Monday, January 17, 2011

Jan | 17 | ¡La gloria de los regalos ocultos de Dios!

Palabra para meditar –AVÍVATE

Hechos 1:26
Luego echaron suertes y la elección recayó en Matías; así que él fue reconocido junto con los once apóstoles.

¡La gloria de los regalos ocultos de Dios!

No es que Dios haya finalizado Su trato con las doce tribus de la antigüedad, ni que Dios haya finalizado su trato con la nación de Israel de hoy, pero Jesús eligió Sus doce discípulos para formar un círculo íntimo de seguidores, el cual sirvió para simbolizar la verdad de que Él había venido a levantar una nueva casa de Israel, una casa espiritual. Para esta nueva casa, Dios el Padre no impuso la ley como base para la construcción, ¡sino que impuso al buen Mesías lleno de gracia, el mismo Salvador! Ahora, Dios no colocó a las doce tribus de Israel como pilares de Su templo espiritual en forma literal, sino más bien a doce hombres, como doce puertas apostólicas, para entrar en la ciudad viviente de Dios. La característica esencial de un apóstol es simplemente, ser llamado y enviado por Cristo. Sin embargo, en el caso de la elección de Matías, se establece además que “tal persona debe haber sido un discípulo de Jesús desde el Bautismo de Juan hasta la ascensión y, específicamente, un testigo de la resurrección”.
El nombre Matías significa ‘regalo de Jehová’. ¡Qué nombre tan profético! Matías, por tanto, fue el regalo de Dios para todos ellos, el reemplazo de Dios por el caído. ¡A Matías le fue dado poder, fue ungido y enviado por Dios! Habiendo dicho todo esto, no obstante, no se ha registrado nada confiable sobre los últimos tiempos de su vida. De hecho, ¡no se le menciona nunca más en el Nuevo Testamento! Entonces, ¿quién era este, aparente regalo no desenvuelto de Dios? Bien, los antiguos padres de la Iglesia creían que él era uno de los setenta discípulos. Una tradición dice que él predicaba los Evangelios en Judea y que fue luego apedreado por los líderes judíos hasta morir. Otros hacen de él un mártir por crucifixión en Etiopía. El hecho es que no lo sabemos. ¡Simplemente, no lo sabemos!

En vez de sentirnos confundidos por la falta de información sobre este apóstol oculto, deberíamos sentirnos motivados, pues entre nosotros hay muchos regalos ocultos de Dios, cuyos nombres rara vez son mencionados, cuyos nombres casi no se conocen. Aún así, son personas que atestiguan del poder y la resurrección de Jesús. Ellos continuarán, trabajarán y seguirán compartiendo, aun hasta la muerte, y el mundo, no merecedor de ellos, no los conocerá y la iglesia que aún no los conoce, en el final los contará entre los honrados y más maravillosos en el reino de Cristo, que está por venir.

Aún no hemos llegado a casa. A menudo me pregunto ¡si tal vez los verdaderos campeones y los héroes extraordinarios de Su historia no han sido aún revelados! Yo creo que sí lo han sido. Recuerden que Jesús dio algunos apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, y que sigue haciéndolo continuamente, hasta que estemos reunidos en un solo cuerpo, transformados de ser la iglesia militante a convertirnos en la iglesia triunfante. Así pues, hasta la terminación, hasta la Cena de las Bodas, mientras el Dador nos sigue dando, busquemos continuamente los regalos menos probables entre nosotros. ¡Tal vez nos sorprendamos al saber a quién ha elegido Dios para que Lo sirva de esta manera!

¿Y qué hay de ti hoy, amigo? ¿Eres una brillante estrella fugaz, rugiendo a través de los oscuros cielos de este mundo para que todos te vean y se les caigan sus mandíbulas al hacerlo? Probablemente no y, francamente, no te sentirías bien de todos modos, porque el problema con las estrellas fugaces es que siempre se queman o causan un caos catastrófico cuando finalmente llegan a la tierra. Hoy quiero estimularte hoy en tu fidelidad hacia Jesús y Su llamado en tu vida. Porque te digo, ¡nos sorprenderemos cuando en el cielo, en la revelación de los santos que eran secretos, los campeones ocultos avancen para reclamar el premio por las batallas que han librado! ¡El cañón está cerrado, pero la andanada del cañón de las celebraciones de victoria en el cielo, revelarán más sobre Matías y sobre aquellos similares a él, de lo que jamás nos hubiéramos imaginado! La historia de Cristo continúa amigos, así que, tomen la pluma de la fe de Dios, la tinta de Su amor y la esperanza de Sus pergaminos y escriban su propio capítulo, extenso y abundante, para que todos lo vean, pues, en el final, ¡ellos verán!

Reflexiona: “Pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde concederlo. Eso ya lo ha decidido mi Padre.” Mateo 20:23b

Ora: Padre, muéstranos en la iglesia esos regalos que Tú, tan soberanamente, has apartado para tan grande obra. También, querido Señor, por favor, muéstrame qué obras has preparado para que yo las haga. Amén.



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