Génesis 15:1-2
Después de esto, la palabra del SEÑOR vino a Abram en una visión: No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa. Pero Abram le respondió: SEÑOR y Dios, ¿para qué vas a darme algo, si aún sigo sin tener hijos...?”
¡Entrenado para el éxito!

Lo mismo sucede con la fe. No necesitamos enormes cantidades, sólo necesitamos ‘justo lo suficiente para hacer el trabajo’. Y, ¡oh sorpresa! Dios, el más grande entrenador personal de todos, nos entrena de tal manera que siempre tengamos ‘justo lo suficiente’ de fe como para hacer el trabajo.
Dios quiere entrenarnos para que seamos exitosos. ¿Comprenden? Dios no quiere que fracasemos. Por eso amigo, este año recuerda: cuando te encuentres con algo substancialmente pesado, sea esto un objeto, una situación, una persona, un demonio o una fortaleza; cuando te encuentres con cualquier cosa enorme, y a juzgar por lo que ven tus ojos, imposible de mover, o de realizar, recuerda que esto no es algo difícil para Dios y Aquél que te ha entrenado para el éxito, ya se ha asegurado de que poseas ‘justo la suficiente’ fe para enfrentar el problema.
Reflexiona: “Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios…” Romanos 4:20
“—Tengan fe en Dios —respondió Jesús—. Les aseguro que si alguno le dice a este monte: "Quítate de ahí y tírate al mar", creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.” Marcos 11:22-24
“Después los discípulos se acercaron a Jesús y, en privado, le preguntaron: —¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? —Porque ustedes tienen tan poca fe —les respondió—. Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: "Trasládate de aquí para allá", y se trasladará. Para ustedes nada será imposible.’” Mateo 17:19-21
“Así que ¡ánimo, señores! Confío en Dios que sucederá tal y como se me dijo. Sin embargo, tenemos que encallar en alguna isla.” Hechos 27:25-26
Ora: Señor, mí mástil parece estar quebrado y mis velas rotas; tal vez tendré que llegarme a tierra en alguna isla. Sin embargo creo que Tú has ‘desgarrado’ mis músculos espirituales y que los has entrenado para esta tarea que tengo delante de mí. Por lo tanto, oh Dios, ¡tengo fe y hablo! Por lo tanto, oh Dios, ¡tengo fe y hago! Por lo tanto, oh Dios, ¡tengo fe y voy! Por lo tanto, oh Dios, ¡tengo fe!

No comments:
Post a Comment