Filemón nuestro querido amigo y colaborador (y no eres un colaborador en prisión, amigo…. ¡estás libre!) 2 a la querida Apia, a Arquipo, nuestro compañero de lucha, y a la iglesia que se reúne en tu casa (quiero asegurarme de que todos los que están contigo también lean esto).

3 Gracia a ustedes y paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (Van a necesitarlas para el momento en que terminen de leer esto…)

4 No dejo de dar gracias a Dios siempre que me acuerdo de ti en mis oraciones, 5 porque he oído hablar del amor y de la fe que muestras hacia el Señor Jesús y en favor de todos los santos. (incluyendo y especialmente, al que te encomiendo con esta carta. Sí, ¡quiero decir a Onésimo!) 6 Que tu participación en nuestra fe común te lleve al perfecto conocimiento (si por supuesto no lo arruinas al rechazar lo que estoy a punto de decirte) de todo el bien que posees por la unión con Cristo. 7 Por mi parte, yo he experimentado una gran alegría y me he sentido reconfortado por tu amor (¡Sí! ¡Amor! Alegría, Consuelo, compasión… ah, y no olvides, ¡amor! Tú buen chico, tú) viendo cómo tú, querido hermano, aliviabas las necesidades de los santos (eres un buen tío, eres mi ‘hermano’. Tú, mi amigo, eres el que me confortas, P.D. Consuélame ahora enviándome de vuelta a Onésimo).

8 Por eso, aunque tengo absoluta libertad en Cristo para ordenarte lo que debes hacer (soy un apóstol, ¿no? Pero tú y yo somos amigos) 9 prefiero en nombre del amor (tú eres un tipo amoroso, ¿recuerdas?) suplicarte (desde una posición muy inferior a esa grandeza que actualmente imagino de ti, tú, el que antes me daba alegría, tú. ¡Tú antiguo amigo consolador!) Yo, Pablo, ya anciano (aahahhh, el viejo y buen Pablo. El bueno y pobre de Pablo, ¿y te dije que estaba en prisión? ¿no?) y ahora también prisionero de Cristo Jesús (¡te lo dije!), 10 te suplico en favor de mi hijo Onésimo (sí, ese sinvergüenza que salió disparado de tu servicio y que ahora me es tan querido como un hijo, incluso como mi propio hijo, incluso como otro Timoteo para mí. ¡Así que cuidado con lo que dices!), al que engendré en la prisión (¿te dije que estaba en prisión?). 11 el que antes no te era de ninguna utilidad, pero ahora te será muy útil, para ti al igual que como lo es para mí (no olvides la última parte… “como lo es para mí”).

12 Te lo devuelvo (tenemos que solucionar eso); recibe en su persona mi propio corazón (Pablo, el anciano, el pobrecito de Pablo… ¿y te dije que estaba en prisión?) 13 Con gusto lo hubiera retenido a mi lado (y por cierto, si así lo dijeras, todavía quiero retenerlo a mi lado), para que me sirviera en tu nombre mientras estoy prisionero a causa del Evangelio (te dije que necesito que me sirva a mí. Oh, a propósito, ¿estás seguro de que no dije a ti, un hombre libre, que estoy en prisión?) 14 Pero no he querido realizar nada sin tu consentimiento, para que el beneficio que me haces (en otras palabras, amigo, cualquier incumplimiento público respecto a mi sugerencia será considerado por los demás como un perjuicio) no sea forzado (bueno, no abiertamente por lo menos), sino voluntario.

15 Tal vez, él se apartó de ti por un instante, a fin de que lo recibas para siempre, 16 no ya como un esclavo, sino como algo mucho mejor, como un hermano querido, especialmente para mí (¿te dije que lo necesitaba para que me sirviera? ¿Y no te dije también que estoy en prisión?) , cuánto más lo será para ti, que estás unido a él por lazos humanos y en el Señor.

17 Por eso, si me consideras un amigo, recíbelo como a mí mismo (Pablo, el viejo prisionero). 18 Y si él te ha hecho algún daño o te debe algo, anótalo a mi cuenta. 19 Lo pagaré yo, Pablo, (aunque no creo que tomes nada de Pablo, el pobrecito y viejo prisionero) que firmo esta carta de mi puño y letra. No quiero recordarte que tú también eres mi deudor, y la deuda eres tú mismo (sin mencionar que, por supuesto… no, sin mencionar que tú estás en gran deuda conmigo. ¿Mencioné eso? ¡Me debes hermano!) 20 Sí, hermano, préstame ese servicio por amor al Señor y tranquiliza mi corazón en Cristo (acéptalo, resuélvelo, envíalo de regreso. Estoy en prisión y lo necesito. Refréscame).

21 Te escribo confiando plenamente en tu obediencia, sabiendo que tú harás más todavía de lo que yo te pido (porque eres un buen tipo. Un tipo libre y yo soy un tipo viejo, a quien le debes, y que además, a diferencia de ti, ¡está en prisión!) 22 Prepárame también un lugar donde alojarme (sin importar lo que hagan, tendrán que enfrentarme en algún momento), porque espero que, por las oraciones de ustedes, se les concederá la gracia de que yo vaya a verlos.

23 Te saluda Epafras, mi compañero de prisión en Cristo Jesús, 24 así como también Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores (hay al menos otros cinco tipos bien conocidos y de influencias junto conmigo, que conocen de las razones y de la solicitud de esta carta privada).

25 Que la gracia del Señor Jesucristo esté con tu espíritu. Amén.

Medita: “Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito.” 2ª Corintios 7:6

Ora: Señor, gracias por el Consuelo verdadero y la ayuda real que nos concedes por medio de la administración y el ministerio de otras personas reales. Gracias, Señor. Amén.



Tuesday, May 24, 2011

May | 24 | Los profetas y los especuladores

Palabra para meditar – JUSTO

Nehemías 5:1-7
“Los hombres y las mujeres del pueblo protestaron enérgicamente contra sus hermanos judíos, pues había quienes decían, ‘Si contamos a nuestros hijos y a nuestras hijas, ya somos muchos. Necesitamos conseguir trigo para subsistir.’ Otros se quejaban, ‘Por conseguir trigo para no morirnos de hambre, hemos hipotecado nuestros campos, viñedos y casas.’ Había también quienes se quejaban, ‘Tuvimos que empeñar nuestros campos y viñedos para conseguir dinero prestado y así pagar el tributo al rey. Y aunque nosotros y nuestros hermanos somos de la misma sangre, y nuestros hijos y los suyos son iguales, a nosotros nos ha tocado vender a nuestros hijos e hijas como esclavos. De hecho, hay hijas nuestras sirviendo como esclavas, y no podemos rescatarlas, puesto que nuestros campos y viñedos están en poder de otros.’ Cuando oí sus palabras de protesta, me enojé muchísimo.Y después de reflexionar, reprendí a los nobles y gobernantes, ‘¡Es inconcebible que sus propios hermanos les exijan el pago de intereses!’ Convoqué además una gran asamblea contra ellos.”

