2 Samuel 13:26-27
“Entonces Absalón le dijo: Ya que Su Majestad no viene, ¿por qué no permite que nos acompañe mi hermano Amnón? ¿Y para qué va a ir contigo? —le preguntó el rey. Pero tanto insistió Absalón que el rey dejó que Amnón y sus otros hijos fueran con Absalón.”
El ahogamiento de dos gemelos y el ‘PO8’ de Black Bart
Había estado en Des Moines, Iowa, durante el fin de semana, interpretando un poco de mi poesía. Había sido mi primera vez en el Medio Oeste y en un lugar que se dice, tiene más cerdos que personas, me dio gusto encontrarlas a todas tan agradables como esperaba que fueran. Históricamente, Des Moines fue una escala importante para el antiguo servicio de correos terrestre Wells Fargo, y fue agradable ver que esta compañía aún era importante en el área, proporcionando trabajo a muchas personas y dando su nombre en el 2005 al estadio Wells Fargo, el cual cuenta con 17,000 sillas. Sí, la ciudad de Des Moines lucía muy bien su estiramiento facial de mujer anciana.
Henry Wells y William Fargo crearon una serie de compañías, incluyendo American Express. No obstante, fue la empresa de correo terrestre Wells Fargo, dueña del imperio de diligencias más grande del mundo, la que se fijó en todas las leyendas e historias del Oeste salvaje. Otro derivado de la compañía Wells Fargo, el Pony Express, junto con la famosa Diligencia Concorde de seis caballos, que embestía por las llanuras abiertas del antiguo Medio Oeste, fue en mi niñez, la esencia de cada ‘robo’ de estilo indio o vaquero, reconstruido por mí y mis amigos, cuando jugábamos en las muchas tardes calientes de verano.
La caja del tesoro de la Diligencia Concorde estaba hecha de Pino Ponderosa, roble y hierro, y usualmente se mantenía debajo de la silla del conductor, custodiada por los personajes más indeseables, armados con escopetas recortadas. Y digo que usualmente se mantenía debajo de la silla del conductor, porque si la diligencia no llevaba pasajeros, entonces iba sujeta con tornillos al piso interior de la diligencia. Ahora, esta última circunstancia es importante para presentarles al señor Charles Bolt, o como era conocido comúnmente en ese entonces, al famoso y osado poeta-ladrón de diligencias, Black Bart.
Granjero, buscador de oro, soldado herido en la guerra civil, Black Bart había saboreado una vida de aventura, y no iba a regresar a la vida sencilla de granjero que anteriormente había abrazado. Aunque este hombre tenía más que una ‘comezón’ por la aventura, también tenía un resentimiento que la acompañaba. Sí señor, sabemos por las cartas escritas a su esposa, que había tenido ciertos problemas por culpa de los empleados de Wells Fargo, y que además, les había jurado que se vengaría. Uno de los coloridos poemitas que dejó en uno de sus siempre decentes y corteses pequeños robos, dice lo siguiente:
“Larga y arduamente por el pan he trabajado,Por el honor y las riquezas
Pero en mis campos por mucho tiempo han caminado
Ustedes, elegantes hijos de...”.
Charles Bolles o Black Bart firmaba sus poemas posteriores al robo con un ‘PO8’. Aunque fue reconocido por su estilo, sofisticación y por abstenerse del lenguaje obsceno, este poema sí refleja, podríamos decir, no poca evidencia de los terribles gemelos del resentimiento y la venganza; y les digo ahora que cuando estos dos gemelos se emborrachan en sus muchas reuniones, los problemas comienzan a fermentarse.
Volviendo al principio, el último robo de Black Bart a una diligencia ocurrió en Funk Hill, ¡el mismo lugar de su primer robo! Sin embargo, esta vez la situación fue completamente diferente. Robarse la caja del tesoro de una diligencia que no llevaba pasajeros, implicaba que la caja del tesoro estuviera asegurada en el interior, y liberar los tornillos tomaba algún tiempo. Eventualmente logró escapar, sólo para ser herido en el proceso por un hombre recio que cabalgaba con escopeta. Al huir, Black Bart dejó caer algunos objetos, incluyendo un pañuelo con una marca de lavandería que eventualmente llevó a que pudiera ser rastreado, encontrado y apresado. Después de pasar cuatro años en San Quintín, Black Bart salió más viejo y más sabio. Wikipedia dice que “los reporteros se agolpaban a su alrededor cuando fue liberado. Le preguntaron si iba a robar más diligencias. ‘No, caballeros’, respondió sonriente, ‘he dado por terminada mi vida de crimen’. Otro reportero le preguntó si escribiría más poesía. Él se rió: ‘¿No me escucharon que dije que he dado por terminada mi vida de crimen?’, y apresuradamente desapareció de la escena”. Nunca más se volvió a saber de él.
Yo no creo ni en el aborto ni en el infanticidio, pero el resentimiento y la venganza son dos gemelos terribles que deben ser ahogados en el momento de nacer. Ahóguenlos en las aguas de la confesión, ahóguenlos en las aguas del arrepentimiento, ahoguen en las aguas de la bendición a aquellos que los hieren a ustedes y los usan por despecho. Si no lo hacen, entonces, tal como hacen todos los gemelos, sin importar la distancia, sin importar lo difícil del terreno, sin importar cuánto tiempo, un día volverán a reunirse, y les digo, cuando eso suceda, cuando la venganza y el resentimiento levanten en alto sus copas, ¡que Dios ayude a la persona por la que estén brindando!
En nuestro versículo de esta noche, Absalón y ‘los gemelos’ están preparando una fiesta de muerte para todos los hijos de David, y especialmente desean que Amnón vaya y se una a la diversión; porque Amnón el rastrero, Amnón el perro callejero, Amnón el terrible, dos años atrás, había violado a la hermana de Absalón, Tamar. Desde entonces, Absalón no había dicho nada, había guardado silencio, esperando la hora propicia. Ahora, los gemelos embriagados harían de las suyas, y con toda certeza, sería de una manera terrible y sangrienta.
Así que si tienen resentimiento y deseos de venganza en su corazón en esta noche, salgan de su cama ahora mismo, vayan al baño, dejen correr el agua en la bañera y luego colóquense de rodillas y tomen en una mano el resentimiento y en la otra, la venganza. Que no los distraigan las patadas de éstos, ni que los detenga sus gritos auto-justificándose, su furia vociferante ni todo su escándalo. Sencillamente húndanlos bajo esas aguas hasta que dejen de patear. Si no lo hacen, amigos, esperen entonces la prisión o la muerte...es una de dos: la prisión o la muerte.
Medita: “No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor. Antes bien, Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta. No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.” Romanos 12:19-21
Ora: Señor, llévame a las aguas y fortalece mis manos para poder ‘ahogar’ a estos dos terribles. Te lo pido en el nombre de Jesús. ¡Amén!
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