Saturday, September 7, 2013

Sep | 07 | R y R y R

DESCANSA

1 Corintios 15:9-10  
Admito que yo soy el más insignificante de los apóstoles y que ni siquiera merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo.

R y R y R

Reposar y relajarse son dos de los requerimientos básicos para una salud física y espiritual. Efectivamente, el crecimiento depende de ello. Pregunten a cualquier físico culturista y les dirá que uno de los principales componentes del desarrollo de la masa muscular es, créanlo o no, ¡el reposo! Levanta pesas, desgarra esos músculos, ingiere el ‘combustible’ adecuado y luego, reposa.

Un vistazo a la vida del apóstol Pablo, quien a menudo aparece como un modelo mucho más atractivo que Jesús para los evangélicos motivados, nos presenta con lo que nosotros “gente de bancos de iglesia”, generalmente, consideraríamos ¡un santo sobrehumano! El gran apóstol, sufriendo ferozmente por la causa de Cristo, parece estar siempre, cual incesante e irrebatible ola, constantemente arrojándose a sí mismo con divino abandono, una y otra vez, contra las puertas del infierno. Es una obra difícil de seguir. ¡Créanme!

Ahora sin lugar a dudas, y sin intención de ofender a ninguno de ustedes, realmente considero a mi hermano Pablo, como el mejor de los apóstoles, aunque el menos valorado, tanto en sus palabras como en sus obras. Me pregunto si una parte de Pablo también sintió lo mismo. Como sea, yo ni siquiera consideraría el compararme a su estatura, de ninguna forma. Pablo es, ciertamente, uno de esos individuos extraordinarios, totalmente dedicado y guiado mayormente y magníficamente, por la gracia de Dios en Jesucristo. Yo no digo esto como un secreto ni como una crítica; al contrario, ¡la medida de la unción y la gracia sobre Pablo era impresionante! Él sabía de su llamado, de su destino y con confianza pudo decir, “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no sólo a mi, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.” 2ª Timoteo 4:7-8. Amigos, ¡esto es increíble! Espero, algún día, tener ese conocimiento.

Sin embargo les digo que, pese a la vida de sacrificio de Pablo, me rehúso a escuchar a Pastores quienes con planes de retiro, casas parroquiales abarrotadas de cosas, billeteras abultadas, cubiertos de oro y trajes a la moda, exhortan a los creyentes a seguir el ejemplo de sacrificio de Pablo. Cuando ellos comiencen a seguir lo que atraía a Pablo, y soporten sus cicatrices, y vistan sus ropas raídas y sus sandalias olorosas, entonces, en mis momentos más delirantes, tal vez, considere hacerlo. Tal vez. Mientras tanto, fino Pastor, por favor ¡ni me lo digas!

En cuanto a ustedes, mis dedicados y cansados hermanos imitadores de Pablo, ¿Conocen ustedes su propio llamado y su propio destino? ¿Conocen la medida de sus dones y de su unción? ¿Saben dónde están parados en la línea de batalla de Jesús? ¿Conocen sus órdenes? Sospecho que la respuesta para muchos de ustedes es, probablemente, “No, no realmente.”
Hoy les hago estas preguntas a ustedes porque lo que he observado ha sido que la mayoría de los santos no tienen ni idea sobre estas cosas vitales, ¡ni la más mínima! Tristemente, una de las razones por las cuales no la tienen, es que su iglesia local los ha privado de sus tres Rs; esto es reposo, relajamiento y reflexión. Para que ustedes encuentren la respuesta a mis importantes preguntas de hoy, realmente precisan bajarse de esa ‘caminadora’ que es la culpa, y quizá renunciar al flagelo semanal de palabras que hacen sangrar vuestra cansada espalda, ¡forzándolos a caminar por caminos por los cuales ustedes no han sido llamados a andar! Encontrar las respuestas para mis preguntas de hoy hacia ustedes requiere de orar en silencio y escuchar en forma reflexiva; y la verdad es que no podrán reflexionar sin haber tenido reposo y sin tener un tiempo de relajamiento. En verdad, sin estas tres Rs en su vida, ya sea que estén trabajando en la viña del Señor o, más probablemente, como esclavos en la viña de algún Pastor, quizá se desanimarán y se cansarán en vano.

Por otro lado, mis amados hermanos, si el manto de Pablo se ha vuelto el de ustedes, entonces que Dios los ayude, los unja y los prepare, tal y como lo hizo con el gran apóstol. Sin embargo, si el manto de Pablo no ha caído del cielo sobre los hombros de ustedes, entonces no se atrevan a levantarlo y no dejen que ningún líder intente, por su propia mano, arrojarlo sobre ustedes. ¡Ustedes no pueden hacer lo que Pablo hizo! En cambio, hoy, mañana y por el resto de sus días, únanse a Dios y averigüen cuál es su propio llamado, su propio destino y su propio lugar en la línea de batalla de Jesús. Manténganse en santidad. ¡Reposen, relájense y reflexionen!

Reflexiona: “Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron lo que habían hecho y enseñado. Y como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús les dijo: Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco. Así que se fueron solos en la barca a un lugar solitario.” Marcos 6:30-32

Ora: Señor, quiero ser como Pablo, sabiendo que he atendido las órdenes que Tú tienes para mí y que he sido encontrado tanto fiel como lleno de buenos frutos. Ayúdame a tomarme el tiempo para encontrar mi destino y así ser renovado y justamente refrescado, para el trabajo que Tú me tienes preparado en el Espíritu Santo. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.


No comments:

Post a Comment