Wednesday, August 28, 2013

Aug | 28 | La Canción del Hijo

AMOR

2 Samuel 1:26 
¡Cuánto sufro por ti, Jonatán, pues te quería como a un hermano! Más preciosa fue para mí tu amistad que el amor de las mujeres.

La Canción del Hijo

Nuestro versículo de hoy proviene de los últimos versos de una canción titulada “La Canción del Arco”. Era enseñada y por lo tanto, bien conocida en todo Judá como un lamento tanto del Rey Saúl como de su hijo Jonatán. Sin embargo, el título traiciona su verdadera intención y propósito, que es acerca del gran amor del corazón del Rey David: Jonatán.

David amaba a Jonatán y su amor por el era constante, valioso, fiel y verdadero. Jonatán, que significa “Jehová ha dado” era un comandante valiente y emprendedor en el ejército del Rey. Jonatán era firme y mostraba una temerosa determinación con una increíble fe. Por ejemplo, sin nadie saberlo y con la única ayuda de su escudero, atacó el cuartel opresor filisteo en Micmas y le causó tal estrago que el pánico hizo presa de todo el ejercito filisteo que estaba ahí, e Israel fue liberado.

Jonatán se convirtió en el mejor amigo de David, después que éste derrotara al gigante Goliat de Gat, y para ratificar su pacto de amistad, Jonatán le dio a David su túnica, su espada, su arco y su cinturón. Por eso está escrito: “...el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.” 1ª Samuel 18:1b (VRV). Aquí tenemos una imagen del deseo de Cristo para Su pueblo, y de lo que Cristo desea de Su pueblo. Para aquellos que pueden oir, esta es la pista de acompañamiento a esta “Canción del Arco”, y es llamada la “Canción del Hijo”. ¿Pueden escucharla?

Jonatán fue el más valiente de los guerreros y cuando encontró en David (entre los miles y miles de todo Israel) un guerrero más valiente que él, ¡Jonatán literalmente se enamoró de él! Estoy convencido que cuando nosotros los Jonatanes nos encontremos con el Rey Jesús, el más grande guerrero y lo escuchemos, lo escuchemos cantando Sus canciones de amor por nosotros, también nos enamoraremos perdidamente de El. Jonatán se despojó de sus mejores galas y de su armadura y se las dio a David. La armadura de Saúl no le hubiese quedado a David, pero la de Jonatán le quedaba perfecta. ¿Comprenden esto? El verdadero amor le queda perfectamente bien al Salvador.

Quisiera decirte “Hijo mío, lo mejor que puedes hacer hoy es escuchar al guerrero gigante, verlo a Él, enamorarte de Él, darle todo lo mejor que tengas y seguirle en un pacto de amor”. Jonatán agradó a David más que ningún otro hombre en la Tierra. Dime hoy ¿cuán ardiente es tu amor por Jesús, el Gran David? Querido amigo, agrada a Jesús más que a ningún otro hombre en la tierra, hoy y por el resto de tu vida.

Medita: “Jonatán, por su parte, entabló con David una amistad entrañable y llegó a quererlo como a sí mismo.”

Ora:
Glorioso Cristo, Rey de lo creado,
Hombre y Dios, te doy loor;
Quiero amarte, mi dulce amigo,
Corona mía y Salvador.

Bello es el campo, más aún los bosques
En la estación primaveral; Cristo es más bello,Cristo es más puro, que al alma triste gozo da.

Bella es la luna, es el sol más bello,
Y las estrellas, sin igual;
Pero el Cristo es quien más brilla
En todo el Reino celestial.

Bellas las flores, bello es el hombre
En su lozana juventud;
Más su belleza pronto perece,
Sólo es eterna en Jesús.

De tierra y cielo toda la hermosura
Se muestra en Cristo, mi Señor;
Nadie merece cual Jesucristo
Nuestra alabanza y nuestro amor.


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