Monday, August 22, 2011

Aug | 22 | Las situaciones que nos pegan duro, necesitan de una iglesia muy ‘pegada’

Palabra para meditar – UNIR

Hebreos 10:23-25
“Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.”

Las situaciones que nos pegan duro, necesitan de una iglesia muy ‘pegada’


De la película épica de Ridley Scott, Gladiador, recuerdo la escena en la que el General Maximus, con su pequeña banda de gladiadores, aparece en el coliseo delante de unos portones enormes. La muerte, en forma aterradora pero invisible, yace lista detrás de esas puertas, para salir y devorarlos lentamente de sobre la tierra. Ante semejante temor entre sus hombres, en forma casi inmediata, Maximus les dice estas palabras:

“No importa qué sea lo que salga por esas puertas... tenemos mayores posibilidades de sobrevivir si trabajamos juntos. ¿Entienden? Si permanecemos juntos, sobreviviremos. ¡Permanezcan juntos! ¡Acérquense! ¡Junten sus escudos! ¡Manténganse como uno solo!”.
Y durante todo ese tiempo su enemigo les está diciendo, gritando a sus oídos:

“¡Muertos! ¡Muertos! ¡Muertos! – Pronto todos sus hombres estarán muertos – ¡No tienen posibilidades!”.

Si alguna vez hubo una buena imagen de la necesidad absoluta de unidad dentro de la iglesia local mientras ésta hace guerra contra las puertas del infierno, y del terrible temor y desánimo que el enemigo derrama en nuestros corazones a través de nuestros oídos abiertos y alertas, ¡es ésta! Sobrevivimos cuando nos mantenemos unidos.

Mis reflexiones en esta noche son muy sencillas. Deben juntar sus escudos con los de sus hermanos, permanecer juntos, permanecer como si fueran uno solo. Una iglesia unida no es una iglesia que aplica principios de asimilación para mantener la salida de emergencia tan pequeña como le sea posible... ¡No! Una iglesia unida es una iglesia que toma por asalto las puertas del infierno y en la que a sus soldados, comprados con sangre, se les ha enseñado a pelear. ¿Entendieron eso? Se les ha enseñado a pelear y no a ofrecer fiestas con té; y también saben que si en esa pelea contra el enemigo no permanecen absolutamente unidos, no juntan los escudos, no permanecen firmes y se mantienen como uno solo, quedarán aislados y los matarán. En medio de todas las ‘olas’ que se mueve en el mercado cristiano, por favor recuerden que una iglesia unida es una iglesia guerrera. No olviden eso. ¡No pierdan eso de vista! Porque si lo hacen, sencillamente puede costarles la vida. Permanezcan unidos durante la pelea.

Medita: “No ruego sólo por éstos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí.” Juan 17:20-23

Ora: Líbranos del león que merodea, de ese gran dragón rojo que espera para devorarnos. Danos oh Señor, temor ‘pegajoso’, sabiduría ‘contagiosa’ y buenos Pastores que nos unan como con pegamento, a todos. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.


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