Saturday, January 29, 2011

Jan | 29 | Amor contaminado

Palabra para meditar – CUBIERTO

Zacarías 14:20-21
“En aquél día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: Santidad al SEÑOR, y las ollas de la casa del SEÑOR serán como los tazones del altar. Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada al SEÑOR de los ejércitos, y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas... y no habrá en aquél día más mercader en la casa del SEÑOR de los ejércitos.”

Amor contaminado

Uno de los objetos esplendorosos del Sumo Sacerdote, además del hermoso pectoral y las vestimentas gloriosas, era el tocado blanco en forma de turbante: una mitra de un poco más de siete metros de lino fino, enroscado para formar una gorra sobre la cual se colocaba una placa de oro asegurada con una cinta azul. Esta placa de oro colgaba sobre la frente del Sumo Sacerdote, entre el flequillo y las cejas y sobre ella estaba grabada la siguiente inscripción: “Santidad al Señor”.

Debo admitir que mi experiencia de ‘Santidad’ en la iglesia ha tenido más que ver con no tocar, no saborear, no mover, con una filosofía de mirada de desaprobación hipócrita, irrelevante y repugnante de “nosotros no hacemos eso aquí”, que con la realidad. Tanto es así, ¡que algo en mí simplemente reacciona contra eso! Yo diría que para mí, esta clase de ‘Santidad’ me provoca el hacer alguna travesura (ante la cual estoy más que dispuesto a sucumbir), más que honrar y glorificar a Cristo. De seguro existe una ‘Santidad’ más profunda que eso, una ‘Santidad’ que abarca todo, y yo diría, una ‘Santidad’ que nos precede de tal manera que nos cubre totalmente. Bien, es un placer decirles que no sólo debe haberla sino...¡la hay!

Nuestro versículo de esta noche nos cuenta proféticamente de un tiempo por venir, cuando todo, desde ganarse la vida hasta levantar un hogar, será considerado como ser y como estar siendo abarcado por una santidad viva. Cristiano...¡nuestro Salvador murió para hacernos Santos! Estamos llamados a ser Santos porque nuestro Señor es Santo. Ser Santo es estar totalmente doblegados al Hijo, en el nombre del Padre, por el poder de Dios el Espíritu Santo. Es estar separados para Él, por siempre, y tenerlo al frente de nuestro ser. Es tener el nombre personal de Dios, Su reputación y Su gloria, como la del Antiguo Sumo Sacerdote, como la de nuestro Gran Sumo Sacerdote, colgada en letras impresas en oro entre nuestro flequillo y nuestras cejas. Desde el comienzo del día, hasta la hora de ir a dormir, eso y todo lo que se da en medio, debe ser ofrecido a Dios por amor a Su nombre y a Su gloria.

“¡Oh Robert, si sólo supieras cuán impuros pueden ser incluso los más Santos de mis pensamientos y acciones!” ¡Bah, ya dejen de quejarse! ¡Por qué no simplemente se quitan y le dan a otra niña malcriada un espacio en la silla de los niños consentidos! ¡Claro que lo sé!. Todos sabemos lo contaminado de nuestras cosas más Santas. ¡Todos estamos hechos de la misma madera! Ahora, por favor, perdónenme por darles un ‘golpe verbal en la cabeza’ esta noche, pero es que necesito su total atención. Verán, deben saber ahora mismo queridos amigos, que nuestro Gran Sumo Sacerdote es, en sí mismo, un Gran exterminador de pecado y la capacidad de Su persona, el testimonio de Sus túnicas y el poder de Su cargo, significa que Él puede, incluso, exterminar la contaminación del pecado, que se adhería entonces y se adhiere hoy, como el olor a huevos podridos, a nuestros más Santos sacrificios. ¡Siempre que hacemos algo bueno en este lado del cielo, el mal, en algún nivel, está presente y peleando! ¡Lo está!

Entonces, por favor, tengan la seguridad de que nuestro Gran Sumo Sacerdote cubre aun el pecado de nuestras cosas más Santas. ¡Gracias a Dios por eso! Les digo que ¡Gracias a Dios por eso! y al hacerlo, los aliento para que sigan humillándose ante Dios pues Él tiene todas nuestras deficiencias, todos nuestros errores y todos nuestros pecados, cubiertos por Su sangre. Debe hacerlo, porque, en este lado del cielo, aun nuestras cosas santas están contaminadas. ¡Dejen de ponerse excusas para no vivir una vida santa!

Medita: “Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello: Santidad al SEÑOR. Y la pondrás con un cordón de azul, y estará sobre la mitra, por la parte delantera de la mitra estará. Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará contínuamente, para que obtengan gracia delante del
SEÑOR.” Éxodo 28:36-38

Ora: Señor, ¡muchas gracias por cubrir todo mi contaminado amor con Tu preciosa sangre! ¡Oh, Aleluya y Amén!

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