Thursday, February 10, 2011

Feb | 10 | Mujeres que lloran

Palabra para meditar – ORA


Jeremías 31:15
“Así dice el SEÑOR: Se oye un grito en Ramá, lamentos y amargo llanto. Es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!”


Mujeres que lloran

Nuestro versículo de esta noche es tanto una expresión profética como poética, ya que proféticamente predijo ‘la matanza de los inocentes Benjamitas’ por Herodes, como lo registra el Evangelio de Mateo y es también una expresión poética de todos los lamentos y gemidos del pueblo de Dios bajo sus duras pruebas a través de las eras.
Gruñona, malhumorada y de mal carácter, Raquel era sin embargo, la esposa que más amaba Jacob, el patriarca. Hermosa en juvenil exhuberancia, de formas atractivas y de apariencia delicada, había cautivado el corazón del, en ese entonces, nene de mamá, Jacob. “Así que Jacob trabajó siete años para poder casarse con Raquel, pero como estaba muy enamorado de ella le pareció poco tiempo.” Génesis 29:20

Otra hermosa mujer, poeta y pintora, mejor conocida por ser la musa de la Hermandad Prerrafaelista y la esposa de Gabriel Charles Dante Rossetti, a pesar de sus formas y rasgos fantásticos fue encontrada muerta por una sobredosis de láudano en un día como hoy de 1862, cuando su esposo y un poeta amigo regresaron a su hogar después de una noche en el pueblo. En el momento de su fallecimiento hubo rumores de suicidio y, aún hoy, se alzan preguntas sobre si Elizabeth Eleanor Siddal no fue, de hecho, asesinada.

Siddal, al igual que su esposo Rosseti, era una adicta a las drogas. Jamás un párrafo puede resumir la vida de alguien, pero parece que el primer embarazo de Siddal y Rossetti fue, en gran parte, un esperanzado seguro para la continuación de su amor y su fidelidad. El bebé que nació muerto, y que constituía esta ‘seguridad’ dañó hasta tal punto la constitución de Siddal que aun habiendo quedado embarazada por segunda vez de Rossetti, ingirió una sobredosis y falleció.
Se cuenta que Rossetti estaba inconsolable en aquel momento y como un reflejo de ello, tomó todos sus trabajos de poesía y los colocó en el féretro, sujetándolos al cabello suelto del cadáver de su esposa. No mucho tiempo después, su propia constitución mostraba todos los signos de un suicidio lento del alma y, con su visión de pintor fallándole, hizo que el cuerpo de su esposa muerta fuera secretamente exhumado una noche y recuperó la poesía del féretro lleno de cabello color cobre. Un sólo gusano había excavado un agujero circular a través del corazón de la poesía.

La poesía exhumada fue editada y publicada, pero su contenido ‘carnal’ atrajo hacia el autor una crítica poderosa. Esta crítica aplastante, combinada con la adicción a las drogas de Rossetti, con su depresión que se agudizaba y con el aumento de las ilusiones sicóticas, además de su temor de que el secreto de la exhumación de su amor muerto se hiciera público y, sin duda el daño causado por su propio intento fallido de suicidio con láudano, lo llevó a sufrir una embolia y después a su muerte, la que ocurrió finalmente en completa soledad, en 1882.

Raquel había encolerizado a Jacob cuando en su propia desesperación ella había gritado “¡Dame hijos! Si no me los das, ¡me muero!” Génesis 30:1-2. Desafortunadamente, esta profecía auto-impuesta se concretó cerca del pequeño poblado de Belén, cuando Raquel murió al dar a luz a su segundo hijo, a quien le dio el nombre de “Hijo de mi Dolor” y a quien Jacob rápidamente cambió el nombre a “Hijo de mi Mano Derecha”.

Hay muchas lecciones para nosotros en estas dos historias poéticas. De las tantas, permítanme dejarles brevemente una simple consideración y observación esta noche:

Primero, tengan en cuenta que el dolor y las quejas de las mujeres estériles anhelando que la vida salga de ellas, son tan poderosos que parecen resonar a través del tiempo y el espacio, sus ecos son lo suficientemente fuertes para que muchas otras personas los sientan y atribuyan a ellos su tristeza. Me pregunto qué pasará si este gran dolor no es canalizado en oración, ¿traerá muerte en vez de vida? Me pregunto…

Segundo, noten que hay algunos viejos amores y algunos trabajos perdidos que realmente deben permanecer enterrados. Déjenlos ir. ¡Déjenlos ir! De no ser así, un gusano les taladrará a ustedes un agujero circular en sus propios corazones y almas. Jacob enterró a su amor, erigió un pilar en su memoria y siguió con su vida. ¡Ustedes deben hacer lo mismo!

Medita “Así murió Raquel, y la sepultaron en el camino que va hacia Efrata, que es Belén. Sobre la tumba Jacob erigió una estela, que hasta el día de hoy señala el lugar donde Raquel fue sepultada.” Génesis 35:19-20

Ora: Padre, libérame de las maldiciones auto-impuestas, de la búsqueda de las cosas que ya están muertas y de los gusanos del corazón. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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