Saturday, November 23, 2013

Nov | 23 | Los muy salvajes hombres del oeste

APRENDE

Jueces 11:1-3  
Jefté el galaadita era un guerrero valiente, hijo de Galaad y de una prostituta. Galaad también tuvo hijos con su esposa, quienes cuando crecieron echaron a Jefté. “No tendrás parte en la herencia de nuestra familia,” le dijeron, “porque eres hijo de otra mujer.” Entonces Jefté huyó de sus hermanos y se fue a vivir en la región de Tob, donde se le juntaron unos hombres sin escrúpulos, que salían con él a cometer fechorías.

Los muy salvajes hombres del oeste

El libro de los Jueces constituye una mejor lectura que cualquier novela del viejo oeste que puedan comprar. Con tramas tan profundas como pozos, intrigas tan enredadas como un plato de espagueti y personajes cuyas vidas y egos son más grandes que la espada de Goliat, no podrán pedir más sazón, emoción y controversia. El trasfondo de la revelación del Dios Todopoderoso en el libro de Jueces es verdaderamente, como el muy salvaje oeste, porque todos están haciendo “aquello que es correcto a la luz de sus propios ojos”. Hombres armados, fuertes y despiadados transitan y dominan la tierra. Y ahora, ingresando al escenario por la izquierda... ¡Jefté el Galaadita!

No muchas personas han escuchado de Jefté pero todos han escuchado sobre Billy the Kid, ¡quien era conocido por ser el bandido más famoso del mundo! Él nació en un día como hoy de 1859, posiblemente en Nueva York. Su vida puede ser dividida en cuatro etapas distintivas: Primero, la historia de un jovencito de buen carácter corrompido por la pérdida de los padres y abusos de parte de algunas personas; segundo, el acercamiento a la redención de una vida muy equivocada a través de un Inglés, confabulador pero fuerte, en la figura del Sr. John Tunstall; tercero, Billy tomando revancha por la muerte de su mentor redentor; y finalmente, en 1881, su muerte por mano de un cobarde, viejo amigo y conocido, el alguacil Pat Garret, quien le disparó, de noche, en la casa de la novia de Billy en Nuevo México. Billy tenía sólo 21 años cuando su leyenda nació y Hollywood, como siempre, le sacó todo el jugo que pudo.
¡La historia real de la vida de Billy the Kid no estaría fuera de lugar en el libro de Jueces! Dennis Bratcher, al comentar sobre la vida de Jefté, podría igualmente referir sus comentarios a Billy th Kid, cuando dice que: “no hay nada positivo en la historia de Jefté. ¡Excepto por el hecho de que es un ejemplo desgarrador de lo que no debe hacerse!”

De hecho, yo creo que el Sr. Bratcher podría estar en lo correcto si estuviese comentando sobre Billy the Kid, pero está equivocado si los comentarios son sobre Jefté. ¡Los muy salvajes hombres del libro de Jueces no fueron puestos en las Escrituras simplemente para mostrarnos lo que no se debe hacer! Están allí para enseñarnos a pelear y especialmente ¡a cómo pelear con fe! Verán, ellos no son simplemente figuras recortadas de gran tamaño, coloreadas y extravagantes para entretener a los niños durante cinco minutos antes del sermón. ¡No! Estas son personas reales como nosotros; hombres con algunos de los defectos de carácter más acentuados de los que se puedan encontrar. El decir que precisaban terapia es decir lo menos. ¡Algunos de ellos precisaban ser encerrados! A pesar de todo, notablemente Dios está ahí, Dios los está usando y en última instancia, está señalando algunos aspectos buenos de ellos para nuestro ejemplo, y nos está animando para que imitemos eso. Bien, esto es verdaderamente asombroso y notablemente misericordioso.

Sería bueno para nosotros el tener esto en mente cuando lloramos por la catastrófica caída de los líderes Cristianos quienes se estrellan en escenarios públicos. Recuerden que mientras Dios nunca pasa por alto, justifica o excusa el pecado, también parece que, en el análisis final, Dios no permite que el pecado oculte las cosas buenas que estas mismas personas alcanzaron cuando actuaban con rectitud y fe.

Medallas y trofeos; los elogios y aplausos del público, escuchados y dados a nosotros en el mundo de los hombres, no significan nada, absolutamente nada, ante el tribunal de Cristo. Por lo tanto, he decidido, al igual que el apóstol Pablo, el esperar hasta ese momento para ver qué es lo que realmente importa y mientras tanto, aprender sobre los muy salvajes hombres del oeste tomando nota tanto de sus errores como de sus maravillosas hazañas de fe. Querido amigo, ¿y tú? ¿Qué tan salvaje te quieres volver? ¿Qué tan salvaje te atreverás a ser?

Reflexiona: “¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.” Hebreos 11:32-34

Ora: Señor, líbrame de juzgar a otros y ayúdame a aprender tanto de los ejemplos grandiosos y buenos de los otros, como de sus errores. Amén.

 

No comments:

Post a Comment