Los profetas y los especuladores


Después de soportar varios huracanes en el sur de la Florida y de sobrevivir sus consecuencias, fue allí que como británico, escuché por primera vez el término “graduación de precios” y lo vi puesto en práctica de manera inescrupulosa.

La “graduación de precios” se refiere a colocar precios a los productos a menudo muy por encima del precio comercial, cuando no hay ninguna otra opción de venta disponible. En Inglaterra llamamos a esto especulación. Los gobiernos por supuesto, y en especial las autoridades locales, desaprueban esta práctica y están muy en contra de ella, incluso imponiendo todo el peso de la ley contra los especuladores que la practican. Eso es, a menos que ellos o sus compañeros corporativos, a menudo más grandes y poderosos, también la estén practicando. Todos nosotros buscamos socorro, seguridad, satisfacción y poder al tener más de lo necesario. Sin embargo, si eres parte del gobierno o de las grandes empresas, estar en una posición en la que se tenga “mucho, mucho más de lo necesario” es aparentemente muy seguro y poderoso, incluso si esto ocurre a expensas de otros. Sí, me da pena decir que a menudo los peores ofensores en graduación de precios y en especulación, especialmente en tiempos de paz, son nuestros propios gobiernos y las grandes compañías nacionales.

No era diferente en los tiempos de Nehemías. Los exiliados habían regresado de Babilonia para realizar la reconstrucción física de la ciudad capital y de toda su infraestructura económica de apoyo. Esta redención de la tierra, de la sociedad y del pueblo, fue un trabajo masivo, costoso y de mucho sacrificio. ¿Y adivinen qué? Los ricos israelitas estaban graduando precios con los pobres trabajadores. ¿Y adivinen qué? Los ricos gobernantes estaban ganando con la grave situación de los pobres trabajadores. Con sus prácticas auto-indulgentes, los ricos y las clases dominantes se mantenían económicamente seguros y poderosos, garantizando así, para el futuro, su constantantemente egoísta buena economía, y todo esto a expensas terribles de sus hermanos más pobres, que estaban hambrientos, endeudados hasta el límite y que vendían a sus hijos a la esclavitud. Si pensamos en ello, la mayoría de nosotros en este mundo, incluso hoy en día estamos en esa misma posición pobre.

La respuesta a esto en el tiempo de Nehemías no fue tanto una política de comercio justo sino más bien una política misericordiosa. La repuesta no fue el comunismo, ni tampoco el consumismo. No. El comienzo de la respuesta a esta usura insoportable, a esta especulación arrebatadora, a esta graduación de precios perniciosa, fue vergonzosa, ofensiva e hizo temblar a todos los que estaban involucrados. Se llevó a cabo en términos de una condena, comparación, mandato y maldición profética muy poderosa. Hoy en día necesitamos lo mismo. Nosotros, la iglesia, deberíamos sentir vergüenza, porque pareciera que la famosa calle Fleet tuviera más personas valientes y con el espíritu de profecía en ellos, que nosotros. Tenemos un largo camino por recorrer para probar y recuperar nuestra voz profética. No es de extrañar que el mundo no nos escucha, porque en nuestro silencio, somos terriblemente cómplices de los pecados de nuestra nación.

Medita: “Lo que están haciendo ustedes es incorrecto. ¿No deberían mostrar la debida reverencia a nuestro Dios y evitar así el reproche de los paganos, nuestros enemigos? Mis hermanos y mis criados, y hasta yo mismo, les hemos prestado dinero y trigo. Pero ahora, ¡quitémosles esa carga de encima! Yo les ruego que les devuelvan campos, viñedos, olivares y casas, y también el uno por ciento de la plata, del trigo, del vino y del aceite que ustedes les exigen. ‘Está bien,’ respondieron ellos, ‘haremos todo lo que nos has pedido. Se lo devolveremos todo, sin exigirles nada.’ Entonces llamé a los sacerdotes, y ante éstos les hice jurar que cumplirían su promesa. Luego me sacudí el manto y afirmé, ‘¡Así sacuda Dios y arroje de su casa y de sus propiedades a todo el que no cumpla esta promesa! ¡Así lo sacuda Dios y lo deje sin nada!’ Toda la asamblea respondió, ‘¡Amén!’ Y alabaron al Señor, y el pueblo cumplió lo prometido.” Nehemías 5:9-13

Ora: Señor, envíanos políticos ungidos con una voz profética poderosa y luego Señor, envíalos a los salones de juntas y a juntas del Gabinete, envíalos a los bodegas y a las cenas; envíalos a las comunidades armadas, envíalos a ordenar en contra de las maldiciones, para que la gente pueda ser plenamente liberada de la esclavitud económica. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Monday, May 23, 2011

May | 23 | Construyendo Iglesias parecidas a Barbados

Palabra para meditar – IMAGINAR

Apocalipsis 12:10-12
“Luego oí en el cielo un gran clamor, ‘Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte. Por eso, ¡alégrense, cielos, y ustedes que los habitan! Pero ¡ay de la tierra y del mar! El diablo, lleno de furor, ha descendido a ustedes, porque sabe que le queda poco tiempo.’”

Construyendo Iglesias parecidas a Barbados

El agua cubre dos terceras partes de nuestro planeta. Dios se goza con el agua. Sin embargo, Dios también se deleita con el aire; después de todo ¿no lo respiró durante 33 años? Sí, como nosotros, Jesús tuvo su primera y última respiración y, por supuesto como Él, nosotros también respiraremos una vez más, incluso después de la muerte.

En este nuestro mundo cuatridimensional, también es evidente que Dios disfruta colocando a sus criaturas en medios diferentes. Es por eso que encontramos criaturas hechas para el agua y criaturas hechas para la atmósfera y la tierra, y de hecho, en todos estos medios, encontramos la presencia de las criaturas de Dios tanto debajo de ellos, como en ellos y entre ellos. Sí, interesantemente, Dios también hace criaturas que pueden habitar todos estos medios a diferentes profundidades. Un ave marina, por ejemplo, puede tener su nido en las rocas, caminar en la tierra, volar por los cielos y sumergirse en las profundidades para pescar su alimento en las aguas. Por lo tanto tenemos medios definidos creados por Dios, con varias profundidades diferentes en las que la ocupación se superpone.

Tan sólo hace un tiempo, en el año 2008, se emitió un video que mostraba el récord mundial actual del “vuelo de un pez” conseguido por un competidor desconocido que se deslizó durante 45 segundos completos, “volando” a alrededor de 20 millas por hora y sacando espuma de las olas de la costa japonesa de la Isla de Yakushima. ¡Sorprendente! Por supuesto que estoy hablando de un pez, y en particular de los Exocétidos del mar (Exocoetidae, o peces voladores) que son una familia de cerca de 50 especies y que se encuentran en la mayoría de aguas tropicales y subtropicales del mundo.

Hay dos razones principales que se adjudican a este vuelo de estos peces. La primera, que están intentando escapar de los depredadores y pues qué mejor manera de hacerlo que abandonar el medio en el que los depredadores habitan. La segunda, ¡vuelan sencillamente porque pueden! Y quién puede culparlos, porque ¿quién de nosotros se atrevería a prohibirle a un pez que volara? Es que por favor… ¡tiene que ser aburrido tener que estar nadando todo el tiempo!

