Sunday, March 6, 2011

Mar | 06 | ¿Cómo está tu vida sexual?

Palabra para meditar – DESEO

Isaías 26:9a
“Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca.”

¿Cómo está tu vida sexual?

¿Oras tú al levantarte por las mañanas? Sí, antes de que comience el día ¿tomas un momento para arrodillarte y orar?

En las mañanas, aunque oro por otros, en su mayor parte oro por mí y los míos. Así pues, con tal egoísmo familiar, me pareció que sería bueno examinar todas mis oraciones personales hechas en mañanas ya pasadas. Una vez hecho eso, me dí cuenta de que podía agrupar mis oraciones bajo al menos cuatro títulos principales. Aquí están: primero oro por poder, luego oro por provisión, seguida por protección y para terminar, por presencia.

¡Oro por poder! ¡Poder para ser sanado de mis enfermedades que parecen aumentar exponencialmente a medida que envejezco! Poder para ser liberado de los demonios y libre del pecado en mi vida. Poder para que Dios venga y cambie mi relación con otros (¡y quizá también a mí!). En ocasiones, oro por poder para que en mis circunstancias diarias, pueda yo mostrar la gloria del Padre. Oh sí, me gusta hallar una justificación para que un poco de grandeza se mezcle con mis cavilaciones personales. ¡Yo, ustedes ven, oro por poder!

Oro por provisión. Oro por mi pan de cada día y por mucho más para poner en mi refrigerador y congelador. Oro por dinero para pagar todas mis cuentas. Oro porque ‘milagros’ lleguen en el correo. ¡Mi esposa ora por lo mismo! También oro por fortaleza para el día que vendrá, pero más que nada, oro por dinero, materiales y mano de obra. Oro por provisión.

Oro por protección, porque, después de todo, si Dios contesta mis tan necesarias pero cada vez más aburridas plegarias, no quiero que estas buenas respuestas me sean arrebatadas en el final, ni quiero recibirlas con problemas adosados en el desenlace. Al menos necesito cubrir todas mis bases contra posibles pérdidas. Sí, yo oro por protección. ¡Un seguro de oración contra el pánico es con seguridad algo muy útil!

Finalmente, yo oro por la presencia y, créanlo o no, esto me lleva a la pregunta sobre mi vida sexual, y en realidad, sobre la vida sexual de ustedes. Verán, en esas ocasiones en que mi doctor me ha realizado un examen completo aunque sea sólo verbalmente, siempre me pregunta sobre mi libido, o más correctamente, sobre la falta de ella. Cuando he ido al doctor por un resfriado cualquiera y él me formula esta pregunta, siempre me deja con una mirada perpleja en mi rostro. “¿Eh?” “¿Qué tiene eso que ver con lo que vine a consultar hoy?” Además de la mirada perpleja, debo ser honesto y decir que mi respuesta jamás ha sido toda la verdad: “¡Sí, está muy bien, doc! ¡Gracias a Dios no tengo ningún problema en esa área, no señor!” Qué mentiroso.

El doctor, por supuesto, al preguntar sobre mis ‘hazañas’ en cuanto a esto, está buscando el deseo sexual como indicador de mi salud física. Si estoy enfermo, el poder de mi deseo se redirige a luchar contra la enfermedad, superar la ansiedad o reparar el cuerpo. Desde el punto de vista de un doctor, su pregunta sobre el funcionamiento de mi libido es simplemente una pregunta para encontrar fallas que puedan ser indicadores de una salud que está fallando lo cual, créanlo o no, me trae nuevamente hacia el deseo espiritual y en especial a mis oraciones por la presencia.
Es muy fácil comenzar el día con Dios y luego olvidarlo por el resto de la jornada. Cuando mis oraciones por Su presencia no son otra cosa que una rápida línea enganchada con otras necedades, hay un indicador de que mi deseo por Él está bajo, o está menguando, lo que significa que mi libido espiritual no está funcionando como debería, o en otras palabras, estoy espiritualmente enfermo.

Por lo tanto, permíteme preguntarte esta noche mi querido amigo, ¿cómo está tu vida sexual espiritual? ¿Está todo bien en el sector del dormitorio espiritual, amigo? ¿De veras? ¿Lo deseas a Él? Si todo lo demás te fuera quitado, ¿aún lo amarías? ¿Desearías pasar tiempo con Él esta noche? ¿Lo buscarás mañana todo el día? ¿Considerarías tu día como un fracaso total si no puedes sentir Su amable caricia, disfrutar de Su presencia mientras bebes una taza de café, o ver su rostro entre la multitud? ¿Cómo está tu vida sexual espiritual esta noche?

Si estás demasiado cansado para sentir deseo (y sinceramente esa es la razón principal entre nosotros los Cristianos, el cansancio), o la sensación de estar exhaustos, en ese caso, debes replantearte el uso de tu tiempo, cambiar tu dieta e irte a dormir más temprano. Es tan profundo y tan práctico como eso. No obstante, si no muestras ningún deseo por Él y la verdad es que jamás lo tuviste, entonces, para ponerlo en palabras simples, eres un usador y un abusador de Dios. Tus oraciones han sido oraciones para provisión, protección, poder y prostitución. Nada más. No ha habido ninguna clase de relación en ellas, en absoluto.

Cambiemos nuestra forma de ser. Reordenemos nuestros patrones de oración y mañana escojamos desear Su presencia. Comencemos a cortejar a nuestro Dios una vez más, en pos de una relación de adoración, de deseo y dedicación.

Medita: “Desde ningún lugar de esta tierra tenebrosa les he hablado en secreto. Ni he dicho a los descendientes de Jacob: Búsquenme en el vacío.” Isaías 45:19a

Ora: Señor, Tu dijiste: “¡Búsquenme y vivirán!” y “Me encontrarán cuando me busquen con todo su corazón.” Entonces, con todo mi corazón y mi mente y mi voluntad, yo decido buscarte a Ti. En los días que se avecinan, oh Señor, ¡sorpréndeme al agregarle el brillo de los fuegos pasionales a mi relación contigo! Amén.


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