Saturday, January 8, 2011

Jan | 08 | “Levántense, vámonos de aquí”

Palabra para meditar – LIBERACIÓN

Lucas 2:10-12
“Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.”

“Levántense, vámonos de aquí”


Las drogas más recetadas en el mundo Occidental son los antidepresivos. Las drogas que más se toman en el mundo Cristiano son los antidepresivos. La conclusión básica de esto es que no parece haber una conexión aparente o correlación alguna entre las palabras y las obras de Jesús, y la práctica de Sus seguidores. Cuando los ‘así llamados’ hijos de Su amor se sostienen a base de píldoras, allí debe haber algún problema, ¿no les parece?

Ahora, antes de seguir esta noche, permítanme decirles que no estoy condenando, de ninguna manera, a alguien que esté utilizando antidepresivos. Simplemente estoy señalando la desconexión masiva que existe entre las proclamaciones del Evangelio y las prácticas de sus receptores. ¿Por qué sucede esto?

Creo que Henry Nouwen está en lo cierto cuando dice que: “Nuestra cultura se ha vuelto más sofisticada en el momento de evitar el dolor, no sólo el dolor físico, sino también el mental y emocional”. Ahora amigos, en ninguna manera esta meditación de unos pocos minutos al final de este día es una respuesta para el problema de nuestra depresión. Sin embargo ¿puedo sugerir algo a todos nosotros en esta noche? De alguna forma, debemos encontrar un espacio y un lugar donde nuestro dolor pueda surgir, ser recordado, ser visto, ser tratado y, luego, sanado y yo me pregunto si nuestro problema Cristiano con esta tan común depresión, no será en realidad, el tratar de evitar el dolor. Si este es el caso, entonces, ¡no sólo no debemos anular nuestro dolor sino, de una manera muy positiva, debemos permitir que viva y que se exprese hasta que éste muera!

Será que este tipo de sanidad ¿requerirá del tiempo y la atención aun del discípulo creyente y que lucha? Si este es el caso, quizá podamos usar nuestras píldoras sólo como un puente emocional mientras nuestra sanidad y salud espiritual se dan completamente dentro de nosotros, para que en este año venidero, podamos construir un hogar en el cual morar en paz tanto con Dios como con nosotros mismos.

Quizá esta noche, quizá mañana, sea el momento en el que algunos de nosotros debemos comenzar este trabajo con ahínco, con nosotros mismos, con amigos, con Dios, con nuestros pastores espirituales, para que seamos liberados de todos nuestros ‘frascos de esperanza y tranquilidad fabricada’, ¡de una vez y para siempre!

Medita: “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. Ya me han oído decirles: "Me voy, pero vuelvo a ustedes." Si me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y les he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean. Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí, pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga. Así que ¡levántense, vámonos de aquí!” Juan 14:27-31

Ora: Vengo a Ti Señor, cámbiame, renuévame, por la gracia que encontré en Ti. Ahora sé que las debilidades que hay en mí, se desvanecerán, por el poder de Tu amor. Cúbreme con Tu amor, rodéame, tómame, cerca quiero estar y al esperar, nuevas fuerzas yo tendré, y me levantaré como las águilas, por el poder de Tu amor. Yo te quiero ver cara a cara, oh Señor, y conocer así más de Ti, en mí. Prepárame Señor para hacer Tu voluntad, viviendo cada día por el poder de Tu amor. Amén. (Letra de la canción ‘Por el Poder de Tu Amor’ de Ingrid Rosario).

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