Wednesday, November 6, 2013

Nov | 06 | Cómo destronar al opresivo jinete de la desesperanza con las llaves

ESPERANZA

Proverbios 13:12a  
La esperanza frustrada aflige al corazón.

Cómo destronar al opresivo jinete de la desesperanza con las llaves

“Cuando toda la esperanza estaba perdida, él la inventó”. Así dice el subtítulo de la etiqueta de la versión norteamericana 1999, de la obra de Frank Beyer Jakob der Lugner o Jacob, el Mentiroso.

Robin Williams interpreta, en la película “Ilusiones de un Mentiroso”, al personaje de ficción Jacob Heym, un humilde propietario de un café, polaco y judío, que estaba cautivo y muriendo en el ghetto de Varsovia. Su amigo, el profesor y médico de la localidad Dr. Kirshbaum, informa a Jacob de una llamativa caída en la tasa de suicidios desde que Jacob informara haber escuchado un informe favorable en la radio sobre el avance de las tropas aliadas. Se corre el rumor de que Jacob tiene una radio secreta y, a su vez, Jacob se ve forzado a inventar informes más favorables aún, aunque falsos, para mantener a la gente del ghetto con vida, ¡pues él no tiene una radio y nunca la ha tenido! Aún así, la población endurecida del ghetto ha alcanzado la esperanza a través de las mentiras de Jacob y por eso comienza a aferrarse a lo poco que la vida tiene para ofrecer. ¡Quizá exista un camino de salida para su infierno! Jacob miente para dar esperanza a la gente y, de esa forma, mantenerlos con vida.

La película, a pesar de estar basada en un personaje de ficción, tiene sus raíces tanto en las atrocidades cometidas en el siglo XX como en una verdad intemporal: “La gente no puede vivir sin esperanza”. Justo ayer, conocí a este hombre notable quien, por accidente, se había disparado en el pie; él me dijo que él “había escuchado de otras personas que habían muerto por pequeñas heridas en el cuerpo, porque aunque no representaban un peligro para sus vidas, ellas se habían dicho a sí mismas que iban a morir. Por esa razón, cuando me disparé por accidente, sólo continué diciéndome a mí mismo: no voy a morir, no voy a morir”. ¡Y no murió! La esperanza, lo ven, es como la vida misma para muchas personas que están heridas.

Bunyan, en ese otro clásico de todos los tiempos, El Progreso del Peregrino, hace que el gigante llamado Desesperación lleve a los personajes Cristiano y Esperanza, al patio de su castillo y les muestre la elevada pila de huesos que pertenecieron a otros peregrinos que no habían podido escapar de sus garras. “Estos” dice él, “fueron peregrinos una vez, igual que ustedes, y ellos entraron a mis tierras, igual que ustedes, y cuando me pareció apropiado los destrocé en mil pedazos; y dentro de diez días haré lo mismo con ustedes, vuelvan nuevamente a su calabozo”. Y con eso, dice John Bunyan, los aporreó todo el camino de regreso a su mazmorra. Ahora, cuando llegó la noche, y cuando la Sra. Inseguridad y su esposo el gigante se habían acostado, comenzaron a hablar de los prisioneros, y el viejo gigante se preguntaba cómo era que ni con sus golpes, ni con sus palabras había podido exterminarlos. Y sobre esto su esposa le respondió, “me temo”, dijo ella, “que viven con la esperanza de que alguien vendrá a libertarlos”.

Querido amigo cristiano, si no tienes esperanza de que tu circunstancia mejorará, si no tienes esperanza de la redención de tu situación, entonces estás en una condición digna de lástima, y puedo decirte que tú, sin duda, has sido cegado por el enemigo y que tu herencia ha sido robada y, también, que se te ha hecho sufrir con el sólo propósito de que Satanás sienta placer al verte en esa situación. ¡Suficiente! es tiempo de alejarse del enorme Castillo de la Duda y del Gigante de la Desesperación! Tú necesitas esa esperanza que has perdido y, como hijo de Dios, tienes todos las razones tanto para poseerla como para vivir de ella, ¡pues la esperanza es tu derecho inalienable y tu expectativa más razonable!

Es la segunda vez en este año que hablo de esta clase de desesperanza. Mi razón para hacer esto es que he observado que esta es una de las más efectivas armas del enemigo, la cual es utilizada, con mayor frecuencia, en contra de los hijos e hijas del Dios Altísimo. Los cristianos miserables y sin esperanza son un espectáculo abierto de vergüenza en los cielos. El enemigo se deleita en tal degradación y es en este momento del año, este momento de fines de otoño y comienzos del invierno, cuando los monstruos de la miseria parecen salir de esa fosa apestosa para venir a saquear las promesas que hemos dejado tendidas por doquier, nosotros los cristianos apáticos. ¡Suficiente de eso! ¡Ya es suficiente!

Recobrar la esperanza es la única solución para tu desesperación y es tan fácil de conseguir, como difícil de aplicar:

Primero, busquen en el interior de su propio corazón y encuentren las promesas de Dios que han sido puestas para ustedes allí. Él les ha hablado en el pasado, ¿recuerdan esas palabras?

Segundo, busquen en las Escrituras y descubran todas esas promesas que son “sí” y que son “amén” en Cristo Jesús. En otras palabras, tomen Sus promesas declaradas a ustedes en la Biblia y colóquenlas en el oscuro cerrojo de la puerta de su calabozo y gírenla con firmeza. Pongan algo de esfuerzo en creer; si fuera necesario, busquen a un amigo que los ayude, más aún, busquen a un “asesino de gigantes” para orar con ustedes, pues algunas veces estos monstruos opresivos de la desesperación necesitan que no se les deje aletear como cuervos sobre las espaldas de los asediados peregrinos. Sí, algunas veces, hasta nosotros necesitamos liberación de estas amenazas opresivas. La cerradura puede estar endurecida pero debe ser girada con las Llaves de las Promesas.

Cuando la esperanza atraviesa esa puerta abierta de promesas, también entra la luz; cuando entra la luz, también entra la liberación; cuando entra la liberación, ¡viene la vida y el gozo y el fruto abundante! La esperanza real sólo se encuentra en las promesas de Dios hechas a ti tanto en las Escrituras como en tu corazón. ¡Ve y encuentra todas esas Llaves de las Promesas para que tengas esperanza para vivir! ¡Vamos, tú puedes hacerlo! Si las mentiras pueden mantener a miles vivos, entonces, ¡con cuánta más razón la Verdad te dará vida nuevamente!

Reflexiona: La esperanza frustrada aflige al corazón; más el deseo cumplido es un árbol de vida. Proverbios 13:12

Ora: “Envía tu luz y tu verdad; que ellas me guíen a tu monte santo, que me lleven al lugar donde tú habitas. Llegaré entonces al altar de Dios, del Dios de mi alegría y mi deleite, y allí, oh Dios, mi Dios, te alabaré al son del arpa. ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios” Salmos 43:3-5

 

No comments:

Post a Comment