Thursday, April 14, 2011

Apr | 14 | Palabras de una naturaleza diferente y trabajo de una naturaleza diferente

DEDICACION

Hechos 20:24
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús.”

Palabras de una naturaleza diferente y trabajo de una naturaleza diferente

Cuando Noah Webster fue a Filadelfia por primera vez, el Dr. Benjamín Rush se reunió con él y le dijo: “Lo felicito por su llegada a Filadelfia,” a lo que Webster contestó: “Señor, mejor felicite a Filadelfia por esta especial ocasión.” Sí. Una de las muchas fallas de Noah Webster ¡era su fino ropaje de arrogancia! A decir verdad, la arrogancia es uno de mis defectos y sin embargo no tengo ni una milésima de la capacidad intelectual, destreza en la anunciación, determinación y habilidad de persuasión que este gran hombre tenía hacia su llamado, su vocación y su destino. Es increíble... Noah Webster aprendió más de veinte idiomas tan sólo porque quería entender la raíz y los significados reales de las palabras explicadas en su diccionario.

Esta increíble arrogancia comenzó a ceder cuando Webster alcanzó los 49 años de edad, ya que fue cuando el escritor del Diccionario Webster, el verdadero fundador (no Bill Gates) del Inglés Americano, el profeta de la pronunciación real republicana, fue introducido al Reino de Dios en la maravillosa ola del segundo Gran Avivamiento, donde juntamente con él, en el lavamiento por el Espiritu Santo hubo ese movimiento de “avivamiento y renacimiento” con Charles Grandison Finney como su sonriente representante.

Fue el Dr. K. Alan Snyder en su libro Definiendo a Noah Webster quien cuando escribía acerca de la experiencia de conversión de Webster, dice que su muy completo y bien escrito examen y explicación de su propia conversión, fue tan bien recibido, que la comunidad Cristiana fundamentalista lo animó a entrar al mundo de la apologética. Webster declinó hacer esto, sabiendo que Dios lo había llamado al mundo de las “palabras de una naturaleza diferente y a un trabajo de una naturaleza diferente” y ahora, increíblemente, Dios se había convertido en el centro de su vida. Todo lo relacionado con su vida estuvo marcado e impregnado con el Dios de la Biblia. Así, Webster se convirtió en el lexicógrafo Estadounidense, reformador de ortografía, e incluso el “¡Padre de la Escolaridad y Educación Norteamericanas!” Yo les digo esta noche, que yo he aconsejado a mucha gente que no entren en el ministerio, porque Dios tiene otras cosas más grandes e importantes que quiere que ellos hagan. Noah Webster es una evidencia de esta gran verdad.

Un día como hoy en 1818, Webster publicó la primer edición de su diccionario. Vendiendo solamente 2,500 copias, tuvo que re-hipotecar su casa, pasando la mayor parte de su vida endeudado y dedicando sus años a trabajar y revisar su trabajo original para, en 1840, unos 22 años después, producir un segundo y más importante trabajo que incluso tendría raíces Bíblicas. Noah Webster murió en 1843, apenas unos días después de que completara el Apéndice de su segunda edición.

Si usted está seguro de su llamado divino, cualquiera que este sea, entonces hágalo con todas sus fuerzas con la ayuda y la unción del Espíritu Santo, para la gloria de Dios el Padre, en el nombre de Jesús, Su Hijo. Noah Webster, seguro de su llamado, sin dudas en cuanto a su objetivo, dedicado a su tarea, deja entre muchas otras cosas, un ejemplo de ese viejo adagio que dice: “Si te mantienes siguiendo la dirección que tenías en mente desde el principio, al final, seguro llegarás!”

Medita: “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo, ni planes, ni conocimiento, ni sabiduría.” Eclesiastés 9:10 .

Ora: Señor, quiero estar seguro de mi llamado divino, sin dudas en cuanto a mi objetivo, dedicado a la tarea. Ayúdame en todas estas cosas. Te lo pido con todo mi corazón, Señor. Amén y Amén.

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