Wednesday, February 16, 2011

Feb | 16 | El color púrpura y algunas noticias importantes desde Bagdad

Palabra para meditar –GANA

Marcos 8:36
“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?”

El color púrpura y algunas noticias importantes desde Bagdad

La Temple University en Filadelfia, fue fundada en 1884 por el Rev. Dr. Russell Conwell. En este momento, ocupa el 28avo lugar entre las universidades más grandes de los Estados Unidos y es la sexta más grande en proveer educación profesional en ese país, siendo reconocida por sus cursos especializados en leyes, educación, medios de comunicación, negocios y ciencias de la salud.
Como dije anoche, este ‘templo’ de aprendizaje y bendición se construyó con un tremendo sacrificio de duro trabajo y por supuesto, con ¡muchísimo dinero! Creo que se podría describir a Conwell como el primer gran ‘predicador de la prosperidad’ surgido en Estados Unidos, y su sermón titulado ‘Acres de Diamantes’ se estima que fue predicado por él ¡más de 6,000 veces en un período de 58 años y a más de 10 millones de personas!
La gran propuesta del sermón ‘Acres de Diamantes’ de Conwell, era que uno no necesita buscar en otra parte por las oportunidades, los logros o la fortuna, porque la verdad es que todos los recursos para adquirir estas cosas buenas, ¡las puedes encontrar en tu propio patio! Valiéndose de una serie de anécdotas, Conwell martilla esta idea en los corazones de sus oyentes, y el primer gran golpe, es una historia contada a Conwell por un guía árabe que conoció en Bagdad, cuando se encontraba viajando por el mundo.

La historia es sobre un hombre que quería encontrar diamantes con tanta desesperación, que vende todo lo que posee, incluyendo sus propiedades, y parte en una búsqueda (poco exitosa y finalmente suicida), de esas piedras preciosas. Mientras tanto, el nuevo dueño del hogar del para entonces fallecido árabe buscador de diamantes, ¡descubre la más rica mina de diamantes justo en la propiedad que acaba de adquirir! Entonces Conwell predica este mismo mensaje una y otra vez, para que alcance la profundidad del razonamiento de sus oyentes, por medio de ejemplos sucesivos del éxito de genios locales estadounidenses y del servicio sacrificado de estadounidenses comunes, tanto hombres como mujeres, en todo el país, en ese entonces contemporáneos de su audiencia. “El dinero es poder”, decía, “y ustedes deben ser ambiciosos para poder poseerlo”. “Deben serlo, porque pueden hacer más bien con él, que sin él. El dinero imprimió sus Biblias, el dinero construye iglesias, el dinero envía a sus misioneros y el dinero paga a sus predicadores, y ustedes no tendrían muchos de ellos si no les pagaran. Siempre deseo que mi iglesia eleve mi salario, porque la iglesia que paga los salarios más altos, siempre es a la que le cuesta menos recolectarlo. Esto siempre ha sido así. El hombre que recibe el salario más alto es el que puede hacer mayor bien con ese poder que se le ha otorgado. Por supuesto, puede hacerlo, si su espíritu es el correcto y lo utiliza para lo que le ha sido dado”.

La diferencia entre Conwell, este hombre de millones y millones de dólares, y los predicadores de la prosperidad de nuestros días radica en que al alcanzar su riqueza, ¡él eligió la pobreza para sí mismo! En 1921, el ‘New York Times’ escribió sobre Conwell: “Aunque el Dr. Conwell predica sobre la riqueza, para sí mismo él ha elegido la pobreza; todos los millones que ha ganado han sido donados. Ha levantado un gran iglesia, ha fundado una universidad que en el presente cuenta con aproximadamente 7,000 estudiantes; ha contribuido personalmente al soporte financiero de miles de alumnos que asisten a varios colegios y universidades en todo el país y ahora, a la edad de 77 años, está construyendo dos hospitales…”

El sermón de Conwell titulado ‘Acres de Diamantes’ es muy estadounidense, es muy capitalista, es muy Republicano y, con todo y eso, ¡es muy bueno, en realidad! La personalidad de Conwell, el contexto de su mensaje y todo lo concerniente a su vida, aunado al sentido común y práctico del propio sermón, lo muestra aún como toda una personalidad. ¡Me complace decirles esta noche que conozco a algunos buenos hombres quienes en este preciso momento tienen el propósito de ganar millones con la sola intención de donarlos! ¿Y tú? ¿Cómo está tu sentido práctico de generosidad en esta noche?

Medita: Una de ellas, que se llamaba Lidia, adoraba a Dios. Era de la ciudad de Tiatira y vendía telas de púrpura. Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo.” Hechos 16:14

Ora: Señor, hazme un proveedor de púrpura, sólido como la plata y glorioso en el tesoro que es el dar. Te lo pido por Tu eterna gloria y por mi salud temporal. Amén.


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