Thursday, February 7, 2013

Feb | 07 | Un soldado norteamericano

PUREZA

1 Corintios 5:6
….. un poco de levadura hace fermentar toda la masa?

Un soldado norteamericano

El 19 de septiembre de 1918, en el momento en que su unidad se estaba preparando para dirigirse a las trincheras en Francia, un soldado norteamericano de 21 años de edad que se encontraba en el campamento de Carolina del Sur se reportó enfermo de algo que, finalmente, se le diagnosticó como una enfermedad mortal. De hecho, durante la 1a Guerra Mundial, más de la mitad de las muertes de norteamericanos fueron atribuidas a esta infección viral más que a todas las bombas y balas de la contienda. La pandemia de 1918, conocida como la Gripe Española, infectó a más de un billón de personas y de hecho, mató entre 40 y 50 millones de personas en todo el mundo, superando el número de muertes incluso de la peste negra en la edad media. ¡Imagínense! ¡50 millones de personas muriendo ahogadas en su propia sangre!
Phyllis Burns, una joven de 20 años, falleció de esta misma infección en 1918. Fue sepultada en un féretro de plomo que se consideraba virtualmente hermético, y depositada en una bóveda de ladrillo en Twickenham, en el sureste de Londres. No hace mucho tiempo, algunos científicos debidamente protegidos, tomaron muestras de pulmón de su cadáver (el cual estaba muy bien conservado), y pudieron determinar que el virus pasó de las aves a los humanos, y que esto sucedió debido a mínimos cambios genéticos en su estructura. O en otras palabras, un poco de levadura genética “levó toda la masa” y 50 millones de personas murieron como resultado de eso.

Jesucristo, Príncipe de Vida, murió a los 33 años. Tres días más tarde se levantó de entre los muertos y a través de Su sangre preciosa y pura, ¡introdujo en la condición humana la limpieza profunda de toda la gracia redentora de la resurrección! La masa carcomida, sus tentáculos extendiéndose como un gigantesco ganglio de cáncer por toda la creación está siendo, aún ahora, superada y purificada por la bondad de Dios a través de Cristo Jesús, tanto así, que la creación misma está siendo limpiada de todo su pecado y toda su maldad. En el final, la bondad, la plenitud y la pureza, una vez más reinarán en todo este universo. Para aquellos que creen, entonces, Jesús es precioso, es efectivo y es imparable. Él es la única respuesta para la infección del pecado y de la muerte en el universo exterior y en tu propio universo personal e interior. Es lógico entonces, que tú te vuelvas a Él y recibas salvación.

¿No sabías que en la cruz del Calvario Su sangre se derramó sobre la repudiada y manchada alma de la humanidad e introdujo en nuestros genes espirituales la levadura del cielo? ¡Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su único Hijo para que cualquiera que crea en Él, tenga vida eterna! ¡Esta pequeña levadura del cielo, entonces, hizo levar toda la masa! así pues, ahora, a través de Jesús, ¡miles de millones vivirán! Al igual que Spurgeon, creo con todo mi corazón, ¡que el cielo estará más lleno que el infierno!

Dime amigo, ¿qué levadura está trabajando en ti hoy? Con su poder, ¿te resucitará a la vida y al cielo? o en su corrupción, ¿te hará colapsar en la oscuridad de los hornos calientes del infierno? ¡Arrója la levadura mala fuera de ti, antes de que te mate a ti y a muchos otros! Y en su lugar, ve y busca cosas buenas. ¡Vamos! ¡Ve y busca a Jesús!

Medita: “Yo, el SEÑOR, no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido exterminados.” Malaquías 3:6

Ora: Sáname, Señor, y seré sano; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza, oh Señor, mi fortaleza, mi redentor, y el que levanta mi cabeza pecadora. Amén. (De Jeremías 17:14).

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