Mar | 06 | De Reverencias y Quitarse el Sombrero

DA

De Reverencias y Quitarse el Sombrero

Juan 13:35
De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.


En Occidente, el Cristianismo se ha vuelto solamente capitalismo. Aquéllos que tienen dinero son los Administradores de nuestras iglesias e integran todos los directorios de nuestras organizaciones para y meta-eclesiales. El dinero importa, y mucho.

La gente con dinero es la gente con poder pues son los que contratan y despiden. El dinero, y la posesión del dinero, son vistos como una bendición de Dios, como la afirmación de la prudencia, las buenas costumbres, la honorabilidad y la presencia de Dios. Ahora, la forma en que ellos han obtenido ese dinero no tiene importancia; siempre y cuando no hayan robado a la gente del presente, ni hayan vendido drogas o sus cuerpos para conseguirlo, entonces, todo está bien. Si lo heredaron entonces el paso del tiempo ha santificado cualquier ilícito cometido para conseguirlo. Si jugaron en la bolsa comerciando con acciones que destruyeron a las personas y a los países, no importa, no preguntes y no hables. Fue un rápido exterminio manipulador llevado a cabo por un corredor de bolsa y santificado por un sacerdote, agente de bolsa, que está ahí para interceder por él. No importa, pues el dinero presente significa poder presente, especialmente en lo que llamamos el Reino de Dios. El Thatcherismo (aunque haya muerto… ¡su legado continúa!) esa política capitalista y egoísta, intrínsecamente ha preparado el escenario de ‘pudientes y desposeídos’, parados unos frente a los otros, mirándose fijamente y separados por un abismo creciente cuyo fondo está cada vez más abarrotado de gente ignorante y olorosa, los marginados. Pobres, ¡quizá podamos ayudarlos! ¿Sabes qué? arrójales una migaja o dos, atiende sus necesidades, permíteles espigar en el borde del campo de Booz. En Inglaterra, nosotros los cristianos parecemos contentarnos con permitir que el reloj se retrase algunos miles de años.

Mientras tanto, me pregunto si nuestra estrategia de plantación de iglesias no está, de manera sutil, reproduciendo el viejo modelo victoriano de iglesia con lugares para los ricos y misiones en los barrios bajos para los pobres, porque tú sabes, cuando el dinero separa, el quitarse el sombrero abunda. Cuídate de esto y cuando veas que está aumentando entre los santos, ¡preocúpate! Yo estoy preocupado.

‘Al rehusarse a tomar partido el agnóstico político rehúye a la virtud de la justicia y condena al bueno’. Yo no soy un agnóstico político. ‘El ateo político no apoya a ningún partido sino que se apropia de lo mejor e ignora el resto’. Yo no soy un ateo político. Soy un activista bíblico y tanto política como económicamente hablando, esto significa dos cosas:

Primero, antes que nada y por sobre todo debemos cuidar a los santos. Sí, la iglesia ha de volverse una verdadera ‘familia’ para todos y eso significa ocuparse de las necesidades económicas de los otros para fomentar la liberación de los individuos y de su visión, así como también proveer donde fuere necesario, en la emergencia económica e incluso con cuidados paliativos. Esto no es caridad, esto es una obligación. Esto es bíblico. Esto es sanidad. Es verdadera prosperidad. Esto es familia. ¡Esto es amor!

Segundo, no debemos permitir que la tarea financieramente redentora de mil años caiga nuevamente en un feudalismo económico de cualquier clase que este sea. Este tipo de sociedad haría una excelente película estilo Hollywood de una o dos horas de duración, pero la realidad significa una vida de miseria para millones de personas. Una sociedad saludable debe dar las oportunidades para materializar el deseo, liberar al empresario y reflejar la gloria de Dios.

En un mundo donde lo que tú tienes y a quién tú conoces te llevará a lo más alto de esa pila digna de compasión, la iglesia debería poder proclamar que “nos tenemos unos a otros y conocemos a Jesús y esto es más que suficiente.” Quizá entonces, ¡hagamos muchas más reverencias al Rey de Reyes y nos quitemos menos el sombrero frente a los que tienen dinero!

Reflexiona:- Y con muchas otras razones les exhortaba insistentemente: "¡Sálvense de esta generación perversa!" Así pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos. Hechos 2:40-47 NVI

Ora: -  Padre, ¡qué señales y maravillas nos esperan cuando Tu pueblo se ame unos a otros tanto en palabras como en obras! ¡Ayúdame a realizar estas cosas, sin egoísmo y para Tu gloria! Amén.

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