Sunday, September 25, 2011

Sep | 25 | Sobre casas de débiles y casas de guerreros

Palabra para meditar– FORMA

2 Samuel 2:18
“Allí se encontraban Joab, Abisai y Asael, los tres hijos de Sarvia.”

Sobre casas de débiles y casas de guerreros

Joab, Abisai y Asael, eran por supuesto, los tres hijos de Sarvia, una de las dos medias-hermanas de David; por lo tanto, estos eran sus tres medios- sobrinos. ¡Eran héroes de David! Cercanos en parentesco, también eran compañeros cercanos del Rey David, y para ser francos, adicionalmente eran también todo un dolor de cabeza.

Sarvia era por supuesto la media-hermana mayor de David; muy probablemente su madre había estado casada antes, y al enviudar, se había casado entonces con el padre de David, Isaí. Como ven, ¡las familias compuestas no son nada nuevo!

Lo que resulta evidente a partir de este registro bíblico, es que el padre natural de Sarvia, Nahas, no es mencionado sino una sola vez, y es para decir que es el padre de su hermana Abigail. ¡El nombre del esposo de Sarvia, realmente nunca es mencionado en las Escrituras! Y siempre se hace referencia a sus tres extraordinarios hijos como a los hijos de Sarvia. Me parece entonces una conjetura correcta, suponer que Sarvia era una persona fuerte, capaz, tenaz, heroica y audaz. Realmente tenía que serlo, y permítanme recordarles que ella era también la hermana mayor de David, y permítanme decirles que ¡no era para nada una mujer débil!

Curiosamente, me parece, uno de los significados del nombre de Sarvia es herida, o “exprimida por el Señor”, y se refiere a ser quebrantada bajo presión. Claro que no un quebrantamiento que produce locura, sino más bien uno que saca a relucir una hermosura destilada, balsámica. Un sabor y un aroma dulce, si lo prefieren. Ahora, no sabemos exactamente qué pudo haber sido esta presión ‘exprimidora’. ¿Tal vez una deformidad física? ¿O tal vez un nombre profético que indicaba varias crisis existenciales? No lo sabemos; pero lo que sí sabemos es que era una mujer muy fuerte e influyente, especialmente porque educó a tres generales guerreros muy competentes, fuertes, dedicados ¡y de alguna manera muy entusiastas.! Sí, sin duda alguna, ni Sarvia ni sus hijos podían ser clasificados como gente débil. Oh… ¿y mencioné que era la hermana mayor de David?

Hay dos cosas que me gustaría decirles a ustedes, mujeres guerreras, en esta noche:
Primera, que es posible llevar sus vidas destruidas y quebrantadas ante Dios, y hacer que Él exprima una herencia muy especial para ustedes, para sus familias y su nación. Sí, ¡es posible que ustedes levanten una generación de generales!

Segunda, que ustedes, hermanas mayores, pueden tener una gran influencia sobre sus hermanos menores; y es que yo me pregunto si esta hermana mayor en particular, no sólo sentó un valiente ejemplo para David el pastorcillo, sino que también de vez en cuando no le dio una buena sacudida en el brazo mientras le decía: “¡deja de quejarte y madura!” Me lo pregunto. Porque les digo, esta Sarvia no era una mujer débil, ni tampoco lo eran sus hijos. ¿Y qué hay de ti, joven? ¿Estás madurando? ¿Qué hay de tus hijos, madre? ¿Son quejumbrosos o ganadores? ¡Crezcan en sabiduría, mujeres! Ustedes Tienen más influencia de lo que imaginan. Así que, les ruego a ustedes, madres y hermanas mayores, en todas sus oraciones, acciones y liderazgo, asegúrense de estar produciendo reyes y generales, y no hombres débiles y afeminados.

Medita: “Joab, hijo de Sarvia, era general del ejército”. 1ª Crónicas 18:15

Ora: Señor, moldea correctamente a todas las madres, para que puedan moldear correctamente a sus hijos; concédenos además hermanas que ayuden a esto. Te lo pido en el nombre de Jesús. ¡Amén!

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