Sunday, May 8, 2011

May | 08 | La cura maxi-doble para la creduliditis

Palabra para meditar – DISCERNIR

2 Timoteo 3:6-9
“Así son los que van de casa en casa cautivando a mujeres débiles cargadas de pecados, que se dejan llevar de toda clase de pasiones. Ellas siempre están aprendiendo, pero nunca logran conocer la verdad. Del mismo modo que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, también esa gente se opone a la verdad. Son personas de mente depravada, reprobadas en la fe. Pero no llegarán muy lejos, porque todo el mundo se dará cuenta de su insensatez, como pasó con aquellos dos.” 

 La cura maxi-doble para la creduliditis

Una vez más afirmo que yo creo en los cinco ministerios del Espíritu Santo para el día de hoy. Una vez más declaro que elijo la vida, y que al hacerlo, elijo a Jesús. Sí, siempre quiero elegir a Jesús. Sin embargo, también tengo que declarar una vez más que la mayoría de los cristianos están completamente infectados con una extraña infección, de hecho una enfermedad. Esta misma enfermedad, que a propósito es completamente incongruente con su verdadero carácter, se llama…¡creduliditis! Dios nos ayude, porque está proliferando en proporciones pandémicas.

La creduliditis comienza a manifestarse, primero en las conversaciones acerca de hechos maravillosos que acontecen en lugares remotos, y segundo, ¡en la compra de boletos de avión para llegar hasta allá! Tercero, se manifiesta en la traída de maletas llenas de objetos, usualmente para el que está esperando expectante y con la boca abierta. Estos objetos varían en grado, pero en su mayoría son maletas de polvo mágico de hadas, que he descubierto que al viento de las exigencias del diario vivir, eventualmente desaparece. Sólo denle tiempo. No es real, es solamente polvo de hadas que siempre dejará de brillar ante la verdadera luz del día.

La primera pregunta que tengo que hacer es: ¿por qué la gente está corriendo a buscar lo que, obviamente, Dios está haciendo en otras partes? Bueno, en su mayoría creo que es por insatisfacción. Sí; nosotros los cristianos no estamos satisfechos con la condición en la que nos encontramos ahora estamos en mayor parte insatisfechos con el lugar en el que estamos ahora, con nuestra tal vez continua pero no contestada oración por liberación, sanidad, provisión, dirección, valor e incluso intimidad con el Padre. Es triste, ¿verdad? En realidad el testimonio de la mayoría de las personas en su caminar cristiano es que “aún no han encontrado lo que están buscando”; y por ello, a menudo nos decepcionamos tan seriamente en nuestras iglesias, con nuestros líderes, y en última instancia con nuestro Dios, porque realmente nunca hemos experimentado lo que se nos ha dicho que es verdad. Sí, es cierto que sentimos que nos “han dado gato por liebre”, pero en vez de negar esta noticia no tan buena, buscamos hallar la plenitud de esa buena nueva en otra parte. Esto, por supuesto, provoca otra pregunta, y es si, para empezar, hemos recibido al Dios de la Biblia en gracia, verdad y realidad.

He tenido el infortunio suficiente de estudiar las prácticas de las iglesias durante muchos años. Creo que puedo decir que he estado en la mismísima ciudad de la Esmeralda, que he cenado con el grande y poderoso Oz, y que en realidad me he encontrado con que es ese hombre más bien pequeñito, que dice palabras mayores y que todavía se aterroriza al decirles a los muchachos inquisitivos: “No presten atención al hombre que está detrás de las cortinas”. No obstante, ¡es justo a ese hombre que está detrás de la cortina de quien debemos estar muy alertas! Porque si queremos sanar de nuestra creduliditis, debemos examinar las ruedas y las válvulas de vapor; sí, toda la variedad de silbatos y campanas que llenan de polvo de hadas esas maletas, que ponen a andar el show y que lo mantienen en su lugar, porque queridos amigos, eso es básicamente lo que se ofrece en la mayoría de estos destinos remotos: un show. Se ha dicho que las resonancias magnéticas del cuerpo entero son lo peor que se le puede ofrecer al paciente que paga, porque uno puede tener la certeza de que alguna anomalía aparecerá, si no es que muchas. De la misma manera, no deseo buscar las fallas en el carácter de otras personas, o perseguir y atrapar herejías. Ninguno de nosotros tendría que buscar más allá de su propia puerta para encontrar suficiente de lo cual arrepentirse y corregir. Especialmente yo. Sin embargo, esta ciega epidemia de creduliditis realmente necesita atención porque se está propagando rápido y nos está enfermando y engordando. Entonces, ¿cuál es la cura?

Bueno, he descubierto que tanto la infección como la propagación de creduliditis solo pueden ser curadas con una aplicación persistente de dos dosis dobles de medicamento. La primera dosis doble, a ser tomada de inmediato, ojo, es la medicación combinada de las Escrituras y el sentido común. Sin estos dos remedios aplicados, jamás tendrás fe, y una fe sin ellos en realidad no es fe en lo más mínimo. Utiliza las Escrituras y usa tu sentido común, y no dejes que nadie te engatuse con comentarios sobre las cosas del Espíritu que sean extrañas a esta medicación combinada y tomada a diario. Si escuchas que así es, entonces ten la seguridad de que son solo las palabras de ese hombrecito que está detrás de la cortina sufriendo un pequeño ataque de pánico porque finalmente lo has encontrado.

En segundo lugar, toma la dosis de largo plazo y combinada de “tiempo y prueba”, porque son generalmente los remedios más embarazosos para aquellos de nosotros que hayamos sido bañados con polvo de hadas y que hayamos sido atrapados con la creduliditis. Recuerda que el fruto sólo aparece después de que crece y realmente sabe mejor después de haber madurado. Una vez que el fruto está completamente formado, puede realmente juzgarse la calidad de lo que ha crecido, por lo que en verdad es. Como comentario adicional, puedo decir que una investigación rigurosa tanto de la semilla como del terreno es también un buen indicador de lo que podría producirse.

Si somos afortunados de tener Su Palabra de promesa y Su presencia eterna, entonces es mi parecer que tenemos todo lo que podríamos necesitar o querer, incluso aquí en nuestras narices, en donde estamos. Nosotros los humanos no vivimos en el allá y en el luego, sino que vivimos en el aquí y en el ahora. Entonces dime, ¿es Dios el Dios del aquí y del ahora? Si no lo es, entonces me pregunto si nuestro Dios es efectivamente un dios pequeño y no digno de seguirlo. ¡Para qué ir vagando por el planeta y traer maletas llenas de polvo de hadas, si Dios está justo aquí en este momento!

Medita: “A cada árbol se le reconoce por su propio fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.” Lucas 6:44-45

Ora: “Protege mi vida, rescátame; no permitas que sea avergonzado, porque en tí busco refugio. Sean mi protección la integridad y la rectitud, porque en ti he puesto mi esperanza. ¡Libra, oh Dios, a Israel de todas sus angustias!” Salmos 25:20-22

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