Friday, March 25, 2011

Mar | 25 | Las 7 marcas de uno que alcanza sus sueños, y 3 escalas con las cuales medir esas marcas

Palabra para meditar – TRABAJO

Proverbios 18:9
“El que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo.”


Las 7 marcas de uno que alcanza sus sueños, y 3 escalas con las cuales medir esas marcas

Acabo de regresar desde los Estados Unidos a mi hogar en el Reino Unido y me he hecho una promesa. Verán, después de dejar mi cómodo hospedaje en Fort Lauderdale, manejé hasta Miami. Desde allí tomé un vuelo hasta Boston y luego al aeropuerto de Heathrow, donde me recogió mi hijo quien me trajo a casa, para luego subir mi equipaje a mi departamento mientras yo caminaba dando tumbos detrás de él, aturdido y totalmente exhausto. ¡El viaje completo me había llevado un total de veintiséis horas! Lo que fue verdaderamente frustrante es que hubo una demora en Miami, luego dos neumáticos del avión desinflados en Boston y una hora más de exasperante espera en las aburridas pistas de aterrizaje de Londres. A pesar de la comida caliente, grandes cantidades de café, mantas, almohadas, una buena selección de entretenimiento y la tripulación de cabina cortés y agradable, lo califiqué como el peor viaje de mi vida y me prometí no volver a hacerlo nunca más, al menos, ¡no hasta que pueda cruzar ‘el charco’ con el estilo que sólo un asiento de primera clase puede ofrecer!

En siglo XVII, el cruce por mar hasta Boston podía llevar desde 6 hasta 28 semanas dependiendo del viento y del clima. Sin baños, sin agua corriente, (excepto la que pasaba bajo la quilla), con cerveza amarga, queso mohoso, espacios atiborrados de personas, peligros y enfermedades, George Whitfield, el más grande de los oradores Cristianos, realizó ese cruce en particular, de ida y vuelta ¡unas trece veces! Como si eso no fuera suficiente para hacer que este pobre predicador llorara y se quejara, Whitfield predicaba más de 10 sermones por semana... aproximadamente unos 160,000 en el curso de su vida. Además de esto, escribía y contestaba cartas, encabezaba causas de caridad y causas teológicas de importancia y ¡recaudaba el dinero para ambas! En particular en Georgia, justo donde termina Savannah, sobre el ‘Moon River’, en un día como el de hoy de 1847, Whitfield, con sólo 25 años de edad, comenzó la construcción de los edificios de “Casa de la Misericordia Bethesda”, un nuevo orfanato para las provincias, que existe todavía hoy y se llama ‘Hogar de Varones de Bethesda’.

Whitfield estuvo abrumado por las deudas y por la recaudación de fondos para este orfanato por el resto de su vida, y de hecho, después de su muerte, todo este peso pasó a su Protectora y hermana en la fe, Selina, Condesa de Huntingdon. La mala administración, la revolución, un incendio, las tormentas y los huracanes, todos se levantaron contra la continuidad del largamente acariciado sueño de Whitfield de dar un orfanato a las provincias, pero a pesar de todo ello, su sueño, en un formato un poco más moderno, todavía continua el día de hoy y ha sido muy beneficioso por más de dos siglos.

Los grandes sueños requieren de grandes esfuerzos. Los grandes sueños necesitan de grandes soñadores con tierra bajo sus uñas. He observado que existe una gran diferencia entre el que sueña despierto y el que alcanza su sueño, y es una diferencia de siete grados, generalmente marcada por: oración, sangre, sudor, lágrimas, cansancio, preocupaciones y malestares. ¿Qué eres tú esta noche? ¿Una persona que sueña despierta o una que alcanza sus sueños? Si deseas saber cuál eres tú, fíjate si hueles a sudor, luego revisa tu bolsa para mareos y después tu cuenta bancaria, ¡pues esas son las tres mejores escalas que necesitarás para discernir, verdaderamente, cuál de las dos personas eres tú!

Reflexiona:El que labra su tierra tendrá abundante comida, pero el que sueña despierto es un imprudente.” Proverbios 12:11

Ora: Señor, en todos mis sueños, en todas mis visiones y en todas mis leyes de atracción, ayúdame a levantarme y dejar de lloriquear ¡y a poner manos a la obra! Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.


No comments:

Post a Comment