Tuesday, October 29, 2013

Oct | 29 | ¡Llamamiento, Tazas de té y Habilidades!

CONCÉNTRATE

2 Corintios 10:13-14a  
Nosotros, por nuestra parte, no vamos a jactarnos más de lo debido. Nos limitaremos al campo que Dios nos ha asignado según su medida, en la cual también ustedes están incluidos. Si no hubiéramos estado antes entre ustedes, se podría alegar que estamos rebasando estos límites.

¡Llamamiento, Tazas de té y Habilidades!

¡Realmente había llegado al final del último libro de la serie! Finalmente, leí las últimas páginas tituladas “sobre el autor”, para descubrir que él había escrito más de 30 libros y que los mismos habían sido traducidos a 50 idiomas. ¡Impresionante! También había obtenido un doctorado de un prestigioso seminario y una maestría de otra institución mundialmente famosa, y ello, en una disciplina completamente diferente. ¡Vaya! Además fue Pastor durante muchos años, de la iglesia que más rápido creció, la cual se estaba extendiendo ahora por varias ciudades, fundó un par de escuelas preparatorias de renombre y colaboró en la organización de muchas otras; era además un orador internacional de los más solicitados, padre de cinco hijos (todos en el ministerio) casado con su bella esposa por 35 años (quién en las fotografías no luce mayor de cuarenta años), tienen once nietos adolescentes, sí, once pequeños jovencitos, los cuales lo visitaban regularmente y pasaban un respetable y grandioso tiempo con el abuelito, especialmente en el Día de Acción de Gracias y en Navidad donde todos juntos se regocijaban en su casa de vacaciones en los “Cayos” de la Florida. El autor era además un especialista mundialmente reconocido en su área, escribía para varias revistas y había aparecido en muchos talk shows, al menos durante los últimos 20 años, y diaria y fielmente hablaba en sus propios programas de radio y televisión; por si eso fuera poco, la información también decía que disfrutaba “esquiar en la nieve, esquiar en el agua, escalar montañas, andar en motocicleta, jugar dominó chino, realizar caminatas en las Montañas Rocosas, tanto como el canotaje y el golf”, entre otras muchas actividades de esparcimiento. ¡Qué bárbaro, Chavo! ¡Leyendo esta cubierta pensé que este hombre debía estar en una combinación sensacional de vitaminas y metanfetaminas!

Cuando leía esto me encontraba en mi sala especial de lectura. Por tanto, luego de cerrar el libro y colocarlo en la estantería de porcelana blanca, me subí los pantalones, tiré la cadena (parecía lo apropiado), lavé mis manos y me dirigí con los ojos un poco entrecerrados hacia la cocina. Si no tomaba un té caliente con dos de azúcar en los próximos minutos, mi ojo derecho, el cual de momento se rehusaba a seguir al izquierdo en completa apertura, permanecería en esta postura rebelde y redundante todo el día. Al llegar hasta mi computadora arreglé un poco el desorden para apoyar la taza (un día voy a vencer a estos papeles que constantemente se burlan de mí desde mi atiborrado escritorio), cuando las obligaciones mundanas del día, cual cachorros de agudos ladridos, comenzaron a recordarme de su necesidad de atención. Es el momento de añadir a la lista: solicitar la matrícula del vehículo, lavado de dientes (debo acordarme de usar hilo dental hoy), arreglar la cerca (luego de la discusión que tuve con mi esposa ayer, eso va a llevar mucho tiempo, después de todo, tengo que pedir perdón por muchas cosas, ¡otra vez!), traer comida (debemos hacer compras), lavado de pies (tenía un par de visitas pastorales) y finanzas. Ahhh, las finanzas. Otro tema memorable para enfrentar. Sí, mejor hacer eso hoy, después trabajar sobre mi mensaje del domingo, escribir: obtén la victoria y gobierna y reina en el precioso nombre de Jesús. ¡Amén! Después de una taza más de té, comenzaré a hacer justo eso y, especialmente, a ¡tomar autoridad sobre este bendito papeleo!

Encendí mi agenda electrónica y los ítems al comienzo de mi lista más reciente, (adiciones que fallé en concretar ayer y antier), de paso, también se habían vuelto “¡pendientes en rojo!” en mi lista de tareas digitalizada. Detesto esos signos de exclamación que la computadora insiste en colocar al costado de los ítems atrasados. Se parecen a ese gesto grosero que la pequeña señora elegante, en una gran Land Rover, me hizo justo ayer cuando salí furioso de la casa luego de la discusión y, tal vez no estaba conduciendo prestando la atención que debía. ¡Oh vaya, estaba tan enojado! Lo que la dama elegante de la Land Rover hizo no fue tan terrible pero me dolió, y ¡lo único que pude hacer fue bendecirla a través de mis dientes apretados! Ayer no fue un buen día y el día de hoy no se veía tan prometedor.

El día ni siquiera había comenzado y, la verdad, lo único que deseaba era arrastrarme a la cama, taparme hasta la cabeza con las colchas y escaparme, una vez más, a la cálida oscuridad de los pensamientos inconscientes: Un juego de dominó, una escalada en la montaña y andar en motocicleta... ¡No sabía cómo le iba a hacer para ‘sobrevivir’ el día! ¡Quizá, si consiguiera una secretaria personal, una computadora mejor, que mis hijos fuesen más respetuosos, un trabajo apropiado que pagara bien, una esposa comprensiva, un buen automóvil con menos de 100.000 km en vez de muchos más y, quizá, si tuviera y, quizá, si fuera y, quizá, si hiciera y quizá... no, esperen, ¡esperen! ¡Lo que yo necesitaba era detenerme! Dejar de compararme. Siempre que hacemos eso son malas noticias ¿no es verdad? Y todos lo hacemos. No, lo que yo necesitaba era concentrarme en mis tres letras: LTH. Mi Llamamiento divino, todas las Tazas de té que necesitara para funcionar eficazmente y mis Habilidades personales. “¡Llamamiento, Tazas de té y Habilidades!” Eso era suficiente para mí.

Querido amigo, averigua qué es suficiente para ti hoy, de modo que puedas funcionar eficazmente en el área a la que has sido llamado divinamente. Eso es suficiente. Suficiente para cualquiera (P.D.: No creas todo lo que lees en las cubiertas de los libros, ¡especialmente si son cristianos con muchos ministerios y sus editores tienen el don de la exageración!) Ahora, sigue adelante, reconoce tus habilidades, atiende tu llamado ¡y pon la tetera al fuego!

Reflexiona: “No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen.” 2ª Corintios 10:12

Ora: Oh Señor, mi Señor, ámame hoy, permíteme descansar en Ti y, Señor, por favor asegúrate de que tenga tantas ‘tazas de té’ ¡como las que necesite para terminar el día! Te lo pido en nombre de Jesús. Amén.

No comments:

Post a Comment