Nosotros los cristianos, desde nuestros inicios más primitivos, hemos estado clasificándonos y haciendo de nosotros imágenes de peces, lo que supongo que se percibe especialmente con el uso difundido del símbolo del ictus. De manera similar al pez volador, en Cristo hemos podido habitar ambos medios: el del mundo material y el del mundo espiritual. Con seguridad, en algún momento todos nosotros levaremos nuestras anclas corporales y remontaremos vuelo hacia mundos desconocidos, pero incluso entonces, no será sino hasta la adopción, incluso hasta la resurrección de nuestros cuerpos, que una vez más podremos habitar plenamente el mundo material, para respirar una vez más y también para estar más capacitados para a la vez habitar mejor el mundo espiritual. Es que somos creados para ocupar varios medios en al menos dos dimensiones muy diferentes.

Sin embargo, esta noche quiero sugerir que nosotros somos como el pez volador, en esas mismas dos razones tan claras por las cuales ellos también vuelan. Es decir, primero para escapar de nuestros depredadores y segundo porque podemos.

Primero, nosotros los peces volamos para escapar de nuestros depredadores. Estoy hablando a nivel espiritual en este punto. Porque en su mayoría (aunque no completamente), nuestros depredadores habitan el ámbito espiritual. Justo por encima de la superficie del mundo material, las fuerzas oscuras del enemigo se manifiestan en la locura, las mentiras, los engaños, las depresiones, las dolencias, las debilidades, las enfermedades de toda clase, y esclavitudes en abundancia aguardan con estas mismas cadenas, cubiertas de raptores demoníacos y con garras, que quieren amarrarnos una vez más. Sí, con enormes ojos enfurecidos y rojos como la sangre, se arrastran expectantes, pasando esos grillos maníacos de una garra a la otra, esperando que se abra una puerta para entrar y encadenar una vez más a los hijos de Dios, después de haber estado libres durante tanto tiempo. Entonces hay ocasiones en las que nosotros, pececitos, al encontrarnos con estas miradas hambrientas y furiosas y al escuchar el tintineo de esas cadenas de hierro pesadas y ganchudas, tenemos que batir rápidamente nuestras colitas y deslizarnos por la superficie de esta interfase material y espiritual, huyendo de estas sirenas de la locura hambrientas de avaricia, y planear hacia la seguridad que nos ofrece la mano justa de Dios.

Porque allí y solamente allí, sobre el trono de misericordia bañado de sangre, todas las acusaciones, imposiciones y maldiciones del enemigo son enviadas a la tumba y enterradas en lo más profundo de la fosa, donde pertenecen. Cristiano, cuando te encuentres en las garras del enemigo, huye y busca a Jesús.

Segundo, nosotros los peces volamos porque podemos. Hay un gozo al estar en la presencia consciente de Jesús. En mi caso sin embargo, debo confesar que en el momento presente no soy uno de esos peces de esa permanencia contínua y consciente, sino que más bien soy uno de esos pequeños pececillos, que la mayor parte vuelan para vencer ese temor a los depredadores y que solo en ocasiones, a través del deseo, sí, sólo en ocasiones a través del deleite y del anhelo sincero, de vez en cuando se desliza por la interfase del mundo material y espiritual para estar conscientemente con Jesús. No lo hago lo suficiente. ¿Y ustedes?

Como la mayoría de los peces, necesito estar en una escuela. Necesito estar con otros peces que vuelen, para que en comunión podamos disfrutar juntos de la hazaña. Quizá después de semejantes vuelos públicos y comunitarios, yo mismo podría volar mucho más en privado. Seguramente entonces, nuestros tiempos de adoración conjunta en la iglesia de Jesucristo, serían como las playas soleadas de Barbados, la tierra de los peces voladores, en donde el cielo azul está lleno de escamas destellantes de plata, todas brillando con la luz del Hijo. Cuéntenme, ¿cómo es su adoración comunitaria en el Día del Señor? ¿Es usted “llevado” a las playas de Barbados o se quedan para comer panqués en Bridlington? (Sin ofender). Pero el asunto es éste: en nuestras iglesias ¿nuestra oración, alabanza y predicación nos motivan a deslizarnos por este medio y volar hacia Jesús? ¿Son nuestras iglesias lugares en donde los peces podrán volar, o tan solo se sacudirán dentro del bote? A mí me parece que tenemos que tener más iglesias parecidas a Barbados, de las que ahora tenemos parecidas a Bridlington (sin ofender). La pregunta es, dentro de nuestras iglesias, la oración, la alabanza y la predicación ¿nos anima a salir de este medio y volar hacia Jesús? ¿Están nuestras iglesias donde los peces pueden volar libremente o simplemente donde pueden revolotear dentro de un bote? Me parece que necesitamos tener más iglesias como las de Barbados, que las que actualmente tenemos como las de Bridlington (sin ofender).

Medita: “¡Cómo quisiera tener las alas de una paloma y volar hasta encontrar reposo! Me iría muy lejos de aquí; me quedaría a vivir en el desierto. Presuroso volaría a mi refugio, para librarme del viento borrascoso y de la tempestad.” Salmos 55:6-8

Ora: “...Y con el último latido de mi corazón, me despediré del mundo con un beso y me iré en paz, y reiré junto a la Gloria, y volaré hacia Jesús, volaré hacia Jesús, volaré hacia Jesús ¡y viviré! (Tomado de un “Himno desconocido” – Chris Rice).



Sunday, May 22, 2011

May | 22 | Dos judíos entre los cuales escoger

Palabra para meditar – ESCUCHA

Mateo 15:8-9
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón esta lejos de mí. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas.”

Dos judíos entre los cuales escoger


“Yo trabajo con palabras, y permítanme decir que éstas pueden ser herramientas útiles de camuflaje. Por ejemplo, háganme una pregunta constante que me tiente a quedar al descubierto, y con tan sólo unos cuantos adjetivos calificativos les entregaré una foto caricaturesca para su investigación, estimulación y curiosidad, mientras que el verdadero yo estará huyendo y escondiéndose en los bosques más profundos de mi alma. Tal vez nunca me encuentren, porque soy tan evasivo como el Yeti en los picos nevados de las montañas frías y azotadas por el viento, esas montañas de su búsqueda.

“Trabajo con palabras. Atáquenme y verán cómo me defiendo. En ocasiones con devastación violenta y verbal, pero con mayor frecuencia con una bomba de tiempo escondida en un regalo sorpresa, en una caja inquietante de chocolates, que explotará en su cabeza y mutilará su corazón después de la medianoche. Prefiero el terrorismo secreto de una palabra oscura, y hacer sutil alusión a su depravación, escondida en una ambigüedad agradable y pública.

“Trabajo con palabras. Acúsenme y escaparé del torrente en curso, les daré vueltas, encontraré su punto débil y haré de ello el verdadero centro de atención. Romperé sus costillas poniendo unas palabras en el lugar adecuado y sentirán el dolor para siempre.

