Thursday, April 7, 2011

Apr | 07 | Oliendo las flores del temor

AROMA

Isaías 28:1b-4b
“La flor marchita de su gloriosa hermosura, que está sobre la cumbre de un valle fértil! ¡Ay de los abatidos por el vino! Miren, el Señor cuenta con alguien que es fuerte y poderoso: Éste echará todo por tierra con violencia, como tormenta de granizo, como tempestad destructora, como tormenta de aguas torrenciales, como torrente desbordado. La altiva corona de los borrachos de Efraín, sera pisoteada. Esa flor marchita de su gloriosa hermosura, sobre la cumbre de un valle fértil, será como higo maduro antes de la cosecha.”

Oliendo las flores del temor

Me despedí de algunos amigos esta mañana, cuando partían para disfrutar de unos bien merecidos días de descanso en el Lago District y en particular en Ullswater, Windermere y Cockermouth. Regresé a casa cruzando por un área en Brighton llamada “La Esquina de los Poetas”, la cual está entre las calles de Coleridge y Wordsworth, ambas nombradas en honor a los poetas fundadores del movimiento Romántico Inglés. Hoy, por supuesto, es el cumpleaños de Wordsworth, nacido en 1790 en Cockermouth, y ¿quién no está familiarizado con su poema titulado “Narcisos,” escrito sin duda, por la remembranza de las imágenes que veía alrededor de Ullswater, y cuya primer línea comienza también diciendo “Vagaba yo solitario, como una nube...”? Dentro del poema, las memorias felices de los narcisos que Wordsworth había visto se habían grabado tan fuertemente en su espíritu, que fue capaz muchas veces de traerlas a su memoria en tiempos de profunda reflexión, y la belleza y el gozo de ese recuerdo ¡hacían que su alma danzara de alegría! Si no fuera porque fué padre de 5 ó 6 niños, ¡me habría preocupado mucho por Wordsworth!

Al igual que Wordsworth, quien poéticamente evocó a la naturaleza para recordar tiempos de gozo, Isaías, el gran poeta de la antiguedad, lleva a los Hebreos a pensar en flores y en verdes valles pero de una naturaleza muy diferente. Mientras Wordsworth evoca flores de gozo, Isaías evoca flores de temor.

Fue Omri quien había comprado un monte en Semer y construyó la nueva ciudad de su Reino Israelita del Norte sobre él, llamándola Shomeris (Samaria), en honor de quien había sido el dueño original de aquél monte. Esta ciudad estaba rodeada por colinas de guirnaldas y llanuras fértiles y verdes. El rebelde pueblo de Dios vivió ahí en relativa comodidad y lujo, asistiendo a fiestas donde corría libremente el vino y se emborrachaban permitiendo que el orgullo y la arrogancia, el poder y las riquezas endurecieran tanto sus arterias como sus corazones.
Dios, un Maestro de la poesía, trae a la mente esos mismos pétalos de guirnalda de esas fiestas, y termina con esta frase: “la belleza de la gloria es como una flor marchita que está en la cumbre de los valles fértiles,” y retrata de forma pintoresca y hermosa, una de las más poderosas descripciones de juicio ¡que la Biblia ha dado jamás! Los Asirios tomarían a Israel y cual hombre poderoso y fuerte, grande y enojado, tomaría el hermoso cristal de Samaria, ahora tan lleno de riquezas y embriagado del dulce vino tinto, y la estrellaría en mil pedazos sobre el duro suelo del juicio, esparciendo su contenido a través de paredes blanqueadas, para que todo el mundo pudiera ver. En nuestro texto poético para esta noche, Dios toma el enojo, la tempestad, el granizo y las aguas y les junta en una colorida fiesta de guirnaldas y los echa sobre los fértiles pastos del lugar. Luego Dios dice: “Ustedes borrachos son casa olvidadiza y rebelde. Huelan las flores y contemplen su frágil belleza, porque yo vengo para aplastarlas en el suelo y a hacerlas pedazos en la tierra.” Y así lo hizo.

Debemos ser cuidadosos de qué vino estamos tomando y tener cuidado de su naturaleza intoxicante, porque el vino de la vanagloria y la flor del orgullo han llevado a la ruina de más de una nación.

Me parece que en la primavera de mi escrito, con el consumo desmedido de bebidas en el Reino Unido y el consumo de alcohol tomando proporciones desmedidas en toda Europa, necesitamos recordar lo que se encuentra en medio de estos tambaleantes narcisos amarillos, especialmente porque esta manifestación física de embriaguez es simplemente una metáfora del fracaso espiritual ¡de toda una nación! Hay nubes negras en el horizonte y granizo en días de Abril. El verano no se vislumbra bien para Albión...no...no se ve bien en absoluto.

Medita: “En aquel día el Señor Todopoderoso será una hermosa corona, una diadema gloriosa para el remanente de su pueblo. Él infundirá espíritu de justicia al que se sienta en el tribunal, y valor a los que rechazan los asaltos a la puerta”. Isaías 28:5-6 .

Ora: Señor, ten misericordia de nuestra embriaguez tanto física como espiritual y no envíes de tu ira a nuestra tierra rebelde. Por favor Señor, en tu enojo, acuérdate también de la misericordia. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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