Tuesday, November 12, 2013

Nov | 12 | Descubriendo los Fragmentos

ESPERANZA


Miqueas 7:8  
Enemiga mía, no te alegres de mi mal. Caí, pero he de levantarme; vivo en tinieblas, pero el SEÑOR es mi luz.

Descubriendo los Fragmentos

Sólo Dios puede enmendar a una persona quebrada.

Mi perro Patch sabía la hora cuando yo regresaba a casa de la escuela. Su reloj interno marcaba el tiempo preciso, al segundo, y eso llevaba a un ladrido expectante, cada día de la semana, a las 3:30 en punto. Mi papá, en ese entonces enfermo y por ende sin trabajo, lo dejó salir ese día para que viniera a mi encuentro. Ahora, mi Patch era un perro inteligente, pero nunca había asistido a la escuela de tránsito. Lo encontré muerto a un costado del camino a casa. Me rompió el corazón.

Mi padre debió haberlo sabido, ya que éste no era el primer encuentro que mi perro tenía con el tráfico. La última vez su pata trasera había quedado totalmente desgarrada. Después de eso, Patch regresó a casa doblado y ensangrentado y de alguna forma, subió cojeando las escaleras y entró en la casa, llevando sus huesos rotos a cuestas. Luego se arrastró debajo de la cama, se protegió de la mejor manera que pudo, se instaló y comenzó a observar, mirando hacia fuera y lamiendo su herida abierta. Cualquier intento de acercamiento, incluso de mi parte, daba lugar a que, mostrándome sus dientes diera un gruñido amenazador y luego un aullido doloroso. Pasó un buen rato antes de que pudiésemos acercarnos al herido, recuperarlo, rescatarlo y llevarlo a un mejor lugar donde pudieran ayudarlo. Los animales heridos son muy peligrosos, ¿saben? Están en verdad muy lastimados.

Me pregunto, querido amigo, si hoy estás leyendo esto desde algún lugar debajo de una cama. Tus heridas, abiertas, al rojo vivo y profundas, traspasándote de dolor ante tus ojos llorosos. Lamento tanto tu dolor. Lo lamento mucho. “Ssshhh, pequeño, no llores”. Porque cuando todos están en tu contra, Dios está a tu favor. Cuando todos se ríen de ti, Dios te reconforta. Cuando todos te abandonan, Dios se queda contigo. Cuando eres leproso e intocable, Dios se acerca a ti y te abraza. Cuando todo lo que estimabas se encuentra a tus pies, destrozado, Dios te ayuda a unir todo nuevamente. Cuando todo lo que pensaste que eras está dañado, a los ojos de todos, roto y fragmentado frente a tus pequeños pies, más allá de lo que pueda describirse, Dios te enmenda nuevamente. Hay un camino escondido que tú debes hallar, y cuando lo hagas, Jesús afirmará tus pies temblorosos en él. Puedes estar seguro de eso, querido amigo.

Él te levantará, te enmendará nuevamente, te quitará el polvo, te renovará, te refrescará, te instruirá, te dará fuerza con comida de ángeles para el viaje, (mucho más sustanciosa que cualquier manjar jamás lo será) y te llenará de esperanza y de nuevos futuros. Él te guiará a tierras donde nadie ha estado aún; donde los desiertos se convierten en jardines y la oscuridad es desterrada por la luz de Su amor; donde haya ahora lugares atestados, se volverán amplias y abiertas praderas, y vivirás nuevamente querido amigo. Vivirás nuevamente.

Lori Chaffer de la banda Cristiana Waterdeep nos lleva, a nosotros los caídos, al elixir del amor del cielo, burbujeante de esperanza, en los versos de su canción titulada “Hush” (Silencio)

Cuando pensaste que podías descansar
Pero descubriste que estabas equivocado
Y de repente, otra batalla
Otra cosa más que viene
Y en el interior escuchas la caída
Pero odias el sonido de la misma
Y en tu interior no puedes
Levantar otro pedazo, roto, del suelo
Bueno, yo sé
Silencio, pequeño bebé, no digas una palabra
Papá se fue pero compró para ti un cielo grande y maravilloso para que descanses
Lo compró con sangre y puso el sello en tu corazón
Te dará la esperanza que necesitas para levantarte y comenzar otra vez;
Una y otra vez

Hoy, querido amigo, deja ir lo muerto ¡y aférrate a lo que está vivo!

Reflexiona: “No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Ustedes ya conocen el camino para ir adonde yo voy.” Juan 14:1-4

Ora: Y le digo a Dios, a mi Roca: ¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo andar de luto y oprimido por el enemigo? Mortal agonía me penetra hasta los huesos ante la burla de mis adversarios, mientras me echan en cara a todas horas: “¿Dónde está tu Dios?” ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! Salmos 42:9-11

 

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