“Trabajo con palabras. Búsquenme y hallarán un artista, cubierto de flores y plumas, destellando luces de sus cómicos vestidos de lentejuelas, con todos los colores de un arco iris formado por el sol sobre una cascada selvática al medio día. Soy diversión para sus espectáculos, y mientras ustedes se divierten, mi ser secreto se mofa de ustedes desde lejos. Ustedes, ciegos tontos.
“Trabajo con palabras. Palabras afiladas que como una navaja larga se deslizarán por la tierra negra y húmeda de su alma y encontrarán el tintineo de una mina terrestre, la difundirán y luego sí... los atraparé. Muy a su pesar.

“Trabajo con palabras. Palabras amables, palabras santas, palabras majestuosas, palabras nobles y palabras atractivas intelectualmente; palabras sobre las cuales cabalgaré lenta y certeramente; siempre más alto, subiendo en mi elevador, construido por el hombre pero que yo coloqué en el juicio de su mente. Me levantaré y lo agradecerán. Me respetarán.

“Trabajo con palabras. Trabajo con la destrucción. Coloco las bombas incendiarias de la insinuación en los sótanos especuladores de los grandes edificios, y como un pirómano enfermo, me quedo en medio de la multitud para contemplar el incendio.

“Trabajo con palabras. Soy un camaleón, soy el máximo hipócrita, el elegante fariseo emplumado del servicio del domingo en la mañana, al que vienen y pagan por ver.

“Trabajo con corazones. Mis palabras desnudan el alma, sutilmente, como una enfermera que cambia el vendaje lleno de pus de un paciente con quemaduras de tercer grado. Incluso es doloroso. Y me conocerán.

“Trabajo con corazones. Como un plomero sudoroso que arrodillado y mostrando su trasero balancea un soplete ardiendo sobre sus tuberías de plomo, frías y oscuras, yo quitaré la obstrucción, repararé la fuga, y con mi sudor, con mi sangre carmesí y de soldadura de plata, otra vez hallarán calor. Y me conocerán.

“Trabajo con corazones. Como un albañil con su mazo, desesperado y sin máscara o gafas protectoras, avanzando entre el polvo de ladrillo pulverizado, yo golpeo y derribo su muro hecho de ladrillos, en el que usted está muriendo sin luz, sin aliento, sin comida, esposado y torturado por las lúgubres visitas nocturnas del loco. Yo los rescataré. Los liberaré. Los alimentaré.

Quebraré los dedos del ladrón de la noche y no lo sentirán más. Y me conocerán.

“Trabajo con corazones. Recojo la basura que usted deja. Apilo sus desperdicios y los quemo delante de usted mientras se aprieta la nariz con un gancho de ropa. Yo soy quien inicia el fuego, el que hace la carne asada en su mañana en la playa, el que sonriente prepara la sopa, parte el pan en el fregadero, sirve el café caliente de la mañana, invitándolos a que después de frotarse los ojos, y se estiren, se paren firmes y respiren profundamente frente a la hermosa claridad del día. Comeremos juntos en la mañana. Y me conocerán.
“Hay una diferencia entre el Judío de la letra y el Judío del Espíritu. Disciernan la diferencia, y me conocerán”.

Medita: “Lo exterior no hace a nadie judío, ni consiste la circuncisión en una señal en el cuerpo. El verdadero judío lo es interiormente; y la circuncisión es la del corazón, la que realiza el Espíritu, no el mandamiento escrito. Al que es judío así, lo alaba Dios y no la gente.” Romanos 2:28-29

Ora: Señor, que las perforaciones de mi lengua reflejen el corte de mi corazón, la mismísima circuncisión de mi alma descubierta plenamente delante de Ti. Señor, hazme trabajar con las palabras del Espíritu y no con la letra; que pueda yo ser un Judío completamente agradable a Ti, mi Jesús, Rey de los judíos. Amén.



Saturday, May 21, 2011

May | 21 | Menos que bastardos – la posición de los pueblos parias

Palabra para meditar – POSICIÓN

Josué 9:22-27
“Entonces Josué llamó a los gabaonitas y les reclamó, ‘Por qué nos engañaron con el cuento de que eran de tierras lejanas, cuando en verdad son nuestros vecinos? A partir de ahora, ésta será su maldición: serán por siempre sirvientes del templo de mi Dios, responsables de cortar la leña y de acarrear el agua. Los gabaonitas contestaron, ‘Nosotros, servidores suyos, fuimos bien informados de que el Señor su Dios ordenó a su siervo Moisés que les diera toda esta tierra y que destruyera a todos sus habitantes. Temimos tanto por nuestra vida que decidimos hacer lo que ya saben. Estamos a merced de ustedes. Hagan con nosotros lo que les parezca justo y bueno. Así salvó Josué a los gabaonitas de morir a manos del pueblo de Israel. Ese mismo día Josué los hizo leñadores y aguateros de la asamblea israelita, especialmente del altar del Señor que está en el lugar que él mismo eligió. Y así han permanecido hasta el día de hoy.”

Menos que bastardos – la posición de los pueblos parias


Israel, al no buscar el consejo de Dios, ha sido engañado para que establezca una alianza protectora indeseada con los gabaonitas. Los gabaonitas conservaron la vida, pero ellos y sus descendientes fueron maldecidos con una esclavitud perpetua y servil. Eran una clase protegida pero aun así, para todo Israel eran una clase paria. De hecho, eran los intocables dentro de Israel, y quienes finalmente vivirían en los suburbios del templo y en las ciudades levíticas. Fueron los gabaonitas quienes también fueron masacrados y asesinados por Doeg el edomita, bajo la dirección del loco rey Saúl, y como consecuencia, fue más tarde el rey David, quien deseando evitar el desastre del juicio de Dios sobre Israel por haber llevado a cabo estos asesinatos en particular, también entregó a siete hijos restantes de Saúl a los gabaonitas para que dispusieran de ellos. Obviamente el resultado de esta masacre ‘Saulesca’ fue una disminución en la clase paria y fue por eso que el rey David más adelante suplió sus filas con soldados enemigos que habían sido capturados. Esta nueva captura combinada de los antiguos gabaonitas y los soldados enemigos nuevos se hizo conocida como “Los Netineos” o “Los Entregados”, estando sus tareas y responsabilidades a total discreción e instancias de los Levitas.

La posterior prostitución de Israel al perseguir dioses ajenos, condujo entre otras cosas a la adoración de Astarté, un demonio de la lujuria expresado en una figura femenina y vinculado a la llamada prostitución sagrada de la adoración a la fertilidad. Esta idolatría a Astarté realmente se desarrollaba en el templo, y con toda probabilidad, las mujeres Netineas eran participantes activas de todas sus prácticas sexuales, tanto que sus posteriores descendientes no podían rastrear en lo más mínimo a sus padres. Posiblemente por esto, el Talmud también se refiere a estos “parias sociales al servicio sagrado” como ¡menos que bastardos e hijos abandonados! Los Netineos, por lo tanto, no podían casarse nunca con los israelitas. Estaban excluidos y malditos de por vida. Sin embargo, su eventual desaparición después del regreso a la tierra, posterior al exilio, parece indicar que fueron finalmente absorbidos por la sociedad israelita general. La secta y el pecado quedaron enterrados, como pueden ver, yaciendo como una infección viral en espera de su punto de arranque. En esta noche les presentaré sólo un pequeño puñado de pensamientos deducidos a partir de la historia de esta casta circuncidada.

