Sunday, February 6, 2011

Feb | 06 | De pozos, pilares, proclamaciones y granadas que chorrean

Palabra para meditar –CREE

Hebreos 3:19
Como podemos ver, no pudieron entrar por causa de su incredulidad.

De pozos, pilares, proclamaciones y granadas que chorrean

Para mí fue un día terrible cuando alguien me dijo que yo “era un adicto al fracaso”. No necesito decir que en aquel momento me sentí bastante herido y confundido. No obstante, hoy el comentario se ha transformado en una de esas cosas que valoro en tiempos de dificultad. Cuando la cosa se pone difícil, simplemente, he comenzado a rehusarme a dejarla ir, a voltearme, a doblegarme y a rendirme.

En ocasiones, manifestándose como una molestia para otros, las dos mellizas, ‘persistencia’ y ‘tenacidad’ son aún hoy, grandes virtudes a ser cultivadas en mi vida, y como Joaquín y Boaz, ¡aún son grandes pilares de fortaleza que adornan el templo de Dios! Sin embargo, aunque ambas son grandiosas y fuertes, frente a los obstáculos espirituales la persistencia y la tenacidad son, lamentablemente, altamente inadecuadas, en y por sí mismas. ¡Para que la tenacidad y la persistencia permanezcan, para que la presencia inmutable de estos dos pilares continúe, comprendan que ambas deben tener su fundamento fijado firmemente en los poderosos e imperturbables pasos de la fe! Estas mellizas no se pueden sostener sin la base firme de la fe.

Ahora, permítanme que cambie y mezcle mis metáforas a mitad del camino, porque la fe, como fundamento, es también como un gran lente de aumento: toma la más pequeña de las palabras y hace de ella un libro de promesas; toma la más pequeña canoa de una promesa y la vuelve un gran navío de esperanza; toma un navío de esperanza y lo vuelve un arca de pacto; toma la misma arca y la vuelve una ciudadela de protección; toma la ciudadela ¡y la vuelve Sión, el Monte Santo de Dios! ¡Porque es sólo allí, en el Monte fundacional de Sión, donde nuestros pilares de persistencia y tenacidad se levantan majestuosos y exhiben toda su gloria!

Permítanme cambiar y mezclar mis metáforas nuevamente, porque en verdad podemos decir que la persistencia y la tenacidad siempre permanecerán firmes y rectas en la base de la fe, porque esta clase de fe ¡no es una fantasía sin raíces! ¡No! Para que la fe sea total y eternamente beneficiosa ha de tener una raíz y un enfoque, ¡y ese enfoque no debe estar en lo fantástico sino en lo real! Por tanto, la raíz de esta realidad es Dios y Su gracia, es Dios y Su bondad, y esta raíz dará frutos sustanciosos y brillantes sobre los dos pilares de la persistencia y la tenacidad, en forma de granadas gordas llenas de regocijante jugo chorreando sobre estas poderosas fuerzas. La persistencia y la tenacidad siempre producirán tanto júbilo, como jugo las granadas exprimidas en su estación. ¿Pueden ver eso?

¡Así pues amigos, crean hoy! ¡Deben creer! Enfóquense en Dios y no en ustedes mismos. ¡Todo puede estar derrumbándose a su alrededor, aun puede parecer que las montañas se inclinan y, en cualquier segundo, amenazan caer sobre ustedes! Los mares, puede ser que, en este mismo instante, los estén hamacando y llevando a una indisposición confusa, tanto así, que temen ser absorbidos por las frías y oscuras profundidades del desaliento y el quebranto, y que aun el pozo de la depresión parece elevarse sobre sus hombros cual, como Winston Churchill lo llamaba, “un viejo perro negro aullando como un lobo, afuera de las puertas de tu espíritu” y todo puede parecer perdido y sin sentido... todo, “menos Dios”. Amigos, cuando estos días malos e incrédulos caigan sobre nosotros, ¡enfoquémonos completamente en Dios y sólo en Él con tenacidad y persistencia!

Cree y enfócate también en la gracia de Dios. En raras ocasiones merecemos ser auxiliados, escuchados y sanados. Sin embargo, nuestro misericordioso Dios siempre volverá Sus oídos al arrepentido, siempre volverá Su poderoso mirar sobre aquellos que le temen, y siempre extenderá Sus fuertes manos a aquellos que se acercan a Él. Amigo: ‘Gracia’¡enfócate hoy en la Gracia!

Crean y enfóquense también en la bondad de Dios. Esto es muy importante, porque ante circunstancias difíciles como traición, errores, pérdidas e incluso locura, el creer en la bondad de Dios ¡es lo más difícil de hacer! No obstante, dejen que el hecho de la bondad de Dios se vuelva la afilada punta de su espada de fe. Cuando parece que ya no hay esperanza, que nada se puede recuperar y que nada es reversible, tomen su espada de fe y entonces, con la afilada arista de la bondad de Dios, corten de lado a lado las bolsas de la oscuridad que desciende, hasta que las oscuras nubes hagan caer como lluvia la Gracia y cambien los cielos condenatorios por cielos de completa alegría, como granadas que chorrean júbilo.

Así que, ¡blandan su espada amigos! Blandan su espada y proclamen hoy su fe en Dios, ya que Su bondad y Su gracia en toda su plenitud, ¡chorreará júbilo sobre ustedes, desde el pináculo de su persistencia y desde las maravillosas cumbres de todas sus tenacidades! ¡Hoy deben comenzar a blandir la espada de su fe con la arista afilada de la bondad de Dios ante los cielos oscuros de su desaliento! ¡Vamos! ¡No se den nunca por vencidos!

Medita: “Si puedes creer, al que cree ¡TODO le es posible! Marcos 9:23

Ora: “Señor, sí creo ¡Ayúdame en mi incredulidad!” Ayúdame, Señor y haz descender la Gracia desde Tus grandes nubes de bondad. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén. (de Marcos 9:24)

No comments:

Post a Comment