Ezequiel 30:6
“Así dice el SEÑOR; esto afirma el SEÑOR omnipotente: Caerán los aliados de Egipto, se derrumbará el orgullo de su poder. Desde Migdol hasta Asuán caerán a filo de espada.”
Cómo autodecapitarse

La pintura, David con la cabeza de Goliat, es en realidad el autorretrato de Caravaggio. El joven David es Caravaggio de joven, y la miserable cabeza muerta de Goliat, en las manos tristes de David en la pintura, es el mismo Caravaggio. Charlie White, el fotógrafo artista norteamericano, en su serie Everything is American y en la fotografía llamada “Champion”, utiliza el mismo tema y truco artístico de David y Goliat al sustituir sus rasgos por los del joven David y la cabeza cortada de Goliat. La diferencia en las dos obras de arte, sin embargo, es substancial. El arte fotográfico de White muestra el truco del autorretrato, pero Caravaggio, con toda certeza, muestra el evento mismo, la matanza del gigante, y en particular, su profunda implicación en la misma. Lo que más distancia estas dos obras de arte, no es ni el material ni el método, ni tampoco el trasfondo ni la distancia en el tiempo, sino más bien la presencia de la espada de David. En la obra de Caravaggio, David aún sostiene su espada y en ella aparece inscrito “H-AS OS”, es decir “humilitas occidit superbiam”, o “¡la humildad vence el orgullo!”.

La serie de ocho episodios de Simon Schama y producida por la BBC, The Power of Art (El Poder del Arte), cuenta de manera maravillosa la historia de Caravaggio. “Para mí”, dice, “el poder de su arte es el poder de la verdad, también nuestra verdad, porque si hemos de tener alguna vez una oportunidad de redención, ella debe empezar con un acto de reconocimiento de que en todos nosotros, el Goliat compite con el David”. ¡Qué honesto!
Finalmente, para resumir la historia del genio maníaco de Caravaggio, Schama, visiblemente conmovido por este retrato en particular, descifra maravillosamente que esta obra triste ha sido pintada en colores, sombras, luces y medias luces, subrayando el hecho de que expresa el ruego del artista a las autoridades romanas. “‘Aquí estoy yo’, dice este rostro muerto que parece que aún estuviera vivo, ‘dijeron que quien entregara mi cabeza recibiría una recompensa; bueno, yo mismo me estoy entregando, ¿eso sirve? ¿Puedo obtener mi recompensa? ¿Puedo obtener mi perdón?’”. Pecador, ¡debes entregarte a Dios! Confiésate ‘entregando tu cabeza’ de inmediato, ¡y vuélvete a Él!
Medita: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso.” Proverbios 16:18
Ora: Señor, aquí está mi cabeza. Por favor perdóname mi pecado y esta ‘araña’ en Tu corte. Señor, por favor renuévame para que pueda pensar como tú piensas. Te lo pido en nombre de Jesús. Amén.

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