Wednesday, January 16, 2013

Jan | 16 | Músicos de acordeón completamente preparados

PERSEVERANCIA

Hechos 1:14
Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos de Jesús y su madre María.

Músicos de acordeón completamente preparados

Estar en armonía es “llegar a un acuerdo, o procurar la unidad”. En 1822, en Berlín, Friedrich Buschmann, inventor de la armónica, patentó también un prototipo de acordeón que usaba botones en lugar de teclas. El acordeón, un instrumento musical portátil, utiliza un fuelle accionado a mano y dos teclados, uno a cada lado de ese fuelle, que imita al armonio individual de lengüeta, con bastante efectividad. Para emitir un sonido, el aire pasa sobre pequeñas lengüetas de metal que luego vibran.

Así pues, regresando del monte de los Olivos, con un atisbo del poder de la resurrección, un cielo abierto y también una visita angelical, los discípulos arriban ahora a Jerusalén y al encontrarse todos en un gozoso acuerdo y estimulados, comienzan a pedir a Dios, humildemente, que les dé lo que les había prometido. ¿Recuerdan que Él les había dicho que debían esperar?

Las últimas palabras registradas de Jesús estaban en Hechos 1:8 cuando Él dice: “pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y seréis Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Eso era lo que ellos pedían, amigos, ¡la promesa del poder para ser testigos!

Por algún tiempo ahora, a través del desasosiego del día y la quietud de la noche, justo hasta el día de Pentecostés ellos habían permanecido unidos y en armonía, de común acuerdo. Todos pidiendo gozosos, en unidad y expectantes, por la promesa del Padre, que Jesús dijo vendría a ellos en Jerusalén y, ¡pellízquenme amigos!, ¡digo que me pellizquen, porque al igual que un poderoso y recio viento, el Espíritu Santo vino tal como había sido prometido! En esta ocasión no hubo aire soplado en lengüetas de metal sino más bien, ¡un soplo poderoso sobre lenguas de carne, haciéndolas vibrar con los sonidos y la proclamación de las maravillosas obras de Dios! ¡El Pentecostés había llegado al fin!

¡Sin duda alguna, la iglesia necesita hoy de este mismo poder para testificar! Así pues, permítanme preguntarles ¿Lo desean amigos? Si es así, consigan un “acordeón” de compañeros creyentes y juntos comiencen a bombear esos expectantes fuelles con oración, pidan el poder para testificar, sigan con esa súplica armoniosa y luego, ¡prepárense!, porque Dios podría venir y sacudirlos, y al hacerlo, ¡cambiará el mundo en el que viven!

¡Ah, el sonido del poder derramándose sobre lenguas de carne! ¡No hay nada como eso! ¡No hay nada como eso, dije!

Reflexiona: “¡Cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!” Lucas 11:13b

Ora: Padre, dame el poder de Tu presencia. Sí, Padre, dame hoy, un viento fresco y un fuego nuevo en mis huesos. Despiértame de los muertos con un viento fresco, ¡acompañado Mi Dios, por este mismo poder indiscutible, fluyendo sobre mi lengua y fuera de mi boca! Te lo pido en el nombre de Jesús. ¡Amén!

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