Primero. Que el pecado absorbido, finalmente terminará manifestándose en su momento.

Segundo. Que Dios permitió que los parias sociales entraran a Su servicio sagrado.

Tercero. Que nos guste o no (y a mí no me gusta), el Señor permitió la perpetuación de una clase paria como un recordatorio constante de aquello de lo que el pueblo de Dios había sido salvado.

Cuarto. Que este pueblo paria fue “entregado” y convertido en parte integral y vital para el funcionamiento del templo.

Quinto y último, para aquellos con verdadera visión espiritual, incluso esta posición degradada de esclavitud servil constante era, no obstante, muchísimo mejor que vivir en las tiendas condenadas de los malvados.

Piensen en ello esta noche, mediten en esta bendita maldición del pueblo paria. Ahora recuerden su posición eminente en Jesús y el privilegio de ser hijos Reales, un sacerdocio Santo que tiene el honor de poder ofrecer sacrificios espirituales al Dios Altísimo. Ustedes no son menos que los bastardos; al contrario, están por encima de los ángeles, son los hijos adoptivos de Dios.

Medita: “Prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos.” Salmos 84:10b

Ora: Señor, ayúdame a apreciar la bendición de mi posición en Jesucristo, mi Señor; porque en Él, habiendo sido levantado de la posición de paria, habiendo sido removido del listado de los que son menos que un bastardo o un hijo abandonado, ahora estoy arriba en la lista. Sí, ahora incluso he sido adoptado por Ti y poseo todos los derechos y la herencia de un Hijo de Dios. Gracias por esto, oh mi Buen Padre, en el majestuoso Nombre de Jesús. Amén.

Friday, May 20, 2011

May | 20 | Las lesbianas, la mentira de los “hermanos salvadores” y los segundos antes de la medianoche

PREPARARSE

Génesis 6:1-8
“Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y tuvieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas. Entonces tomaron como mujeres a todas las que desearon. Pero el Señor dijo, ‘Mi espíritu no permanecerá en el ser humano para siempre, porque no es más que un simple mortal; por eso vivirá solamente ciento veinte años.’ Al unirse los hijos de Dios con las hijas de los seres humanos y tener hijos con ellas, nacieron gigantes, que fueron los famosos héroes de antaño. A partir de entonces hubo gigantes en la tierra. Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal, se arrepintió de haber hecho al ser humano en la tierra, y le dolió en el corazón. Entonces dijo, ‘Voy a borrar de la tierra al ser humano que he creado. Y haré lo mismo con los animales, los reptiles y las aves del cielo. ¡Me arrepiento de haberlos creado!’ Pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor.”

Las lesbianas, la mentira de los “hermanos salvadores” y los segundos antes de la medianoche

Bajo la apariencia de conseguir una cura posible para el cáncer y otras enfermedades fatales, un día como hoy en el año 2008 de nuestro Señor, el Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, bajo el obeso y orgulloso liderazgo de ese pretendiente al trono, el Primer Ministro Gordon Brown, finalmente selló el destino de nuestra nación de una vez por todas en la furia del Altísimo. Brown seguramente será recordado en nuestra historia nacional, que pronto terminará, como el más tristemente célebre de todos los líderes, porque bajo su supervisión, sí, bajo su sorprendente estandarte de una “misión moral”, otorgó y promovió el respaldo inequívoco de un pecado tan definitivo, un pecado tan grande, que ahora ha hecho que los ojos de Dios se vuelvan hacia nosotros y nos ha convertido en el blanco de su muy enfurecido rostro. Estamos acabados.

El día de hoy en 2008, los legisladores de Gran Bretaña votaron para aprobar la utilización de embriones animal-humanos en investigaciones. Otras propuestas adicionales simplificaban los procedimientos de aprobación para los llamados “hermanos salvadores”, al igual que ofrecían mayor acceso a los tratamientos de fertilidad para las lesbianas; y también ofrecían otro voto para la supuesta “reforma del aborto”, porque incluso los asesinos están teniendo problemas para enfrentar la intensidad de la sangre humana que ha sido descargada a sus pies. Me da vergüenza decir que a pesar de que esta supuesta reforma fue rechazada, un año más tarde en 2009, comenzamos a promocionar los servicios de aborto en la televisión nacional. Cuando Dios sea rechazado de plano, cuando Su ser se vuelva extraño en aquellos que lo reflejan, entonces Su imagen será rechazada, y los hijos de los hombres se convertirán en carne para ser procesada y utilizada, carne que podrá recibir la eutanasia cuando (de manera digna, por supuesto) su utilidad para la máquina consumista haya terminado.

El proceso de hibridación humano-animal, actualmente incluye la inyección de ADN humano a un óvulo vacío de vaca o de conejo. Luego se utiliza una descarga eléctrica para engañar al óvulo de modo que empiece a dividirse de manera regular y se convierta en un embrión muy anticipado del que puedan extraerse células madre. No hay duda alguna de que esto no es nada más que ingeniería genética de seres humanos; sí, la ingeniería de un humano en algo mucho, mucho menos que humano, incluso en algo que con toda claridad no es creado a imagen de Dios, sino a imagen de la bestia. Sí, hemos abierto el camino para permitir la posibilidad de la creación ¡no de bebés de diseño sino de bestias de diseño! Ya no hay vuelta atrás para esto y me temo que la única respuesta que Dios ha dado a este problema, porque no es nuevo, ¡ha sido la aniquilación total, completa y absoluta!

La posibilidad de la exploración de embriones por características genéticas para crear los supuestos “hermanos salvadores”, en la que los padres buscan tener un hijo con unas características específicas de ausencia de enfermedades, con el único propósito de ayudar a un hermano mayor enfermo a través de un transplante de órganos o de tejidos, no está muy lejos. Para complicar aun más nuestros problemas de destrucción (si eso fuera posible), no solamente se están asesinando silenciosamente bebés a expensas públicas (aunque Dios oye sus gritos desgarradores) para luego ser utilizados como “materia prima residual para la investigación”, sino que incluso la paternidad está siendo completamente aniquilada, porque el voto “para cancelar el requerimiento de que las clínicas de fertilización in-vitro tengan que considerar la necesidad de que un niño tenga un padre” también se convirtió en ley en 2008, permitiendo con ella de la manera más simple y más pecaminosa, que las parejas de lesbianas y mujeres solteras tengan acceso más fácilmente al tratamiento de fertilización. No me digan que no hay ataque contra la paternidad. ¡No me digan que no hay ataque demoníaco contra la paternidad de Dios!
Si nosotros los cristianos de estos tiempos finales no tomamos ese voto del 2008 y todo lo demás como una gran sacudida para que empecemos a prepararnos, nosotros mismos y los demás, para la ira que ha de sobrevenirnos, entonces somos plenamente cómplices de los desastres que incluso ahora mismo y con toda seguridad están rodando lentamente hacia nosotros. El eco cristiano para el grito silencioso de los niños no nacidos, es virtualmente nulo en la tierra, aunque hay bandas que cantan con fuerza la victoria por medio de su máquina de mentiras fabricada y amplificada.

