Saturday, February 16, 2013

Feb | 16 | Caminando con tensión ¡y con intención!

FE

Daniel 4:35
Dios hace lo que quiere con los poderes celestiales y con los pueblos de la tierra. No hay quien se oponga a su poder ni quien le pida cuentas de sus actos.

Caminando con tensión ¡y con intención!

Mateo 13:58 dice: “Y no hizo allí muchos milagros a causa de la incredulidad de ellos.” Ahora, aquí tenemos un enigma. Dios puede hacer cualquier cosa que desea y sin duda alguna, de acuerdo con nuestro versículo de hoy que encontramos en Daniel, ¡Él hace cualquier cosa que desea! No obstante, una y otra vez la Biblia nos indica claramente que debemos creer para que Dios pueda hacer Su voluntad y, consecuentemente, que Dios está limitado por nuestra falta de fe y más aún, ¡que somos responsables tanto por nuestra falta de fe como por las consecuencias en Su voluntad! Como dije, “¡Que enigma!”

Probablemente al igual que tú, cuando todo anda bien para mí y al estar en mi zona de confort, amo la soberanía de Dios. No demanda nada de mí sino más bien permite que mi músculo espiritual se gratifique con una haraganería indiferente y esté, precisamente, sin hacer nada. “¡Sólo déjate llevar por la corriente del buen Dios!” Sin embargo, si mi vida se llena de pruebas, francamente no estoy tan contento con la soberanía de Dios: Oraré y me retorceré y haré todo lo que pueda para cambiar las cosas. ¡Quizá hasta tenga fe de que Dios cambiará las cosas! Puede ser que hasta comience a creer no solamente en lo posible, sino hasta en lo imposible, para que Dios pueda hacer mucho más abundantemente de todo lo que puedo pedir o entender. Verán, mis pruebas ciertamente entrenan mi fe y ejercitan mi convicción; y especialmente mi convicción en cosas mejores: mejores circunstancias, mejores relaciones, mejores situaciones, mejores liberaciones, bueno, todo lo que ayude a colocar un mejor trocito de mantequilla en mi cuchillo de oración!

Ahora, esto nos trae justo a en qué deberíamos creer que es Dios. Bien, realmente es bastante simple, debemos creer que es Dios en todo lo que no sobrepase los límites del pecado o que sea, que de manera evidente, sea contrario a Su Palabra y a Su voluntad revelada. ¡Debemos creer que es Dios en cuanto a todo lo que, de acuerdo a Su voluntad, podemos pedir o entender, después de todo, Él puede hacer muchísimo más que eso! Así pues, permítanme preguntarles: ¿Qué desean hoy? ¿Qué desean hacer hoy?

Por último, permítanme decirles que creo que se necesita de una gran fe para decir: “Que no se haga mi voluntad, sino la Tuya”. Sin embargo, ¡creo que es haraganería y falta de fe el ir directamente a ese lugar, y les digo más, no creo que Dios permita que eso suceda! ¡Uy! Allí están los límites de nuestra zona de confort una vez más. Allí va otro aumento en nuestra cuota de responsabilidad personal. Allí va el aumento de la responsabilidad personal para poder obtener nuestras recompensas antes de pararnos frente al tribunal de Cristo. Porque, amigos, no se equivoquen: este negocio de la caminata de fe es difícil, en especial porque debemos mantener la soberanía de Dios en primer lugar y luego, la intención de nuestro caminar, hacia objetivos de fe y hacia las metas que hemos establecido para nosotros como individuos y para otros, como líderes. ¿Pueden ver esto?

Reflexiona: “Entonces les tocó los ojos y les dijo: Se hará con ustedes conforme a su fe.” Mateo 9:29

Ora: Padre, sigo orando; ¡creo! pero por favor, ayúdame en mi falta de fe. Te pido esto hoy, en el nombre de Jesús. ¡Amén!
 
 

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