Wednesday, May 18, 2011

May | 18 | De estrategias y el evitar tragedias

Palabra para meditar – PLAN

Proverbios 21:5
“Los planes bien pensados: ¡Pura ganancia! Los planes apresurados: ¡puro fracaso!

De estrategias y el evitar tragedias


Una “estrategia” es un plan de acción muy sencillo, que tiene por objetivo alcanzar una meta. De hecho, cuando estás aterrizando tus sueños, no hay mejor herramienta en tu caja de herramientas. O mejor aún: no llegarás nunca a tu destino sin una estrategia.

Los estantes de las bibliotecas están llenos de libros que hablan de la planeación estratégica y de la implementación de aquella; pero permíteme resumir todos estos libros en una pequeña frase y en una descripción definitiva (lo sé… ¡soy brillante!): “El enfoque de la planeación estratégica no es la rigidez del plan, sino más bien su capacidad de adaptación dinámica. En la planeación estratégica, lo importante es la dinámica direccional del plan, la dirección específica del movimiento para conseguir el objetivo”.

Verás, esta adaptabilidad direccional y dinámica es importante porque el diablo meterá un clavo en tu rueda muchas, muchas veces. Interrumpirá el camino en el que estés viajando, y cuando esto suceda, tendrás que adaptarte direccionalmente para pasar, sortear y atravesar, ¡de modo que puedas seguir adelante! Supongo que una buena imagen de esto nos la da el jugador delantero del equipo de fútbol quien, al encontrarse con una defensa impenetrable, pasará la bola a su propia defensa e incluso a su arquero, de modo que puedan atacar al contrincante llegando a la obstrucción desde un ángulo diferente. Aunque no lo creas, esta misma estrategia se utiliza en el boxeo, deporte que básicamente se trata del ángulo de ataque.

Para el cristiano llamado y ordenado, desarrollar estrategias no es difícil, de hecho el desarrollo de una estrategia no tiene más que un componente principal pero extenso, y no más que un componente terrenal principal; eso es todo. Permítanme explicar.

El componente celestial es, primero que todo, el llamado general o específico de Dios. Pero francamente, en lo que yo he observado, el Dios absoluto y soberano rara vez es absoluto en la comunicación de Sus planes para nosotros. Sí, admito que hay ocasiones (¡gracias a Dios!), en las que se nos acerca para atravesar el campo minado y nos guía para dar cada paso decisivo y aterrador; pero en general, hablando desde una perspectiva terrenal, nuestro Dios soberano, ha inculcado y calculado unos parámetros más bien amplios y dinámicos dentro de los cuales movernos, después que hemos sido llamados. Sí, creo que la estrategia de Dios tiene incorporada una dinámica. Digo esto desde una perspectiva muy humana, por supuesto, que para nosotros los humanos en la tierra, es muy importante e instructiva. El componente celestial, entonces, es conocer las órdenes, el mandato, el llamado de Dios. Esto es vital, pero recuerden: El llevar a cabo este llamado, mandato u orden, nos corresponde a menudo a nosotros aquí abajo.

El componente terrenal, es el uso de una multitud de consejeros. En otras palabras, un montón de amigos de mentalidad similar que arrojen ideas (la mentalidad similar, amigo, es muy importante) y que te ayuden a orar y a planear el tiempo, las provisiones y la protección para cualquier movimiento direccional que se haga dentro de los parámetros del “cómo” del llamado o mandato de Dios, que a menudo son vastos. Lo digo otra vez: es absolutamente vital que tengas consejeros de la misma mentalidad; no hombres que digan sí a todo, pero sí hombres que se muevan en la misma dirección. Una vez tengas listos los componentes celestial y terrenal, desarrollar una estrategia direccional es bastante simple.

Finalmente, permítanme hablar de las tragedias. Porque aterrizar un sueño y pilotear ese sueño desde su destino hasta su objetivo sin una estrategia, o incluso sin múltiples estrategias, no es nada menos que una tragedia. Los restos debajo de tus alas por haberte acercado son un amplio testimonio de ello. Respóndeme en esta noche: ¿Cuál es la estrategia que has implementado para llegar al aeropuerto llamado “¡Lo lograste!”? Porque la planeación estratégica no es mera gestión, no. Es vuelo de combate. Sí, ¡de hecho es guerra! ¿Te has preparado para la guerra? ¿Te has preparado para adaptarte? ¿Te has preparado para la necesidad de seguir avanzando incluso aunque te toque hacerlo dando un giro, pasando por encima o atravesando? ¿Has preparado todo tu plan estratégico de guerra?

Medita: “Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia.” Proverbios 20:18

Ora:- Señor, dame un corazón con discernimiento para que pueda escoger consejeros de mentalidad similar. Sí Señor, concédeme consejeros de guerra, incluso asesinos gigantes que me ayuden en la planeación estratégica necesaria para ir desde mi punto de partida hasta mi destino. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

 

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