Tito 2:2
“A los ancianos, enséñales que sean moderados, respetables, sensatos, e íntegros en la fe, en el amor y en la constancia.”
La pérdida terrible de un cargamento de toros viejos
Respecto a la pregunta de si los elefantes tienen o no buena memoria, un reportero estadounidense de Chicago, registró recientemente el siguiente incidente que sucedió en el zoológico de la ciudad:
“En 1986, Mike Hogan estaba de vacaciones en Kenia después de haberse graduado de la Universidad Northwestern. Mientras caminaba entre los arbustos, se encontró con un elefante macho joven que estaba con una pata extendida en el aire. El animal parecía afligido, por lo que Mike se aproximó con mucho cuidado; se arrodilló para examinarle la pata y encontró un trozo de madera profundamente enterrado en ella. Con toda la delicadeza y cuidado que pudo, Mike pudo sacar el trozo con su cuchillo de caza. El elefante puso cautelosamente su pata en el suelo, volvió su cabeza hacia el hombre, y con una mirada de curiosidad, lo contempló durante unos tensos momentos. Mike estaba paralizado, pensando en que pudiera pisotearlo. Finalmente, el elefante bramó fuertemente, se volteó y se fue. Mike nunca olvidó al elefante ni tampoco los sucesos de ese día. Más de treinta años después, Mike estaba caminando por el zoológico de Chicago con sus hijos adolescentes; al acercarse al lugar donde estaban los elefantes, uno de ellos dio la vuelta y se aproximó hacia donde estaban Mike y su hijo. El enorme elefante se quedó mirando a Mike, levantó su pata derecha del suelo y luego la volvió a bajar. Hizo eso varias veces y luego bramó fuertemente sin dejar nunca de mirar al hombre. Recordando el encuentro de 1986, Mike no pudo evitar preguntarse si éste sería el mismo elefante. Armándose de valor, escaló la barandilla y penetró el encerramiento; caminó directo hacia el elefante y se volvió a mirar. El elefante bramó una vez más, envolvió su trompa alrededor de una de las piernas de Mike, lo estampó contra la barandilla y lo mató instantáneamente. Probablemente no era el mismo elefante.”
Por algunos años ya, los paquidermos adolescentes han estado rondando en manadas salvajes y furiosas, aparentemente buscando venganza en asentamientos humanos de su área. Un estudio del problema salvaje cada vez mayor de los elefantes jóvenes desbocados, que se clavan unos a otros los colmillos hasta matarse, que destrozan cultivos y casas y asesinan seres humanos, parece indicar que todo esto tiene relación con el asesinato de elefantes machos viejos. En otras palabras, los padres ausentes y la destrucción de la enseñanza acertada de parte de los patriarcas se han convertido en un problema serio en las manadas de elefantes. Sin la fortaleza y el liderazgo de una vieja trompa detrás de unas orejas caídas, y ciertamente, sin un buen golpe con ella, los adolescentes han quedado sin cualquier tipo de límites, y al final sencillamente se han vuelto salvajes. Sabrán perdonar el juego pobre de palabras.
En la sociedad occidental, es evidente que la castración de los machos viejos con la feminización política y el desmantelamiento contínuo e intencional de nuestro propio sistema patriarcal, también ha conducido a la toma del poder y al desbocamiento destructivo de los adolescentes. Crímenes con arma blanca, crímenes con pistolas, crímenes sexuales, madres solteras abusadas y abandonadas, son todos signos de un sistema patriarcal eliminado. Nuestros jóvenes han sido entregados, resuelta y deliberadamente, al cuchillo políticamente correcto de la castración, mientras que los viejos machos han sido exterminados. Les digo que para que la sociedad continúe, esta feminización debe llegar a un final fatal.
En esta noche hay un llamado para todos los hombres aparentemente más jóvenes y que están dentro de la iglesia del Dios vivo. Me temo que muchos de ustedes necesitan crecer realmente rápido. Cuando los machos mayores han sido eliminados de un soplido, o lo han echado todo a perder, ustedes, deben crecer rápidamente en madurez y enseñar el camino con sabiduría y hombría patriarcal. Si esto es cierto para los hombres jóvenes de nuestras iglesias, permítanme decir que entonces es aún más aplicable para las jóvenes mujeres. Ustedes también tienen que madurar y enseñar el camino en piedad, honor y verdadero amor entre las hermanas.
¡Es tiempo de librar al mundo de estos manojos de paquidermos deplorables! Sólo podemos hacerlo, permitiendo que los hombres sean hombres, dejándoles vivir como hombres y permitiéndoles enseñar a los chicos más jóvenes. Sólo los hombres pueden enseñarles a los jóvenes cómo ser hombres. Si esto no se respeta en la práctica, entonces todo lo que podemos esperar en nuestro mundo es desbocamiento, asesinatos y anarquía salvaje. Me temo que es la horrorosa verdad.
Medita: “A las ancianas, enséñales que sean reverentes en su conducta, y no calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno y aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios. A los jóvenes, exhórtalos a ser sensatos.” Tito 2:3-6
Ora: Señor, ayúdanos a ser, en la más irreligiosa y sencilla de las maneras, los mejores mentores. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
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