Mientras escribo, sé que éste no es un mensaje de felicidad. Mientras escribo, sé que la mayoría de cristianos están jugueteando en un río imaginario, rodando por el suelo divertidamente, cuando deberían estar llorando y lamentándose. Están cayendo en vez de levantarse; echándose y empapándose de la presencia, en vez de ponerse en pie y de pelear contra los asquerosos filisteos. Mientras tanto, entre las risas de este nuevo vino, nuestra casa se ha caído delante de nosotros, nuestra Roma arde y su fuego ardiente está derritiendo todo en su camino hacia nosotros.

Dime en esta noche, cristiano: ¿Qué es lo que estás haciendo con tu vida? ¿Reservando un vuelo para ir a conseguir otra bendición? ¿Organizando una salida al parque u otro gran día de paseo para forrar los bolsillos de más cristianos “exitosos”? Ya hace rato que debimos pagar el precio, tomar Su cruz, desenvainar Su Palabra, vestirnos de la armadura y empezar a caminar con Él a la batalla, porque les digo la verdad: Tal vez no falten más que unos segundos para la medianoche: El tiempo de rendir cuentas está llegando.

Medita: “¡Qué angustia, qué angustia!¡Me retuerzo de dolor! Mi corazón se agita. ¡Ay, corazón mío!¡No puedo callarme! Puedo escuchar el toque de trompeta y el grito de guerra. Un desastre llama a otro desastre; todo el país está devastado. De repente fueron destruídos las carpas y los pabellones donde habito.¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera y escuchar el toque de la trompeta? ‘Mi pueblo es necio, no me conoce; son hijos insensatos que no tienen entendimiento. Son hábiles para hacer el mal; no saben hacer el bien.’ Miré a la tierra, y era un caos total; miré a los cielos, y todo era tinieblas. Miré a las montañas, y estaban temblando; ¡se sacudían todas las colinas! Miré, y no quedaba nadie; habían huído todas las aves del cielo. Miré, y la tierra fértil era un desierto; yacían en ruinas todas las ciudades, por la acción del Señor, por causa de su ardiente ira.”Jeremías 4:19-26

Ora: Señor, he oído la voz de una mujer en trabajo de parto, la angustia de la que da a luz a su primer hijo. Señor, es la voz de nuestra herencia cristiana lamentándose; extendiendo sus brazos mientras dice: “¡Ay de mí! ¡Porque mi alma está cansada a causa de los asesinos!”. Por favor, Señor, restáuranos una vez más, para que podamos acabar bien. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén. (Tomado de Jeremías 4:31)

 

Thursday, May 19, 2011

May | 19 | El caos en Megido, o el consumo de la presunción

Palabra para meditar – PRESUNCIÓN

2 Crónicas 35:20-24
“Tiempo después de que Josías terminó la restauración del templo, Necao, rey de Egipto, salió a presentar batalla en Carquemis, ciudad que está junto al río Éufrates, pero Josías le salió al paso. Necao envió mensajeros a decirle, ‘No te entrometas, rey de Judá. Hoy no vengo a luchar contra ti, sino contra la nación que me hace la guerra. Dios, que está de mi parte, me ha ordenado que me apresure. Así que no interfieras con Dios, para que él no te destruya.’ Josías no le hizo caso a la advertencia que Dios le dio por medio de Necao; al contrario, en vez de retirarse, se disfrazó y fue a la llanura de Meguido para pelear con Necao. Como los arqueros le dispararon, el rey Josías les dijo a sus servidores, ‘Sáquenme de aquí, porque estoy gravemente herido.’ Sus servidores lo sacaron del carro en que estaba y lo trasladaron a otro carro, y lo llevaron a Jerusalén. Allí murió, y fue sepultado en el panteón de sus antepasados. Y todo Judá y todo Jerusalén hicieron duelo por él.”

El caos en Megido, o el consumo de la presunción

El principal de todos los hijos de David, el mismo aliento de Judá, considerado como la representación física de la sombra del Todopoderoso, Josías, el alguna vez rey niño, se yergue seguro de sí mismo en su fidelidad firme e inquebrantable hacia el Señor. Poco tiempo, pero en ese poco tiempo en su mayor parte grandioso, vivió la estrella de Judá, el rey Josías. Durante la reforma justa y sangrienta del pueblo de Dios llevada a cabo por Josías, el Libro de la ley, perdido desde hacía tiempo, aparece en el templo. Después de leer acerca de las maldiciones por venir sobre el pueblo de Israel, por culpa de sus contínuos pecados carnales de prostitución y sus festines, Josías se estremece y busca a Huldá, la gran profetisa de antaño, quien le responde diciendo: “Huldá les contestó: ‘Así dice el Señor, Dios de Israel: "Díganle al que los ha enviado que yo, el Señor, les advierto: Voy a enviar desgracia sobre este lugar y sus habitantes, según todo lo que dice el libro que ha leído el rey de Judá. Ellos me han abandonado; han quemado incienso a otros dioses y me han provocado a ira con todos sus ídolos. Por eso mi ira arde contra este lugar, y no se apagará. Pero al rey de Judá, que los envió para consultarme, díganle que en lo que atañe a las palabras que él ha oído, yo, el Señor, Dios de Israel, afirmo: Como te has conmovido y humillado ante el Señor al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, que serían asolados y malditos; y como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo. Por lo tanto, te reuniré con tus antepasados, y serás sepultado en paz. Tus ojos no verán la desgracia que enviaré sobre este lugar.’ Así que ellos regresaron para informar al rey.” 2ª Reyes 22:15-20. A pesar de la tierna bendición de Dios para Josías, en esta palabra del Señor dirigida a su pueblo caprichoso, no hay ‘peros’ ni ‘sin embargo si ustedes…’. El juicio del Señor contra sus hijos olvidadizos e idólatras es firme y se yergue tan fuerte y tan frío como concreto reforzado en una tarde húmeda de viernes.

Pienso que las reformas de Josías fueron hechas en parte con la esperanza y el deseo justo de que Dios pudiera cambiar de opinión. Sin embargo, Dios sabía que los pecados de Israel eran más profundos e incluso no habían desaparecido sino que ardían rebeldemente en sus corazones. Y por eso ahora, con fuerza sangrienta, en la tempestad furiosa, en el temblor, en el hambre y en el fuego, Jehová vendría arrasando por la corona de Su Majestad en sus corazones alimentados por el pecado, y cual bull terrier enloquecido, Sus fauces gigantes se fijarían alrededor de estos judíos tan pecadores, triturándolos hasta dejarlos hechos pedazos y devorándolos en su bien merecida confusión. Dios no tendría compasión al hacerlo.

