Thursday, June 16, 2011

Jun | 16 | Sobre el pastel Betty Crocker y los panaderos cansados y sudorosos

Palabra para meditar – PAN

Nehemías 9:15
“Saciaste su hambre con pan del cielo; calmaste su sed con agua de la roca. Les diste posesión de la tierra que bajo juramento les habías prometido.”

Sobre el pastel Betty Crocker y los panaderos cansados y sudorosos



Se dice que la poco célebre María Antonieta, Archiduquesa de Austria y Reina de Francia y Navarra, cuando fue confrontada ante la pobreza y hambruna de su pueblo por la falta de pan, respondió: “Qu’ils mangent de la brioche” o “¡que coman pasteles!”. Me parece ésta una afirmación bastante resonante, porque en estos días extraños, una de las razones por las que voy a tantas iglesias, es por la satisfacción del pastel. Para otras personas es el buen café o las dulces donas excesivamente glaseadas, pero para mí, ¡son los pasteles! El pastel de chocolate, el pastel empalagoso, el pastel esponjoso (mejor servido en las iglesias carismáticas), el pastel de frutas, (si quieres probar algunas de las últimas cosas nuevas que Dios supuestamente está haciendo ahora, especialmente en Norteamérica), el llamado Shortcake millionario (para los que piensan en la prosperidad), de hecho, ¡cualquier clase y combinación de pastel está bien para mí! Especialmente... sí, ¡especialmente si no hay pan! ¿Están prestando atención ahora?

Siempre me sorprende ver con qué forraje de tan poco nivel nos sentimos satisfechos nosotros los cristianos: Con una buena porción de migajas grises y desagradables cada domingo, desparramadas en nuestro plato. Sí, gracias a Dios por el pastel, ¡porque es lo único que todavía me hace ir a la iglesia!

Pero constantemente me siento complacido cuando veo esos ojos y bocas que empiezan a abrirse en los rostros de los cristianos malnutridos, cuando se encuentran por primera vez con un pan real, porque cuando los santos alimentados con migajas, eventualmente prueban un poco de pan real, un poco de pastel celestial, esponjado con la bondad de Dios, cambian de restaurante; sí, comienzan una revolución y arrancan las cabezas de todos los chefs perezosos que antes les dieron migajas y pasteles Betty Crocker, servidos de prisa como sustitutos del pan del estudio, ganado con el sudor de la frente.

Mientras escribo esto, estoy a punto de emprender un nuevo pastorado. Me siento un poco perplejo ante la carga laboral que sé que dentro de poco llevaré otra vez, porque deseo ser un buen pastelero, y para los buenos pasteleros quienes se esfuerzan por hacer el mejor de los panes, no hay atajos; sí, a pesar de que sólo mido 1.70 m., no hay cocineros pequeños. Para mí, esto implica levantarme más temprano que la mayoría y encender mi horno. Implica mantener mi levadura a la temperatura justa, y más que eso, implica encontrar el fertilizador adecuado para mi suelo, implica cavar, arar, sembrar, cosechar, moler y... Dios me ayude... implica mucho sudor invisible, derramado en tierras solitarias. Preparar pan es el trabajo más difícil que jamás haya hecho.

Predicador, si su gente está yendo a la iglesia principalmente por el pastel, entonces es usted un holgazán perezoso y una desgracia para su raza de panaderos. Es un ladrón de Betty Crocker que sirve basura azucarada la cual ni siquiera es suya y francamente, sería mejor que se saliera de la cocina. Amigo, si a lo único que va a la iglesia es a comer un pedazo de pastel empalagoso, entonces, eventualmente, sus dientes van a caer y su barriga va a crecer descomunalmente hasta ocultar todo lo que tiene debajo de su cintura. Morirá de diabetes espiritual.

Sólo las reinas tontas gritan: “¡Que coman pasteles!”. Selah.

Medita: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente.” Génesis 3:19a

Ora: Señor, te pedimos por nuestros panaderos, para que puedan levantarse temprano a su trabajo, laborar mucho tiempo en su producción y alimentarnos adecuadamente con el Pan del cielo. Señor, envíanos obreros diligentes y no obreros flojos; nosotros, tu pueblo hambriento, te lo pedimos. Amén.

 

No comments:

Post a Comment