Saturday, May 21, 2011

May | 21 | Menos que bastardos – la posición de los pueblos parias

Palabra para meditar – POSICIÓN

Josué 9:22-27
“Entonces Josué llamó a los gabaonitas y les reclamó, ‘Por qué nos engañaron con el cuento de que eran de tierras lejanas, cuando en verdad son nuestros vecinos? A partir de ahora, ésta será su maldición: serán por siempre sirvientes del templo de mi Dios, responsables de cortar la leña y de acarrear el agua. Los gabaonitas contestaron, ‘Nosotros, servidores suyos, fuimos bien informados de que el Señor su Dios ordenó a su siervo Moisés que les diera toda esta tierra y que destruyera a todos sus habitantes. Temimos tanto por nuestra vida que decidimos hacer lo que ya saben. Estamos a merced de ustedes. Hagan con nosotros lo que les parezca justo y bueno. Así salvó Josué a los gabaonitas de morir a manos del pueblo de Israel. Ese mismo día Josué los hizo leñadores y aguateros de la asamblea israelita, especialmente del altar del Señor que está en el lugar que él mismo eligió. Y así han permanecido hasta el día de hoy.”

Menos que bastardos – la posición de los pueblos parias


Israel, al no buscar el consejo de Dios, ha sido engañado para que establezca una alianza protectora indeseada con los gabaonitas. Los gabaonitas conservaron la vida, pero ellos y sus descendientes fueron maldecidos con una esclavitud perpetua y servil. Eran una clase protegida pero aun así, para todo Israel eran una clase paria. De hecho, eran los intocables dentro de Israel, y quienes finalmente vivirían en los suburbios del templo y en las ciudades levíticas. Fueron los gabaonitas quienes también fueron masacrados y asesinados por Doeg el edomita, bajo la dirección del loco rey Saúl, y como consecuencia, fue más tarde el rey David, quien deseando evitar el desastre del juicio de Dios sobre Israel por haber llevado a cabo estos asesinatos en particular, también entregó a siete hijos restantes de Saúl a los gabaonitas para que dispusieran de ellos. Obviamente el resultado de esta masacre ‘Saulesca’ fue una disminución en la clase paria y fue por eso que el rey David más adelante suplió sus filas con soldados enemigos que habían sido capturados. Esta nueva captura combinada de los antiguos gabaonitas y los soldados enemigos nuevos se hizo conocida como “Los Netineos” o “Los Entregados”, estando sus tareas y responsabilidades a total discreción e instancias de los Levitas.

La posterior prostitución de Israel al perseguir dioses ajenos, condujo entre otras cosas a la adoración de Astarté, un demonio de la lujuria expresado en una figura femenina y vinculado a la llamada prostitución sagrada de la adoración a la fertilidad. Esta idolatría a Astarté realmente se desarrollaba en el templo, y con toda probabilidad, las mujeres Netineas eran participantes activas de todas sus prácticas sexuales, tanto que sus posteriores descendientes no podían rastrear en lo más mínimo a sus padres. Posiblemente por esto, el Talmud también se refiere a estos “parias sociales al servicio sagrado” como ¡menos que bastardos e hijos abandonados! Los Netineos, por lo tanto, no podían casarse nunca con los israelitas. Estaban excluidos y malditos de por vida. Sin embargo, su eventual desaparición después del regreso a la tierra, posterior al exilio, parece indicar que fueron finalmente absorbidos por la sociedad israelita general. La secta y el pecado quedaron enterrados, como pueden ver, yaciendo como una infección viral en espera de su punto de arranque. En esta noche les presentaré sólo un pequeño puñado de pensamientos deducidos a partir de la historia de esta casta circuncidada.

Primero. Que el pecado absorbido, finalmente terminará manifestándose en su momento.

Segundo. Que Dios permitió que los parias sociales entraran a Su servicio sagrado.

Tercero. Que nos guste o no (y a mí no me gusta), el Señor permitió la perpetuación de una clase paria como un recordatorio constante de aquello de lo que el pueblo de Dios había sido salvado.

Cuarto. Que este pueblo paria fue “entregado” y convertido en parte integral y vital para el funcionamiento del templo.

Quinto y último, para aquellos con verdadera visión espiritual, incluso esta posición degradada de esclavitud servil constante era, no obstante, muchísimo mejor que vivir en las tiendas condenadas de los malvados.

Piensen en ello esta noche, mediten en esta bendita maldición del pueblo paria. Ahora recuerden su posición eminente en Jesús y el privilegio de ser hijos Reales, un sacerdocio Santo que tiene el honor de poder ofrecer sacrificios espirituales al Dios Altísimo. Ustedes no son menos que los bastardos; al contrario, están por encima de los ángeles, son los hijos adoptivos de Dios.

Medita: “Prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos.” Salmos 84:10b

Ora: Señor, ayúdame a apreciar la bendición de mi posición en Jesucristo, mi Señor; porque en Él, habiendo sido levantado de la posición de paria, habiendo sido removido del listado de los que son menos que un bastardo o un hijo abandonado, ahora estoy arriba en la lista. Sí, ahora incluso he sido adoptado por Ti y poseo todos los derechos y la herencia de un Hijo de Dios. Gracias por esto, oh mi Buen Padre, en el majestuoso Nombre de Jesús. Amén.

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