Creo que Josías pensó que sí lo haría.

Y así, en nuestro texto para esta noche, Josías se inmiscuye para intentar abrir a la fuerza las ‘fauces’ cerradas de Jehová, y a pesar del aviso vehemente de Necao, sí, a pesar del disfraz de Josías, éste es aplastado en Megido por la muela derecha de Dios. No fue la esperanza la que le causó la muerte a Josías. No. Fue la presunción. Sí, fue la presunción la que ocasionó la muerte al gran reformador.

Hay dos observaciones terribles aquí: la primera es que los juicios más certeros e inamovibles de Dios, toman a veces mucho tiempo en llegar. Me pregunto si la fuerza de su aterrizaje no será directamente proporcional al tiempo que tardan en llegar. Creo que sí. Entonces que Dios nos ayude aquí en éstas, nuestras tierras de occidente.

La segunda es que el ardor justo y el amor celoso de los buenos reformadores, pueden hacerlos cruzar los límites de su responsabilidad. He visto muy a menudo en mi vida este principio. Es algo que se yergue seguro de sí mismo y centelleante como un poste luminoso en un cruce peatonal, gritándonos durante la noche que tengamos cuidado con el juicio y la muerte, que están cruzando incluso ahora mismo delante de nuestro auto presuntuoso y veloz. Reformador ¡ten cuidado!

La pérdida para Israel de este Rey reformador fue profunda. No obstante, la verdad es que el péndulo imparable de la ira de Dios ya había empezado a balancearse. Josías debía haber aprendido que en algunas ocasiones no podemos detener el juicio; lo único que podemos hacer, es estar preparados para él.

Medita: “Jeremías compuso un lamento por la muerte de Josías; además, hasta este día todos los cantores y las cantoras aluden a Josías en sus cantos fúnebres. Estos cantos, que se han hecho populares en Israel, forman parte de las Lamentaciones.” 2a Crónicas 35:25

“También cayó en sus redes el ungido del Señor, que era nuestra razón de vivir. Era él de quien decíamos, ‘¡Viviremos bajo su sombra entre las naciones!’” Lamentaciones 4:20

Ora: Señor, concédeles a Tus cantores, cantos de lamento verdadero, para que otros puedan escuchar y así preparen sus corazones y enmienden sus caminos delante de Ti, para cuando vengas con tu juicio justo. Ten misericordia de nosotros. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

 

Wednesday, May 18, 2011

May | 18 | De estrategias y el evitar tragedias

Palabra para meditar – PLAN

Proverbios 21:5
“Los planes bien pensados: ¡Pura ganancia! Los planes apresurados: ¡puro fracaso!

De estrategias y el evitar tragedias


Una “estrategia” es un plan de acción muy sencillo, que tiene por objetivo alcanzar una meta. De hecho, cuando estás aterrizando tus sueños, no hay mejor herramienta en tu caja de herramientas. O mejor aún: no llegarás nunca a tu destino sin una estrategia.

Los estantes de las bibliotecas están llenos de libros que hablan de la planeación estratégica y de la implementación de aquella; pero permíteme resumir todos estos libros en una pequeña frase y en una descripción definitiva (lo sé… ¡soy brillante!): “El enfoque de la planeación estratégica no es la rigidez del plan, sino más bien su capacidad de adaptación dinámica. En la planeación estratégica, lo importante es la dinámica direccional del plan, la dirección específica del movimiento para conseguir el objetivo”.

Verás, esta adaptabilidad direccional y dinámica es importante porque el diablo meterá un clavo en tu rueda muchas, muchas veces. Interrumpirá el camino en el que estés viajando, y cuando esto suceda, tendrás que adaptarte direccionalmente para pasar, sortear y atravesar, ¡de modo que puedas seguir adelante! Supongo que una buena imagen de esto nos la da el jugador delantero del equipo de fútbol quien, al encontrarse con una defensa impenetrable, pasará la bola a su propia defensa e incluso a su arquero, de modo que puedan atacar al contrincante llegando a la obstrucción desde un ángulo diferente. Aunque no lo creas, esta misma estrategia se utiliza en el boxeo, deporte que básicamente se trata del ángulo de ataque.

Para el cristiano llamado y ordenado, desarrollar estrategias no es difícil, de hecho el desarrollo de una estrategia no tiene más que un componente principal pero extenso, y no más que un componente terrenal principal; eso es todo. Permítanme explicar.

El componente celestial es, primero que todo, el llamado general o específico de Dios. Pero francamente, en lo que yo he observado, el Dios absoluto y soberano rara vez es absoluto en la comunicación de Sus planes para nosotros. Sí, admito que hay ocasiones (¡gracias a Dios!), en las que se nos acerca para atravesar el campo minado y nos guía para dar cada paso decisivo y aterrador; pero en general, hablando desde una perspectiva terrenal, nuestro Dios soberano, ha inculcado y calculado unos parámetros más bien amplios y dinámicos dentro de los cuales movernos, después que hemos sido llamados. Sí, creo que la estrategia de Dios tiene incorporada una dinámica. Digo esto desde una perspectiva muy humana, por supuesto, que para nosotros los humanos en la tierra, es muy importante e instructiva. El componente celestial, entonces, es conocer las órdenes, el mandato, el llamado de Dios. Esto es vital, pero recuerden: El llevar a cabo este llamado, mandato u orden, nos corresponde a menudo a nosotros aquí abajo.

El componente terrenal, es el uso de una multitud de consejeros. En otras palabras, un montón de amigos de mentalidad similar que arrojen ideas (la mentalidad similar, amigo, es muy importante) y que te ayuden a orar y a planear el tiempo, las provisiones y la protección para cualquier movimiento direccional que se haga dentro de los parámetros del “cómo” del llamado o mandato de Dios, que a menudo son vastos. Lo digo otra vez: es absolutamente vital que tengas consejeros de la misma mentalidad; no hombres que digan sí a todo, pero sí hombres que se muevan en la misma dirección. Una vez tengas listos los componentes celestial y terrenal, desarrollar una estrategia direccional es bastante simple.

Finalmente, permítanme hablar de las tragedias. Porque aterrizar un sueño y pilotear ese sueño desde su destino hasta su objetivo sin una estrategia, o incluso sin múltiples estrategias, no es nada menos que una tragedia. Los restos debajo de tus alas por haberte acercado son un amplio testimonio de ello. Respóndeme en esta noche: ¿Cuál es la estrategia que has implementado para llegar al aeropuerto llamado “¡Lo lograste!”? Porque la planeación estratégica no es mera gestión, no. Es vuelo de combate. Sí, ¡de hecho es guerra! ¿Te has preparado para la guerra? ¿Te has preparado para adaptarte? ¿Te has preparado para la necesidad de seguir avanzando incluso aunque te toque hacerlo dando un giro, pasando por encima o atravesando? ¿Has preparado todo tu plan estratégico de guerra?

