Thursday, May 23, 2013

May | 23 | Cristianos de un mismo molde

AUTÉNTICO

1 Reyes 1:13-14
Ve a presentarte ante el rey David, y dile: "¿Acaso no le había jurado Su Majestad a esta servidora suya que mi hijo Salomón lo sucedería en el trono? ¿Cómo es que ahora el rey es Adonías?" Mientras tú estés allí, hablando con el rey, yo entraré para confirmar tus palabras.

Cristianos de un mismo molde

Yo recuerdo que fue el comediante británico Ken Dodd quien dijo “¡Un esposo es un hombre sin sangre en las venas!” Pienso que se estaba refiriendo al muy caricaturizado esposo dominado, tú sabes, el hombre servil y complaciente, temeroso de dar un paso en falso, y de perder los estribos. Ahora amigos, de la misma forma, yo he observado que una de esas horribles peculiaridades que parece que nosotros en la iglesia cristiana tenemos, es la tendencia a producir “cristianos de un mismo molde”. Agradables, pulcros, bien hablados, callados, humildes, obedientes, educados, serviciales y complacientes, temerosos de dar un paso en falso. No los estoy criticando (bueno, quizás un poco) pero seamos sinceros, ¡algunas personas tenían más vida antes de convertirse en cristianos! Desde ese día glorioso, tal parece que les han sacado la sangre de las venas.

En el primer libro de Reyes inmediatamente somos presentados con personas que tienen una larga historia. El decrépito David, el problemático Natán y la vieja y jorobada Betsabé están a punto de ser despedidos ya que Adonías acaba de autoproclamarse rey. Hará una limpieza total y todos ellos serán echados a la basura, a no ser que Natán entre en la situación, como director de escena, dirigiendo a la reina y manipulando al rey. Natán, el profeta titiritero tira de las cuerdas correctas. El resultado es sencillo, el reino se salva y Salomón, en vez de Adonías, se convierte en rey. Para terminar el capítulo, David, ahora ya muy viejo, le da órdenes a su hijo de cómo librarse de sus enemigos después de su ya próximo fallecimiento. ¡Observa! ¿Puedes entender esto? Por alguna razón la gente de la Biblia no es agradable y pulcra. Aquí no hay mucho fingimiento. Ellos son como son, con dientes y garras.

A esto es a lo que voy: El Señor nos revela gente real en las Escrituras, quienes se encuentran en situaciones crudas de irritación y devastación. En ellos no hay nada apacible, patético o del mismo molde. No son caricaturas de la vida cristiana, son gente normal y todo está un poco confuso y todo huele un poco mal.

Amigos, recuperemos la sangre de nuestras venas. Tengamos la valentía de ser quienes somos en Jesús, quien El nos creó para ser, quienes El quiere que seamos. Déjame preguntarte hoy ¿quién eres tú? ¿Lo sabes? ¿O es que también te han sacado la sangre de las venas? Quizás a las otras galletas horneadas en el mismo molde no les caigas muy bien si no encajas en el paquete de fábrica. Sin embargo, Dios y el mundo te pueden encontrar con muchísimo mejor sabor. Algunos de ustedes en esta mañana, especialmente ustedes hombres, ¡necesitan que les vuelvan a poner sangre en la venas!

Reflexiona: “Como un novio que se regocija por su novia, así tu Dios se regocijará por ti.” Isaías 62:5

Ora: Señor, siento mucho que no soy la persona que debiera ser. Por favor, ayúdame a saber cómo es que Tú te deleitas en mí. Ayúdame a poseer todo lo que soy en Ti. ¡Amén y amén!




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