Thursday, February 28, 2013

Feb | 29 | Viviendo por tres días

PEREGRINAJE

Filipenses 4:11
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.

Viviendo por tres días

La única vez en que esta palabra, ‘contentarme’, se encuentra en el Nuevo Testamento es justo aquí. Esencialmente y espiritualmente también, significa vivir, independientemente de las circunstancias externas. Esta descripción me da la impresión de que viene de alguna forma de pensar Oriental, ustedes saben, aceptando su karma y estando en conformidad con donde sea que el raro Cosmos los haya colocado. Sin embargo, ¡eso no es lo que Pablo quiso decir! Pablo estaba arraigado tanto en la realidad de las Escrituras Hebreas como del Nuevo Testamento. Él conocía su llamado y los detalles del mismo. Escuchen: “Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por causa de mi nombre.” (Hechos 9:16), y otra vez, “Lo único que sé es que en todas las ciudades el Espíritu Santo me asegura que me esperan prisiones y sufrimientos.” (Hechos 20:23). Pablo, al igual que su Maestro, era un ‘hombre de tres días’ y estaba satisfecho con cualquiera que fuera lo que viniera. Escuchen nuevamente la respuesta que Jesús da ante una amenaza de muerte por parte de Herodes, dada por los labios de los no tan amistosos fariseos: “Vayan y díganle a ese zorro: Mira, hoy y mañana seguiré expulsando demonios y sanando a la gente, y al tercer día terminaré lo que vine a hacer.” Lucas 13:32. ¡No, el contentamiento Cristiano no es una aceptación pasiva del así llamado ‘karma’, sino el perseguir apasionadamente tu propósito durante más de ‘tres días’!

El primer día para perseguir es hoy. Hoy es el día de salvación, el punto donde el tiempo toca a la eternidad; es donde encontramos la gracia y la fortaleza suficiente para satisfacer todas nuestras necesidades. Todos nosotros debemos aprender a vivir y a amar en el ahora.

El segundo día que debemos perseguir es mañana. Me refiero al mañana no necesariamente como un día, sino quizá también como la duración y el propósito de nuestro llamado. Debemos confiar en que la Gracia que hemos experimentado hoy también estará disponible mañana, por todo el tiempo que dure y por todo el propósito de nuestro llamado. En oración planeemos y preparémonos para lo que esperamos estar haciendo mañana.

El tercer día para perseguir con pasión es la eternidad. El día de nuestro galardón, el día en que finalmente seremos libres, y que estaremos nadando en la satisfacción total y el completo cumplimiento.

Por lo tanto amigos, ¡ahí lo tienen! Simplemente, vivan tres días con antelación. Vivan para el hoy, prepárense para el mañana y planeen estar con Jesús siempre y por siempre. ¡Amén!

Reflexiona: “Tengo que seguir adelante hoy, mañana y pasado mañana” Lucas 13:33

Ora: Señor, ayúdame a correr mi carrera del día de hoy apasionadamente y a finalizar, exitosamente, el rumbo que para mí has trazado. ¡Amén y amén!

No comments:

Post a Comment