Medita: “Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia.” Proverbios 20:18

Ora:- Señor, dame un corazón con discernimiento para que pueda escoger consejeros de mentalidad similar. Sí Señor, concédeme consejeros de guerra, incluso asesinos gigantes que me ayuden en la planeación estratégica necesaria para ir desde mi punto de partida hasta mi destino. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

 

Tuesday, May 17, 2011

May | 17 | Sobre ‘aterrizar’ los sueños

Palabra para meditar – CREER

Proverbios 26:14
“Como la puerta gira sobre sus quicios, así gira sobre su cama el perezoso.”

Sobre ‘aterrizar’ los sueños

Quiero que te imagines contemplando el cielo nocturno lleno de estrellas titilantes y de color azul intenso, con la luna de un blanco ligero que apenas se ve; no hay ni una nube. Y allí, aparentemente flotando entre las estrellas, dando vueltas lenta e impotentemente como una nave espacial abandonada en los mares elevados del espacio, yace tu sueño. Es hermoso.

En ocasiones llevas a tus amigos afuera y los invitas a contemplarlo contigo, y señalando a lo lejos les dices: “Allí, ¿lo ven? ¡Ah! Y un día me gustaría encaramarme en la cabina de ese ‘bebé’ y traerlo a casa”. Luego, cuando tu cuello empieza a doler por la contemplación y la vasta distancia entre tú y tu sueño, la cual nunca se reduce, vuelves tus ojos hacia la copa de vino que tienes en tu mano izquierda y dices: “Sí, algún día”. Y tus amigos sólo sonríen, porque saben, como tú también, que nunca volarás en esa nave de los sueños y seguirá flotando en tu imaginación, sin tripulación y a la deriva, para siempre. Sí, es hermoso. Sí, es magnífico, pero es sólo un sueño en medio de las estrellas de la medianoche, porque el amor por sí solo es sólo eso, amor solamente. Para que los sueños aterricen, se necesita trabajar en ellos mucho más de lo que se habla de ellos.

La luz del sol, las nubes y los afanes del día, tienen la tendencia a reducir nuestros sueños, incluso a borrarlos de nuestro pensamiento por un buen tiempo; pero en algunas personas, la imagen de esa nave de los sueños no desaparece y empieza a dejar de ser una mera imagen en la retina para convertirse en un verdadero dolor en el corazón, porque al amor ahora le empiezan a crecer alas, y luego aparece el deseo, con la sola idea de hacer bebés y de dar a luz al sueño, a este sueño tan imaginado y anhelado.

Ahora, si el llamado sentido común y el consejo de los demás no extinguen ese dolor que te persigue, y no lo hacen rápidamente, el hecho de que el deseo se impregne de acción va a tener el efecto muy inusual de hacer crecer primero unos brazos; de hecho será tan así, que te darán la capacidad de estirarte hasta cruzar la atmósfera y de agarrar esa nave de los sueños; y sabes que al agarrarla, ese destello de determinación llamado fortaleza, pulido con la piedra de la testarudez, se une ahora al deseo fecundo y comienza un fuego, que de nuevo, de no ser extinguido por los gerentes bancarios, financieros y similares, ocasionará una transferencia mágica de la tierra a los cielos, y de repente... ¡allá estás! sentado justo en la cabina de esa nave de los sueños y volando en ella de regreso a la tierra. Tu sueño está aterrizando. Ahora es donde comienza el problema realmente.

Una vez empiezas a traer tu sueño de regreso, atravesando la roja atmósfera, atravesando las nubes montañosas, esquivando los truenos y relámpagos, bajando y bajando hasta penetrar el aire de la realidad hasta empezar a tener una visión del aterrizaje, oh Dios mío, desearías nunca haber traído tu sueño de regreso a la dimensión de la realidad. Porque la nave en la que estás volando parece, como sucede con los sueños decididos, ser una pesadilla antes que cualquier otra cosa. Es en este punto cuando el temor, las falsas lecturas, la soledad, el cansancio, las sonrisas sarcásticas y las personas negando con su cabeza han ocasionado que muchos viajeros llevados por sus sueños opriman el botón rojo de eyección, donde después de ser arrojados de la cabina a punto de estrellarse, de alguna manera pueden de forma segura pero muy bruscamente, aterrizar flotando otra vez y ver desde la distancia cómo sus sueños se estrellan y se incendian en el más profundo de los mares de los “te lo dije”, para nunca volver a ser vistos. No obstante, para aquellos lo suficientemente tontos para continuar, para aquellos suficientemente insensatos como para salir a empujones de todos los desánimos, para aquellos con el valor de sus convicciones, eventualmente la estabilidad empieza a surgir y con la estabilidad, la visión final de un aterrizaje seguro. Y bueno… cuando una nave compulsiva de los sueños visualiza el aterrizaje, entonces es que tienes un destino.

El peligro ahora es moderar la marcha, echar un vistazo por allá, o por acá tal vez, darnos la vuelta y ver lo que está sucediendo en otra parte y con todo este deambular por los cielos, el clima también empieza a caer y el destino sólido que una vez vimos tan claramente, en ocasiones ya no se acerca más, en ocasiones incluso se desvanece y se convierte en una silueta con fondo gris. En este punto lo más importante es recuperar el enfoque en la fe, porque lo único que tienes que hacer es creer que una vez que has visto tu destino, si te mantienes enfocado en él, vas a descubrir que es una línea que va directo hacia la zona de aterrizaje, y el hecho de recorrer paso a paso esa línea de enfoque lo único que podrá hacer será llevarte directo hacia cielos más despejados en donde la claridad de la esperanza será cada vez mayor y en donde empezarás a ver que tu destino, una vez más, se hace más grande frente a ti. No te distraigas. ¡Debes mantenerte enfocado! Debes seguir persistiendo.

Un día no muy lejano, con todas las llantas aseguradas en tierra y con las alas firmes hacia el horizonte prometedor, aterrizarás en el aeropuerto del “¡Lo lograste!”, en donde te deleitarás al máximo despojándote de la carga al lograr cumplir todos tus sueños.

Para que los sueños se conviertan en deseo, luego en empeños y luego en destinos y metas, primero debes emparejar tu amor con tu deseo, y luego, a ese bebé nacido con brazos largos, añadirle fortaleza, coraje, perseverancia, fe y esperanza. Sigue haciendo esto y muy pronto aterrizarás en el aeropuerto del “¡Lo lograste!”... ¡Te lo garantizo!

Medita: “Hermanos, tomen como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. En verdad, consideramos dichosos a los que perseveraron. Ustedes han oído hablar de la perseverancia de Job, y han visto lo que al final le dio el Señor. Es que el Señor es muy compasivo y misericordioso.” Santiago 5:10-11

Ora: Señor, gracias por los sueños. Señor, concédeme la capacidad de convertir estos sueños en destinos y metas. Que la fuerza, el coraje, la perseverancia, la fe, la esperanza y Tu mano buena, maravillosa y desbordante, estén conmigo todos mis días. Te lo pido en el nombre de Jesús.