Proverbios 20:10
Pesas falsas y medidas engañosas: ¡vaya pareja que el Señor detesta! (NVI)
Intentando escuchar el ‘ceceo’

En lo que concierne a diferentes pesos y medidas, creo que Dios habla en dos niveles sobre este asunto, pero en ambos niveles lo llama “abominación”. Es una palabra fuerte. Quiere decir “repugnante” o incluso “una cosas que horroriza”. Si pudiera utilizar la típica moderación británica para señalar así la seriedad de lo que se está diciendo con este versículo, podría decir: “Cualquier ‘jugada doble’ resulta sumamente desagradable para el Señor”.
¿Qué es una jugada doble? Esencialmente, es decir una cosa pero realmente hacer otra. Es tener intencionalmente una lengua bífida, a fin de engañar a la otra persona. El juego doble es sencillamente eso: es engaño, y para Dios ese engaño de lengua bífida es sumamente desagradable.
En el primer nivel, toda enseñanza que declare ser una espiritualidad verdadera pero que vaya en contra de la voluntad revelada de Dios, ¡es abominación! Viene de la serpiente misma, es muerte y no vida. Es la ‘Abuelita’ del cuento con dientes filudos y mal aliento, y sin importar cuán extrañamente tierna parezca, te devorará al final. Aquí no hay sutilezas, es lo que es, y lo es descaradamente. Esas enseñanzas contrarias a la Escrituras no son más que dichos azufrados que pretenden sonar como si fueran espirituales, crecimiento verdadero, libertad real e incluso vida, pero al final engañan y te dejan perdición, menosprecio, esclavitud y muerte. Tengan cuidado con tales enseñanzas contrarias, porque en nuestro tiempo ¡abundan!
En el segundo nivel, ese juego doble a menudo está escondido. Tienes que intentar escuchar el ceceo. El doble juego que se parece a la serpiente y que en realidad serpentea está por todas partes, y que Dios nos ayude: si escuchamos con atención podremos encontrar que en ocasiones está presente incluso en nosotros, y especialmente en nuestras iglesias: Aquí a menudo decimos una cosa, mientras decididamente hacemos otra. Adoramos a Dios pero maldecimos a los hombres. Sonreímos con nuestra cara pero es el odio el que vive en nuestros corazones. ¡Que Dios nos perdone! Porque para el Padre, los juegos dobles de nuestras iglesias son absoluta... sí absolutamente desagradables. Así que... ¡tengamos cuidado!
Reflexiona: “¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!” Isaías 5:20
Ora: Oh Dios, ¿quién de nosotros no ha hablado con lengua bífida, a través de una piel de serpiente y unos labios de lagarto? A partir de hoy, Señor, buscaremos que el agua pura de nuestros corazones regenerados, brote abundantemente y fluya libre desde nuestra boca para que así desinfecte nuestras bocas, a menudo tan desagradables. Amén.

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