Sunday, October 30, 2011

Oct | 30 | El Decidido de Tunbridge Wells

Palabra para meditar – LUZ

Mateo 9:11-13a
“Cuando los fariseos vieron esto, les preguntaron a sus discípulos: ¿Por qué come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores? Al oír esto, Jesús les contestó: No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Pero vayan y aprendan lo que significa.”


El Decidido de Tunbridge Wells

En este momento resido en Tunbridge Wells, la cual a menudo ha sido llamada el hogar espiritual del Centro de Inglaterra, esto es, el hogar de los que, se presume, son el ala derecha de la clase media, la corriente dominante, personas blancas, no urbanas. A la luz de esto, estaba la revista satírica Detective Privado, la cual en su sección de ‘cartas al editor’, configurada de manera juguetona, presentaba excesivas y obsesivas cartas de quejas, y siempre concluía firmándolas con una burla como “Atentamente suyo, el Disgustado de Tunbridge Wells”. ¡La burla acerca de la indignación social es, por supuesto, muy divertida! La burla de la indignación religiosa nacida de toda una vida de inactividad es, sin embargo, todo menos algo gracioso, pues es, tanto en sí misma como por sí misma, una mofa.

En este mundo loco en que vivimos en la actualidad, en este espectáculo de relaciones extrañas del final de los tiempos, en estas exhibiciones falsas y estas sociedades, completa y espiritualmente endemoniadas, me temo que debemos hacer a un lado cualquier semejanza con esa actitud de levantar la nariz y mover la cabeza mientras escribimos cartas al Tribuna Evangélico, y firmamos como “Atentamente suyo, el Disgustado de Tunbridge Wells”. Durante muchos, muchos años, ¡nadie ha hecho nada para remediar la situación de deterioro continuo de nuestras sociedades! así que, ¿Cómo es que podemos estar tan disgustados? ¿Qué derecho tenemos?

¿Me pregunto si es posible que aún nos escandalicemos? No, sabía que no. Por lo tanto, no actúen escandalizados. Por lo tanto, no aparenten un disgusto religioso. De todos modos, no servirá para nada. Más bien, ¡guárdense a ustedes mismos y conviértanse en un ejemplo moral! Más bien, ¡revístanse con la gracia y prepárense para conquistar! Más bien, ¡adéntrense en este mundo triste y necesitado y prediquen el Evangelio a cada persona con la que se crucen! No se quejen, sino decídanse a hacer algo por nuestra sociedad, ya que, sin lugar a dudas, está enferma y con gran necesidad del gran Médico. ¡Ah!, a propósito, ¡Él hará esas visitas domiciliarias a través de ustedes! Así que, ¿están listos para el sacrificio? ¿están listos para llamar a los pecadores al arrepentimiento? ¿Están aprendiendo lo que esto significa?

Medita: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios. Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores.” Mateo 9:13b

Ora: Señor, ayúdanos para que ya no aparentemos disgusto, sino más bien luchemos tan compasivamente que nos convirtamos en los faros de luz y dirección; en los ejemplos de redención que este mundo necesita tan desesperadamente. ¡Por lo tanto, yo decido despertar esta noche! ¡Sí!, ¡decido pues, tomar acción esta noche y mañana convertirme en el médico con la medicina, en el vigía con el llamado al arrepentimiento, sacrificando mi vida para la salvación de otros, buscando Tu misericordia, sembrando en la esperanza y esforzándome por compartir con otros en el amor de Dios! Amén.

Tuyo por siempre, ‘el Decidido’ de Tunbridge Wells.

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