Mateo 13:44
“El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo.”
El Gran Kahuna

Hoy Jesús dice, “¡compra, compra, compra! ¡Compra el campo, obtén el tesoro, sé como el comerciante que descubre la perla de gran precio y vende todo lo que tiene para conseguirla! Jesús está diciendo con toda claridad, que cuando lo tenemos a Él, (porque Él es la perla de gran precio), cuando poseemos el Reino, (por que ese es el tesoro en el campo), hemos adquirido algo de valor indescriptible e inestimable, algo que excede por mucho, por encima y por delante, ¡todo lo que podemos pedir o imaginar! ¡Este tesoro que poseemos nos proveerá de un despliegue eterno e infinito de bendiciones y aventuras, de las cuales ni siquiera podemos imaginar, ya que simplemente no tenemos la capacidad de comprender lo que ya es nuestro!
Sin embargo, a diferencia de la compra de Alaska, esta compra no será barata. Les costará todo lo que tienen. ¡Todo! Es el mismo precio para uno y para todos. Es el mismo precio para los muy ricos y para los muy pobres: Les costará todo lo que tienen.
Algunos de nosotros poseemos mucho más de nada que otras personas: Condominios, artículos de lujo, un futuro asegurado, acciones, autos, casas, joyas de todas clases, de sonido discordante, brillantes, relucientes, por el momento todopoderosas, ¡y luego oxidadas y corroídas! Porque eso es todo lo que tienen al final. Desnudos llegan y desnudos, (¡sí, señor!) total y completamente desnudos, se irán. No obstante, para mí, es un horror constante la fuerte atracción que estos tesoros terrenales, estas costosas ruinas que dan un sacudón eléctrico y mortal de 240 voltios, tienen sobre muchos de nosotros. Jesús estaba en lo cierto: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un hombre que pone su esperanza en las riquezas entre al Reino de Dios. Con respecto a esto podemos decir en verdad, “¡benditos sean los pobres!”
En este momento hay más de 6 mil millones de personas vivas en el planeta tierra. En menos de 100 años todos vamos a ser comida para gusanos. No hagan planes para los próximos 30 años, más bien hagan planes para los próximos 3 trillones de años. ¿Dónde van a estar ustedes para entonces y dónde va a estar todo lo que aman y todo por lo que trabajan?
Pueden estar seguros de estas dos cosas: El seguir a Jesús les va a costar todo; pero el seguir a Jesús ¡les hará ganar más de lo que ustedes puedan imaginarse jamás!
Reflexiona: Sin embargo, como está escrito: Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman. 1ª Corintios 2:9
Ora: Bendito Espíritu Santo: Tú has revelado, de acuerdo con nuestra capacidad actual, un poco de lo que poseemos. A través de vidrios oscuros nos hemos esforzado por ver a Sión, nuestra ciudad de destino, la ciudad de Dios. Señor, los rumores que hemos escuchado y las Escrituras que hemos leído, entusiasman nuestros corazones. Hoy toma nuestras vidas, toma todo lo que tenemos y lo que somos y lo que seremos. Tómanos Señor, y háznos dignos hijos del Dios Vivo, poseedores de una vasta herencia, incorruptible e inmarcesible reservada en el cielo para nosotros. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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