Friday, November 1, 2013

Nov | 01 | De lobos y escudos rotos

FORTALEZA

Isaías 28:5-6  
En aquél día, el SEÑOR Todopoderoso será una hermosa corona, una diadema gloriosa para el remanente de su pueblo. Él infundirá espíritu de justicia al que se sienta en el tribunal, y valor a los que rechazan los asaltos a la puerta.

De lobos y escudos rotos

Es verdad que, en la actualidad, más de mil millones de personas están más familiarizadas con los nombres de ficción de Frodo, el Rey Aragorn, Gandalf y el terrible Sauron, con quien finalmente se enfrentaron a las puertas de Mordor, que con los nombres reales de Goliat, Gat (una ciudad de gigantes muy fortificada y amurallada) Ecron (el trono de Belzebú) y las puertas dobles de Saaraim. Sin embargo, tanto lo ficticio como lo real nos pinta el mismo mensaje doble en el día de hoy: La maldad habita detrás de grandes puertas negras y aquellos que son más que vencedores deben hacer retroceder a sus enemigos y perseguirlos hasta estas mismas puertas de sus orígenes, arrancarlos de raíz y destruirlos totalmente.

La idea fundamental que presenta John Eldredge en su libro El Despertar de los Muertos que dice que: “la única forma de comprender al mundo, y nuestro lugar en él, es que nos encontramos en medio de una batalla terrible por nuestros corazones” es más que una proposición para una consideración calmada; es una presentación bíblica de terrible veracidad, que nos llama a tomar las armas. ¡Jesús nos coloca sobre una roca firme y hace un llamamiento a Su iglesia para que resurja en medio de este conflicto poderoso!

Escuchen: “Pero yo también te digo que tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré Mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” Mateo 16:18.

Amigos, no pueden escapar de esto, nacimos guerreros, fuimos creados para vencer y hechos para ser más que vencedores en medio de este rugido de guerra. ¡El cristianismo no se trata de viejas damas con sombreros de ala tomando el té un martes por la tarde, comiendo pastel y haciendo comentarios sobre el joven y agradable párroco! ¡No se trata de trajes elegantes y niños arreglados caminando hacia unos bancos brillantes el domingo para escuchar a algún joven estudiado hablando sobre la gramática griega y el giro apasionante del matiz hebreo! ¡Se trata de hacer la guerra! ¡Se trata de conquistar! ¡Se trata de pelear! De luchar por nuestros corazones y por los de los demás. Se trata de rescate, restauración y redención. Se trata de enfrentar al enemigo más atroz que jamás existiera, de cortarle la cabeza y de perseguir a sus demonios de vuelta hacia las mismas puertas de las que salieron, de arrancarlos de raíz, de incendiar sus torres y de reclamar todas las tierras para nosotros mismos. ¡Es cierto: todo lugar que nuestro pie pise será nuestro!

Ahora, aguarda un minuto joven Frodo, no arremetas aún contra las negras puertas de Mordor tú solo. Nuestro enemigo es en verdad un negro verdugo que nunca duerme. Ha estado por aquí mucho tiempo, está bien organizado, fortificado y aprovisionado. A mi parecer, un Caleb nos podría mostrar cómo vencerlo, o una banda de tres hermanos podrían atreverse dentro de la Belén captiva, una vez más, y traer algo de frescura para un rey sediento. La verdad es que, en esta terrible lucha nos necesitamos los unos a los otros. La verdad es que necesitamos ser una banda de hermanos, en especial cuando estamos cansados, en especial cuando hemos perseguido al enemigo de vuelta a su guarida y cuando las enormes puertas negras frente a nosotros nos hacen derretirnos por el miedo. El tener unidad unos con otros y el aprender a ser conquistadores son las únicas cosas que harán que enfrentemos al enemigo y superemos nuestros temores.

Así es que, el día de hoy, a todos mis amigos guerreros, cansados y tentados a emprender la retirada, retrocediendo ante el sonido de serpentina que se escucha detrás de esas grandes puertas negras y temblando por el miedo, les aconsejo que escuchen las palabras de verdad de un rey de ficción, que aún así, dicen algunas cosas muy ciertas para guerreros como ustedes que se han atrevido a llegar tan lejos y a sitiar las puertas de Mordor:

¡Mantengan su posición – mantengan su posición! ¡Hijos de Gondor - Hijos de Rohan, mis hermanos! Veo en sus ojos el mismo miedo que arrancaría mi corazón. ¡Vendrá un día en que el coraje de los hombres falle, cuando olvidemos a nuestros amigos, cuando rompamos los acuerdos de hermandad, - pero no será este día! ¡Una hora de lobos y escudos rotos, cuando la Era de los Hombres se derrumbe – pero no será este día! ¡Este día pelearemos! Por todo lo que aman de esta buena tierra, ¡les pido que luchen, hombres del Oeste!

Reflexiona: Se levantaron luego los de Israel y los de Judá, dieron gritos de guerra y siguieron tras los filisteos hasta el valle y hasta las puertas de Ecrón. Muchos filisteos cayeron heridos por el camino de Saaraim hasta Gat y Ecrón. 1ª Samuel 17:52

Ora: ¡Amo y Comandante de los ejércitos del cielo; Justo Señor Jesús, gritamos Contigo hoy, porque vemos que esas murallas se están derrumbando! ¡Aún el cerrojo de Damasco se romperá ante nuestros corazones latiendo por la fe! Porque algo es cierto, ¿si Tú estás con nosotros gran Rey, entonces, quién podrá contra nosotros? Señor, por Tu gracia y poder, este día nos levantaremos y pelearemos. Amén.

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